La fecha límite se acerca para el pago de un millonario vencimiento de deuda que sostiene el gobierno de Argentina.
El próximo 3 de agosto se producirá el vencimiento de los denominados «Boden 2012», por un total de US$2.281 millones, los cuales son títulos públicos emitidos en julio de 2002 -durante el trascurso de la crisis financiera que afectó a ese país- para ser entregados a los clientes bancarios cuyos depósitos quedaron atrapados en el denominado «corralito».
Según el ministro de Economía argentino, Hernán Lorenzino, el gobierno de Cristina Fernández está «terminando con el corralito, con el claro objetivo de administrar los recursos del Estado en beneficio de la gente, apostando a la producción, al empleo y al crecimiento con inclusión social».
El secretario de Estado, comentó que el gobierno trasandino lleva adelante una «política de desendeudamiento» con el objetivo de «tomar decisiones con absoluta libertad».
El tema es tomado con mucha importancia por las autoridades locales.
Incluso, en la página web del Ministerio de Economía hay una cuenta regresiva del vencimiento, con una leyenda que dice «terminamos de pagar el corralito (…) Sin deuda, somos más libres».
Un año antes, Argentina había reestructurado la mayor parte de la deuda por US$102 mil millones en manos de acreedores privados declarada en mora a finales de 2001.
Los vencimientos totales de deuda trasandina previstos para el presente año ascienden a US$9.805 millones y el del 3 de agosto es uno de los mayores de 2012.
