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Tenedores de bonos de Gildemeister rechazan propuesta de reestructuración y dejan a empresa en el limbo

Iván Weissman S
Por : Iván Weissman S Editor El Mostrador Semanal
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Los problemas financieros de Automotores Gildemeister siguen sin solución.

Los tenedores de bonos de la empresa rechazaron la propuesta de reestructuración que hizo el 7 de abril pasado y ahora tiene que volver a buscar opciones para evitar caer en default.

La automotora pidió a los bonistas que aceptaran pérdidas de hasta 50% en la reestructuración, pero no logró el apoyo neceseario.

El canje de deuda anunciado por la empresa tenía por finalidad evitar un default, pero en el mercado estiman que el pago del próximo cupón no estaría amenazado.

Un inversionista extranjero que votó en contra de la propuesta dijo que lo que ofrecía la compañía hacía que la mayoría del costo lo pagaran los tenedores de bonos, dejando a los bancos y controladores casi sin que tuvieran que sufrir.

La misma fuente agrega que se les ha asegurado que el pago del próximo cupón no está en peligro y que será pagado como corresponde.

Consultado durante el fin de semana, un analista de renta fija de una corredora local dijo que la empresa va tener que volver con una mejor propuesta y que los bancos probablemente se involucren. Manifiesta que no estima que un default sea inminente, pero que el rechazo deja a la empresa en una posición complicada.

La propuesta de Gildemeister pedía a los inversionistas entregar hasta 700 millones de bonos denominados en dólares como parte de un canje de deuda destinado a fortalecer la estructura de capital de la compañía. A cambio, los tenedores de bonos recibirían hasta 690 millones de dólares en bonos con vencimiento en 2020 y 2035. Uno de los bonos tendría una tasa nominal de 9% y el segundo no pagaría intereses, pero estaría denominado en UF.

El canje de deuda propuesto reduciría los pagos anuales de intereses de la compañía por cerca de $30 millones, de $53 millones, según cálculos de Bloomberg.

Dicho canje habría reducido los pagos de intereses anuales y la exposición al tipo de cambio para la empresa. Gildemeister necesitaba que sobre el 50% de los tenedores de bonos lo aprobaran .

GMP Securities, en Nueva York, en su momento concluyó que el canje de deuda propuesto sería difícil de vender a los bonistas, ya que los dejaría con la mitad del valor nominal de los bonos existentes.

"En nuestra opinión, es poco probable que la empresa vaya a obtener la aprobación del 50 por ciento extra que se necesita", decía el informe citado en su momento por Bloomberg.

Diego Torres, analista de MCC, expresó en abril, respecto de la propuesta de US$ 330 millones de notas que no pagan intereses, que estas serían difíciles de transar y prácticamente sin valor, en parte porque son denominadas en unidades indexadas a la inflación de Chile. Eso las hace poco atractivas para los inversionistas extranjeros, dijo. Además de no pagar ningún interés, no maduran durante 20 años.

Incluso los bonos que pagan intereses probablemente se transen por debajo de su valor nominal, dijo Torres a Bloomberg. "Los términos de este intercambio son muy desventajosos", sostuvo.

El mercado venía anticipando una reestructuración de los bonos de Gildemeister después que la caída en el peso hiciera subir el costo de los vehículos de importación de la empresa, al mismo tiempo que la desaceleración de la economía golpeara las ventas.

La compañía triplicó su carga de deuda durante los últimos cuatro años para expandirse, en medio de un boom de consumo y gasto en Chile. Desde entonces, el crecimiento económico de nuestro país ha caído a su nivel más bajo en cinco años, minando la demanda de automóviles.

A eso hay que sumar su desastrosa apuesta en Brasil, donde tuvieron que cerrar sus operaciones y asumir fuertes pérdidas.

En marzo, la empresa tuvo que arrendar el edificio corporativo, ya que no encontró compradores. El precio –se dice – rondaba los US$ 5 millones.

Mal año para basura chilena

El último año no ha sido bueno para inversionistas en bonos basura de empresas chilenas.

La Polar y Alsacia –el mayor operador del Transantiago– se han visto forzados a aplicar una reestructuración de deuda para evitar un default.

Inversiones Alsacia el año pasado utilizó un canje de deuda para retrasar los pagos de capital para el año 2018. La semana pasada, los nuevos bonos cotizaban a 67 centavos de dólar el par. En tanto, La Polar completó en diciembre su reestructuración de deuda local. 

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