Publicidad

Ottawa pide a la UE que no prohíba los productos derivados de la foca

Organizaciones de defensa de los derechos animales como IFAW o la Sociedad Protectora de Animales de Estados Unidos (HSUS) llevan años organizando campañas para solicitar la eliminación de la caza de los mamíferos por parte de Canadá, por considerarla una práctica inhumana que se ha convertido en la mayor caza de mamíferos marinos del mundo.


Ottawa advirte a la Unión Europea (UE) que prohibir la importación de productos derivados de la caza de focas sentaría un «peligroso precedente» y manifestó que espera discutir con Bruselas la exención de productos canadienses.



La declaración se produce luego que la Comisión Europea (CE) propusiera durante la presente jornada prohibir el comercio de productos derivados de la caza de los mencioandos mamífersos con métodos que inflijan dolor innecesario a estos animales.



La normativa impedirá la comercialización y la importación, el tránsito y la exportación de productos derivados de la foca en la UE.



«Una vez más nos gustaría advertir a los políticos europeos que adoptar amplias regulaciones para prohibir productos de una caza responsable, sostenible y bien regulada es una pendiente peligrosa», afirmó el ministro de Pesca canadiense, Loyola Hearn, a través de un comunicado de prensa.



«Plegarse a la desinformación y la retórica emocional para restringir el comercio de animales cazados de forma humana sentaría un peligroso precedente para todas las cazas silvestres», añadió Hearn.



Organizaciones de defensa de los derechos animales como IFAW o la Sociedad Protectora de Animales de Estados Unidos (HSUS) llevan años organizando campañas para solicitar la eliminación de la caza de focas en Canadá por considerarla una práctica inhumana que se ha convertido en la mayor caza de mamíferos marinos del mundo.



La organización IFAW dijo hoy que la decisión de la Comisión Europea, «es un paso muy positivo».



«Cerrar los mercados europeos a los productos de foca canadienses debería ser una seria llamada de advertencia para nuestro Gobierno», afirmó Sheryl Fink, investigadora de IFAW.



Por su parte, HSUS dijo que esperaba que «este sea el inicio del fin de un comercio cruel de productos de focas y un fuerte golpe a la caza comercial de focas canadienses».



En los últimos años, unas 330.000 focas arpa -en su mayoría de pocas semanas de edad- son cazadas cada primavera en las aguas del Atlántico canadiense entre las protestas de las organizaciones ecologistas.



En diciembre, un estudio elaborado por el Panel de Salud y Bienestar Animal de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) para determinar si se podía matar a las focas de manera rápida y efectiva sin causarles dolor determinó que hay formas de evitar el sufrimiento, pero en la práctica no siempre se aplican.



El panel de expertos recalcó la necesidad de entrenar a los cazadores de focas «para asegurar un elevado estándar de competencia en el uso de armas y palos así como técnicas efectivas para controlar la inconsciencia y muerte».



El Instituto de la Piel canadiense, que agrupa a empresarios del sector de productos de foca, calificó la propuesta de la Comisión Europea como «discriminatoria e irresponsable».



EFE

Publicidad

Tendencias