Publicidad

Las altas temperaturas sacan a relucir el lado indigente de Hong Kong

«Creemos que las altas temperaturas previstas para los próximos días -más de 30 grados centígrados- pueden ser fatales para muchas personas que viven en espacios de 50 pies cuadrados (4,6 metros cuadrados)», dijo Tim Pang, organizador comunitario de SoCO.


La renta per cápita de los ciudadanos Hong Kong se sitúa entre las más altas del mundo (29.918 dólares al año), sin embargo, unos 100.000 habitantes de esta próspera economía viven en cubículos de 4,6 metros cuadrados, un contraste que se vuelve esperpéntico cuando el termómetro alcanza los 30 grados.



Las recientes e intensas lluvias, el calor plomizo y una humedad por encima del 75 por ciento son una mezcla explosiva para la comunidad menos favorecida de Hong Kong, según ha alertado la organización no gubernamental Society for Community Organization (SoCO).



«Creemos que las altas temperaturas previstas para los próximos días -más de 30 grados centígrados- pueden ser fatales para muchas personas que viven en espacios de 50 pies cuadrados (4,6 metros cuadrados)», dijo Tim Pang, organizador comunitario de SoCO.



Estos espacios son conocidos también con el nombre de «casas-jaula», por ser camastros en disposición de litera separadas unas de otras por rejas.



La ausencia de aire acondicionado o reducida ventilación, unida a una escasa higiene, además de la humedad y el calor, lleva a que los piojos, las ratas, cucarachas y otros insectos se multipliquen en este tipo de habitáculos, una situación a la que unos escuetos ingresos, destinados en más de un 30 por ciento al pago de la «casa-jaula», poco pueden aliviar.



Paradójicamente, las alrededor de 100.000 personas que viven en estas condiciones no podrán beneficiarse del reciente paquete económico (11.000 millones de dólares de Hong Kong, unos 1.411 millones de dólares, 886 millones de euros-) anunciado por el Gobierno local para aliviar los efectos de la inflación, denunció Pang.



«El problema es que si el Gobierno ha previsto ayudar en la cuenta de electricidad y agua, el requisito que pone es ayudar al que paga la cuenta», añadió.



«En el caso de los hombres que viven en ‘jaulas’ lo que ocurre es que éstos pagan su parte proporcional al propietario, quien es además el titular de la cuenta y quien se beneficia de la ayuda, y quien, en todo caso, decide si repartir esa ayuda entre los inquilinos de las ‘jaulas'», expuso.



Pang agregó que su organización ha pedido «medidas a corto y largo plazo al Gobierno».



«Por un lado hemos solicitado que intervenga en el mercado de los alquileres y que controle los precios para aquellos con menores recursos. Al mismo tiempo hemos pedido que acelere el traslado a las casas de protección oficial (una media de 7 metros cuadrados por persona) para aquellos que viven en ‘casas-jaula'», sostuvo.



El servicio de Viviendas de Protección Oficial, el único (entre los tres departamentos gubernamentales consultados) en no reenviar la pelota a otra oficina o mostrar reticencia en responder por la suerte de los 100.000 inquilinos de las «casas-jaula», explicó que el Gobierno local saca unas 30.000 viviendas de protección oficial cada año.



Un portavoz de este departamento apuntó que en la actualidad hay unas 110.000 personas en lista de espera (desconocen cuántas de entre ellas representaban a los habitantes de los cubículos), además de afirmar que el promedio para obtener una vivienda de protección suele rondar los tres años, aunque, en los últimos años han conseguido reducir la lista de espera «a alrededor de 1,9 años».



La franja de alquiler mensual por este tipo de viviendas oscila entre los 252 y los 3.810 dólares de Hong Kong.



Además, «alrededor de un 61 por ciento de los inquilinos de las viviendas de protección oficial pagan menos de 1.500 dólares al mes», señaló la fuente, una cifra que contrasta con los 900 a 1.400 dólares hongkoneses que demandan los propietarios de las «casas-jaula».



Según las estimaciones de SoCO los ingresos de los 100.000 habitantes de los cubículos no superan los 5.000 dólares de Hong Kong al mes (cuando realizan algún tipo de trabajo), mientras que los que sólo cuentan con la ayuda de los servicios sociales tienen que arreglárselas con la mitad de esa cantidad.



Por otra parte, trasladar a los actuales inquilinos de las «casas-jaula» (en manos privadas, en una ciudad que lidera los alquileres más caros del planeta), a viviendas de protección oficial no impedirá, de momento, la llegada de nuevos moradores a las primeras.



EFE

Publicidad

Tendencias