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BBC News Mundo

Paraguay: grupo armado ofrece recompensa por Fernando Lugo

El Ejército del Pueblo Paraguayo promete US$1.000 por la entrega del presidente y otros funcionarios.


El Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), un pequeño grupo armado al que las autoridades vinculan con posiciones de extrema izquierda, ofreció algo más de US$1.000 a quien le entregue al presidente de Fernando Lugo y a otras autoridades.

«Ofrecemos cinco millones de guaraníes y nuestra eterna gratitud a quienes nos entreguen a los siguientes verdugos del pueblo: Fernando Lugo, Rafael Filizzola (ministro del Interior) y cualquier parlamentario, ministro o miembro de la Corte Suprema de Justicia», dice un comunicado atribuido al EPP, que las autoridades le entregaron a la prensa.

«No tenemos mucho dinero, pero sí mucha dignidad», afirma el documento que habría sido hallado en el campamento que el jueves pasado fue descubierto por la policía, tras el enfrentamiento con presuntos miembros del EPP en el que murieron dos efectivos.

El gobierno, por su parte, ha ofrecido 1.500 millones de guaraníes (unos US$317.000) de recompensa a quien provea datos fidedignos que conduzcan a la detención de los líderes del grupo armado.

Además de criticar a Estados Unidos y calificar al presidente de Colombia, Álvaro Uribe, de «cachorro del imperio», el comunicado del EPP insta a los efectivos de las fuerzas militares y policiales a que se rebelen.

«Están apuntando sus armas al revés, ustedes son hijos del pueblo. Apunten a los ricos, a los politiqueros burgueses, a los imperialistas, a vuestros privilegiados jefes que se dan la buena vida mientras ustedes sufren lo peor», dice el manifiesto.

Frecuencia de la policía

Un contingente de unos 40 efectivos perteneciente a la Fuerza Operativa de la Policía Especializada (FOPE), un grupo élite preparado y asesorado por la policía colombiana, realizaba un rastrillaje en el lugar conocido como Kurusu (Cruz) de Hierro, en el norte del país, en busca de miembros del EPP cuando fueron atacados en un bosque cerrado, presuntamente por los principales líderes del grupo.

Luego de la balacera, los agentes descubrieron un campamento, aparentemente el «Estado Mayor» del EPP, donde encontraron desde ropa interior de mujeres y toallas higiénicas hasta una computadora portátil con módem para internet.

También se hallaron teléfonos celulares, una cámara fotográfica, una filmadora, uniformes militares camuflados y fotografías de políticos, ganaderos, sojeros y magistrados de la Corte Suprema de Justicia.

Fuentes de organismos de seguridad citadas por el diario Última Hora, de Asunción, dijeron que en el lugar se encontraron dos radios con frecuencia de la policía, con lo que se supone que los supuestos guerrilleros conocían qué caminos tomar para movilizarse de un lugar a otro y esquivar a los efectivos.

Desde enero de 2009, cuando supuestos miembros del EPP quemaron un destacamento militar, hasta la fecha, el gobierno de Lugo realizó cinco operativos, varios de ellos conjuntos entre militares y policías, pero ninguno de los sindicados por el Ministerio Público como líderes del grupo guerrillero pudo ser detenido.

«El gobierno prepara ahora un nuevo operativo, pero esta vez con mayores posibilidades, pues las fuerzas de seguridad cuentan con abundante información sobre el grupo», dijo a la prensa el viceministro de Seguridad Interior, Carmelo Caballero.

«El hallazgo del campamento con abundantes evidencias permite preparar nuevas estrategias. Estamos trabajando para diseñar nuevos operativos», completó Caballero.

Preguntas sin respuestas

El enfrentamiento con los supuestos integrantes del EPP dejó interrogantes que requieren respuestas. Por ejemplo: si tenían dos radios con la frecuencia policial, ¿cómo no se percataron de la cercana presencia de agentes en la zona? Si hubo una balacera, casi cuerpo a cuerpo, ¿cómo y por qué, teniéndolos tan cerca, no pudieron capturarlos?

Al respecto, el sociólogo y politólogo Tomás Palau le dijo a BBC Mundo que consideraba «un insulto a la inteligencia» las explicaciones brindadas por las autoridades. «Ni ésas ni otras preguntas tienen respuestas coherentes», manifestó.

A criterio de Palau, el EPP no es una organización guerrillera. «Usa las armas, pero no todo grupo que usa armas es guerrillero marxista. El EPP se mueve haciéndole constantemente el juego a la ultraderecha, que presiona al gobierno para seguir manteniendo sus privilegios”, afirmó Palau.

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