Itaú Unibanco -el nombre que recibe la entidad bancaria brasileña que en Chile absorbió la operación de Corpbanca- inició un plan para cerrar hasta 400 sucursales en Brasil.
El mayor banco de ese país está reaccionando, como toda la banca, a la fuerte migración de clientes al segmento electrónico.
Lo informado se traduce en dar de baja casi 10% de los cerca de 4.200 puntos de atención del banco en Brasil. Según fuentes citadas por Reuters, el cambio puede suceder en dos etapas, una primera que implicaría el cierre de la mitad dentro de los próximos 12 meses, y el resto el año siguiente.
«El movimiento de las agencias está cayendo y el escenario competitivo está cambiando rápido», dijo una de las fuentes, refiriéndose a rivales más recientes, como las fintechs y los arreglos de pagos.
Los brasileños no son los únicos.
En Europa la banca española ha cerrado casi 1.000 sucursales y despedido a más de 2.300 trabajadores, todo en medio de la retirada de los clientes de los canales de atención física. CaixaBank, la entidad que más oficinas posee en España (en total 4.537), prevé dar de baja, hasta el año 2021, 821 sucursales.
Santander propone más de 3 mil despidos
El gigante español Santander, también con operaciones en Chile, propuso una reducción del 11% de su plantilla en España.
Según informó Bloomberg, la institución financiera española comunicó a los sindicatos que la medida implicará la eliminación de 3.700 empleos y el cierre de 1.150 sucursales, de acuerdo a un comunicado publicado el martes por el sindicato CCOO. La mayoría de los despidos se harán en sucursales minoristas, aunque algunos empleos en las oficinas centrales también se verán afectados.
«Es altamente preocupante una cifra tan elevada de destrucción de empleos», criticó el sindicato, que representa a los trabajadores del banco, en el comunicado. «Por lo tanto nuestro primer objetivo será tratar de reducir las cifras planteadas por el banco».
La medida forma parte de un plan global orientado a reducir los costos anuales en 1.200 millones de euros (US$1.400 millones) mientras el banco busca maneras de contrarrestar un entorno de baja tasa de interés que erosiona las ganancias en Europa. Santander ha sido presionada por inversionistas para que refuerce su colchón de capital, que se encuentra entre los más bajos respecto a sus pares regionales.
La unidad española de Santander sumaba 32.366 empleados en 4.366 sucursales a fines de marzo, según el informe del primer trimestre del banco.
Como parte de la iniciativa para reducir costos, la empresa también planea cerrar 140 sucursales en el Reino Unido y eliminar 1.400 empleos en Polonia, reduciendo su fuerza laboral en aquel país en un 11%.
En octubre del año pasado, el Diario Financiero informó que las fusiones y adquisiciones a nivel local también tienen efectos. Scotibank, puso un plan de venta de activos inmobiliarios, que se tradujo en la reciente venta de su edificio corporativo del centro de Santiago en US$ 35 millones, a lo que debería sumar la venta de otros bienes inmuebles prescindibles, para recaudar por estas eficiencias, sobre US$ 60 millones.
Según informó La Tercera en octubre pasado, el fusionado banco, de paso, planeaba el cierre de unas 40 sucursales tras la fusión con el BBVA.
