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Premios Nacionales de Historia rechazan el cambio curricular: “Estamos ante una tentativa de adecuar la Educación Media a las necesidades del sistema capitalista neoliberal” CULTURA

Premios Nacionales de Historia rechazan el cambio curricular: “Estamos ante una tentativa de adecuar la Educación Media a las necesidades del sistema capitalista neoliberal”

Los premios nacionales de Historia, Lautaro Núñez (2002), Gabriel Salazar (2006), Jorge Pinto (2012) y Julio Pinto (2016) firmaron una declaración junto a otros académicos donde sostienen que la reforma decidida por el Consejo Nacional de Educación contribuye a «la formación de sujetos irreflexivos, incapaces de contrastar conceptos teóricos con la realidad pasada y presente».


Las reacciones del mundo académico siguen tras la  polémica decisión del Consejo Nacional de Educación de dejar el ramo de Historia como opcional y no obligatorio para los estudiantes de tercero y cuarto medio. Ahora fue el turno cuatro Premios Nacionales de Historia, quienes mediante una declaración pública en conjunto con varios profesores de distintas universidades, emitieron su total rechazo al cambio curricular mediante la frase «¡Resistir el ataque contra la historia, la memoria y el pensamiento crítico y emancipatorio!».

Los premios nacionales de Historia, Lautaro Núñez (2002), Gabriel Salazar (2006), Jorge Pinto (2012) y Julio Pinto (2016) firmaron el documento en el cual se atribuye esto a «las fuerzas que sostienen y se benefician del orden neoliberal en Chile», las que «han lanzado un ataque en regla contra el pensamiento crítico y emancipatorio recortando la asignatura de Historia».

Los docentes consideran que las justificaciones de parte del Mineduc y del CNED son «inconsistentes» por basarse en la integración al plan común del ramo de Filosofía (lo cual valoraron) y la enseñanza de competencia y formación ciudadana, aspectos, que según el documento, «fueron desatendidos durante décadas».

«Estamos ante una tentativa de adecuar la Educación Media a las necesidades del sistema capitalista neoliberal», sostuvieron.

«El centro de esta reforma tecnocrática (urdida por ocho personas, cuatro de ellas designadas por Bachelet, una por Piñera y tres por distintos organismos educacionales públicos y privados) tiene un claro contenido ideológico pues busca conquistar la hegemonía sobre los usos sociales de la memoria y de los saberes históricos, despojando de estas competencias a quienes más lo necesitan», añadieron.

Se enfatiza en la «nula participación de la comunidad educativa» en esta decisión y en la «madurez emocional, social e intelectual que necesita un estudiante para comprender los complejos procesos de la Historia Mundial», aludiendo al los alumnos de tercero y cuarto medio.

«Pareciera ser que los ideólogos de esta reforma entienden la Historia como el aprendizaje memorístico de fechas, personajes y realizaciones, desvinculadas de procesos más profundos», aseveraron.

Los autores indicaron que esta modificación contribuye a la «formación de sujetos irreflexivos, incapaces de contrastar conceptos teóricos con la realidad pasada y presente», lo que conllevaría a «privarlos del ejercicio efectivo de su soberanía».

«Llamamos a las comunidades educacionales y a la ciudadanía en general, a organizarse y movilizarse para resistir la inducción a la desmemoria, la ahistoricidad y el sometimiento al “pensamiento único” de esta malhadada reforma», concluyeron.

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