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Superpoderosos tendrán «la última palabra» en candidatura demócrata

Faltan varias semanas, así es que hay que esperar, pero lo que queda claro es que la competencia es tan cerrada que al final serán los »super delegados» lo que elijan al ganador.Por Lourdes Heredia (BBCMundo.com)


Mientras el republicano John McCain se concentrará en juntar fondos y fuerzas para la batalla final del 4 de noviembre, los demócratas intensificarán la lucha fraticida por la nominación de su partido.



Hillary Clinton, tras sus victorias en Texas y Ohio, dejó en claro que no piensa darse por vencida. La campaña de Barack Obama por su parte, se dio cuenta que tiene que defenderse de los ataques de su contrincante si quiere sobrevivir en esta batalla sin cuartel.
Por eso no hay que extrañarnos al ver que se atacan unos a otros, muchas veces utilizando la misma retórica.



El sábado Obama ganó en Wyoming y se espera que el martes obtenga una mayoría en Missipi. Pero aquí lo que importa, por lo menos para Clinton, es lo que pasará el 22 de abril en Pennsylvania, el último estado que cuenta con un gran número de delegados (188).



Para la ex primera dama, esta estapa podría consolidar su carrera y por ahora las cosas se ven bastante bien para ella. Según las encuestas, va por encima de Obama, y además, lleva mucho más dinero recaudado en Pennsylvania (el senador de Illinois le lleva la ventataja a nivel nacional).



Faltan varias semanas, así es que hay que esperar, pero lo que queda claro es que la competencia es tan cerrada que al final serán los «super delegados» lo que elijan al ganador.



El sistema es bastante complicado, pero trataré de simplificarlo. Hagamos de cuenta que la Convención Nacional del partido, que se celebra este año a finales de agosto en Denver, solía ser el evento donde se oficializaba al candidato elegido democráticamente en las primarias y caucus. Este año, sin embargo, será en esta fiesta donde se elegirá entre Clinton y Obama.



A esta fiesta están invitados los delegados (elegidos por votos) y los «superdelegados». Los últimos tienen poderes especiales y son la «crema y nata del partido», vienen a conformar la familia en la boda. Estos «tíos y tías» son ex gobernadores, ex presidentes (como Bill Clinton), legisladores, etc. Por eso, se sientan en las mejores mesas y conforman nada menos que el 39 por ciento de los puntos necesarios para que un aspirante gane.



En esta «boda», al no haber un claro ganador, dependerá de ellos el resultado. Por ahora Obama cuenta con 140 delegados más que Clinton, pero ninguno logrará — a menos que suceda algún milagro — el número mágico para ganar: 2025.



Para llegar a la meta necesitarán el apoyo de los 796 «super» que pueden otorgarle el voto a cualquiera de ellos. Por eso, a pesar de la importancia de estas primarias, no hay que olvidar que los superpoderosos tienen la última palabra.



BBCMundo.com

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