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Cuando “Bernanke” habla, el mercado escucha


Desde hace un buen tiempo que Ben Bernanke es un referente para los mercados mundiales y cada vez que él habla, da un discurso o aparece en una conferencia de prensa, uno mira los índices. ¿Por qué? Porque según lo que él diga los números se ponen rojos o verdes e inversionistas lamentan o celebran sus palabras.

El hablar es parte de su estrategia de hacer a la Fed más transparente y de mejorar la imagen de la institución, que sufrió un fuerte deterioro durante la crisis subprime. Desde que asumió el cargo Bernanke ha tomado varias medidas para brindar mayor claridad sobre el funcionamiento interno del banco central más poderoso del mundo. Este año Bernanke comenzó a dar conferencias de prensa en paralelo a la divulgación de las previsiones económicas del banco, algo inimaginable en la era de Alan Greenspan.

Y esto es lo más interesante de Bernanke. Más allá de ser el presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos Ben Shalom Bernanke, economista, político y Republicano oriundo de Georgia, es un estratega que ha sabido jugar con los términos y referirse a ciertas situaciones y medidas con frases muy medidas, calculadas y estudiadas. Y es por eso que cuando Bernanke habla, los mercados escuchan.

Miren este ejemplo: a principios del año pasado la Reserva Federal de Estados Unidos anunció que su plan de compras de bonos por US$ 600.000 millones terminaría en junio, aunque entregó una evaluación un poco más pesimista sobre la economía de Estados Unidos y sugirió que la entidad no estaba apurada en elevar la tasa de interés.

El discurso cambiaría conforme avanzaba el año, justo antes que comenzará un período de volatilidad como pocas veces se vio en los mercados. Haciendo pequeños ajustes en el discurso mensual y cambiando una que otra palabra, Bernanke pintó el panorama futuro… o el que se proyectaba.

Esto es lo que dijo en marzo de 2011: “El comité intenta completar las compras de bonos de largo plazo del Tesoro por US$ 600.000 millones a fines del segundo trimestre del 2011«.

Un mes después usó el mismo discurso pero varió levemente el mensaje y dijo que “El comité completará las compras de bonos del Tesoro de largo plazo por US$ 600.000 millones a fines del actual trimestre«.

Con esta modificación daba a entender que el programa de compras de bonos tenía una fecha clara de término, enviando una señal a los mercados y poniéndole fecha de término a la intervención de la FED.

Paralelamente a esto en marzo dijo: «La recuperación económica lleva un ritmo más firme». El 16 de ese mes el Dow Jones estaba en los 11.613 puntos y el 15 de abril ya alcanzaba los 12.341 puntos y seguía subiendo. También en marzo señaló que «las condiciones generales en el mercado laboral parecen estar mejorando gradualmente». Y en abril lo reafirmó diciendo que “las condiciones generales en el mercado laboral están mejorando gradualmente». La FED tenía razón y al modificar la expresión «parecen estar» a «están» y demostraba que la Reserva Federal estaba un poco más confiada en la recuperación del mercado laboral doméstico.

Su discurso cambió nuevamente cuando las cosas en Europa comenzaron a complicarse y los datos en Estados Unidos empezaron a moderarse. Otra vez Bernanke tomó la palabra. En abril la recuperación económica pasó de llevar un ritmo firme a avanzar “a un ritmo moderado». Sus palabras se cumplieron y en junio esto se reflejó en el bajón en los mercados ese mes, donde el Dow Jones cayó hasta los 12.000 puntos. Hubo un pequeño rally durante julio, pero el caos y la volatilidad se desataron desde agosto, cuando el Dow Jones cayó abruptamente casi dos mil puntos hasta los 10.700.

En agosto de 2011 Bernanke llevó el tema de transparencia en la Fed a otro nivel: Tomó la decisión sin precedentes al anunciar que mantendría las tasas «excepcionalmente bajas» hasta la mitad del 2013. Con anterioridad, la Fed sólo se había limitado a decir que las tasas seguirían bajas por «un periodo prolongado».

Y si esa decisión fue osada, la de marzo de este año la rompió: La Fed se unió a Twitter y ya tiene más de 18.000 seguidores.

La decisión de Bernanke de usar sus palabras como una herramienta más de la política monetaria del banco no ha sido bienvenida por todos. Hay economistas que creen que no es recomendable que el Banco Central muestre todas sus cartas al mercado, pero para este columnista, mientras más transparencia mejor. Sus palabras seguirán siendo objeto de minuciosos análisis en bancos, corredoras y universidades. Porque cuando el presidente de la Fed habla, los mercados están obligados a escuchar.

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