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La OSCE renuncia a supervisar las elecciones presidenciales rusas

El anuncio se produjo poco después de que la Asamblea Parlamentaria de la entidad declinara una invitación para supervisar esos comicios, debido a las limitantes que se impusieron para llevar a cabo su cometido.


La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) anunció este jueves que no supervisará las elecciones presidenciales rusas del 2 de marzo en protesta a las trabas impuestas al trabajo de los observadores.



«La Federación (Rusa) ha creado limitaciones que no son propicias para llevar a cabo la observación electoral», indicó Christian Strohal, director de la Oficina para las Instituciones Democráticas y los Derechos Humanos (ODIHR) de la OSCE.



El experto rechazó la acusación expresada por el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, quien afirmó que las demandas de la OSCE para supervisar las presidenciales eran un «ultimátum, y los países que se respetan no aceptan ultimátum».



«No damos ningún ultimátum. No es nuestro lenguaje. Tratamos de hacer un trabajo profesional y cumplir nuestro mandato», dijo Strohal en rueda de prensa en Viena.



Aseguró que «las limitaciones y las restricciones han sido tantas que no podíamos cumplir nuestro mandato».



La ODIHR, encargada de evaluar los estándares democráticos en los comicios, ha mantenido una disputa con los responsables de las elecciones rusas sobre la dimensión y las fechas de inicio de la misión de observadores para supervisar las presidenciales rusas.



El anuncio se produjo poco después de que la Asamblea Parlamentaria de la OSCE hubiera declinado una invitación para supervisar esos comicios.



«Una invitación a un lugar donde la puerta está cerrada por dentro, es difícil de aceptar», sentenció Strohal.



«Hicimos todos los esfuerzos de buena fe para desplegar nuestra misión, incluso bajo las condiciones impuestas por las autoridades rusas», aseguró.



El experto austriaco advirtió de que «lo que es válido para cada elección también es válido para ésta: la transparencia fortalece la democracia, la política de puertas cerradas la debilita».



Rusia, indicó el diplomático austriaco, estableció «severas restricciones sobre la composición y duración de la misión, de forma contraria a las anteriores elecciones supervisadas en Rusia».



La ODIHR había solicitado a la Comisión Electoral Central (CEC) de Rusia comenzar su misión de observación el próximo día 11 de febrero, mientras que las autoridades rusas inicialmente habían accedido a recibir observadores a partir del 28, esto es, sólo tres días antes de la votación.



A comienzos de esta semana la jefatura de la CEC celebró consultas con representantes de la ODIHR y propuso elevar de 70 a 75 el número de sus observadores y autorizar su ingreso en el país a partir del 20 de febrero.



Sin embargo, la ODIHR reiteró que deseaba enviar a sus observadores a Rusia como mínimo dos semanas antes con el fin de supervisar la campaña electoral, y no sólo la jornada de votación.



«Unas elecciones son más que lo que ocurre el día de la votación», explicó el director de la ODIHR, que apuntó al derecho de los ciudadanos de acudir a las oficinas públicas, la creación de partidos políticos, una campaña electoral libre, y la inscripción de los candidatos.



«Se nos impidió observar muchas partes importantes del proceso electoral, comenzando con la inscripción de candidatos y aspectos de la campaña, incluida la labor de los medios de comunicación», subrayó Strohal.



También por problemas de plazos y de reducción del número de observadores, la ODIHR se negó a observar los comicios parlamentarios rusos del pasado 2 de diciembre, lo que le valió duras críticas por parte del Kremlin.



Strohal afirmó que «Rusia es el único país que ha rechazado las condiciones mínimas de observación electoral», y la única explicación sobre las causas de esta actitud que recibieron los observadores por parte de Moscú, fue que «ésta es la posición fundamental de Rusia».



EFE

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