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El conflicto en Irak revive los sueños de independencia de los kurdos Los medios de la zona han saludado una reunificación histórica de las tierras kurdas

El conflicto en Irak revive los sueños de independencia de los kurdos

El estatus especial de Kirkuk como ciudad disputada fue reconocido en la Constitución posterior a Sadam Hussein, que exhorta a la «normalización» de la situación en la ciudad mediante el regreso al sur de los árabes establecidos allí por el depuesto gobernante, la restauración de los kurdos expulsados, un censo y un referendo sobre la opción de que la provincia se una a la región autónoma de Kurdistán.


Mientras Irak desciende más profundamente en el caos y el fuego se acerca a Bagdad, los kurdos en el norte han sacado ventaja del tumulto para expandir y reforzar su control en la provincia de Kirkuk, rica en petróleo y durante mucho tiempo objeto de sus sueños y aspiraciones.

La medida fue tanto defensiva como ambiciosa, con fuertes elementos de oportunidad y riesgo.

«Parte de la motivación fue impedir un desastre humanitario», indicó una fuente en Irbil.

«Si no hubiéramos llenado el vacío dejado por el ejército iraquí, el torrente de desplazados habría invadido la región de Kurdistán. Teníamos medio millón de personas tocando la puerta.

«Es mucho más simple enviar 100 peshmergas (fuerzas militares kurdas) a defender el fuerte y mantener la seguridad, para contener a los refugiados. Una vez que entraron nuestras unidades, los desplazados empezaron a regresar».

Pero eso no es todo. Los medios kurdos han saludado el paso como una reunificación histórica de las tierras kurdas.

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La joya de la corona

La ciudad de Kirkuk, con una población mixta de kurdos, árabes y turcomanos, ha sido durante mucho tiempo un tema espinoso en la política iraquí.

Su estatus especial como ciudad disputada fue reconocido en la Constitución posterior a Sadam Hussein, que exhorta a la «normalización» de la situación en la ciudad mediante:

  • El regreso al sur de los árabes establecidos allí por el depuesto gobernante.
  • La restauración de los kurdos expulsados.
  • Un censo.
  • Un referendo sobre la opción de que la provincia se una a la región autónoma de Kurdistán.

Pero eso nunca ocurrió y Kirkuk, así como otras áreas disputadas a lo largo de la línea divisoria étnica árabe-kurda, ha sido foco de tensión entre las fuerzas kurdas y las del gobierno iraquí.

Estas últimas se han esfumado, dejando que Kirkuk caiga en manos de los kurdos como una fruta madura.

Con el resto de Irak aparentemente desintegrándose por divisiones sectarias y el gobierno central en Bagdad en desbandada, pasará mucho tiempo antes de que una autoridad iraquí pueda desafiar la absorción de los kurdos de la que consideran su joya de la corona.

La región de Kurdistán ya irritó a Bagdad al irse por su cuenta y vender su petróleo y gas directamente a través de su vecino norteño Turquía, con el cual el gobierno regional kurdo (KRG) ha desarrollado una sociedad, pese a las suspicacias históricas turcas del nacionalismo kurdo.

Ahora parece probable que la adquisición de Kirkuk, tanto la ciudad como la provincia con sus ricos yacimientos petrolíferos, impulse la tendencia hacia la independencia de Kurdistán.

Fuerzas dominantes

«Por supuesto que acerca más la independencia», señaló una fuente confiable.

«Hemos perdido la esperanza en la sensatez de quienes gobiernan Irak. No queremos ser parte del fracaso de algo de lo cual no somos responsables. Nadie dio más que nosotros en el esfuerzo por mantener a Irak unido, pero ahora nos estamos rindiendo».

No obstante, la medida no está libre de riesgos.

En los últimos años, ha habido en Kirkuk muchos atentados suicidas y otros atribuidos a radicales sunitas, muy raros dentro del área autónoma del KRG.

Si se propaga la inestabilidad, podría afectar el actual auge en inversiones y actividad económica en Kurdistán, que ha florecido mientras el resto de Irak se estancaba.

Si las áreas sunitas comenzaran a separarse, mucho dependerá de la composición de las fuerzas dominantes que participen del proceso.

Otros eslabones

Hasta ahora, el rostro público que ha resonado en el mundo es el del derivado ultrarradical de al Qaeda conocido como ISIS, el Estado Islámico de Irak y el Levante.

Pero al igual que con la insurgencia antiestadounidense a partir de 2004, hay claramente otros eslabones en la revuelta, que explican su resonancia y la velocidad de su movimiento a través de las áreas principalmente sunitas donde se concentra.

Los kurdos no simpatizan con los radicales del ISIS, pero están en contacto con otros elementos, incluidos líderes tribales y comandantes de los llamados Consejos Militares de los Revolucionarios Iraquíes (MCIR, por sus siglas en inglés), que incluyen muchos exoficiales experimentados del ejército iraquí.

Éstos garantizaron a los kurdos que no van a invadir las fronteras del KRG, según un portavoz de los MCIR.

Los MCIR sostienen que sus combatientes son el elemento más significativo en la revuelta, con los militantes tribales en segundo lugar e ISIS en tercero, a pesar de la atención que este último despierta en los medios.

Cuando los rebeldes sunitas se apoderaron en enero de la ciudad de Faluya, al oeste de Bagdad, el primer ministro irakí Nuri al Maliki pidió a los kurdos que enviaran peshmergas para que ayudarana a expulsarlos.

Pero tal solicitud fue rechazada. El mensaje de la dirigencia kurda a los MCIR, al contrario, fue que Irbil no estaría contra el establecimiento de los sunitas de su propia área autónoma, siguiendo el ejemplo de Kurdistán.

Eso no se aplicaría si el ISIS emergiera como fuerza dominante en las áreas autoadministradas por los sunitas. Su filosofía y prácticas son tan extremas que incluso ha sido repudiada por el movimiento internacional de al Qaeda, dirigido por el sucesor de Osama Bin Laden, Ayman al Zawahiri.

No es difícil imaginar en el futuro que las fuerzas kurdas ayuden a elementos «moderados» como los MCIR a repeler al ISIS.

Ya hay indicios de un potencial conflicto entre los eslabones del movimiento rebelde, aunque por ahora están cooperando.

«No hay fricción ni choques entre nosotros por el momento, pero planeamos evitarlos hasta que nos establezcamos y que las operaciones hayan terminado, entonces los sacaremos de Mosul», dijo una fuenre de los MCIR.

«Estamos advirtiendo a sus líderes que si cometen violaciones, se convertirán en nuestro primer enemigo, así que hasta ahora se están portando bien».

Contra la revolución

Políticamente, el punto de referencia espiritual para la corriente principal de grupos militantes sunitas, la Asociación de Eruditos Musulmanes (AMC por sus siglas en inglés), emitió un comunicado que claramente discrepa con la declaración radical del portavoz del ISIS, Abu Mohamed al Adnani.

Éste pedía venganza y ajustes de cuentas en Bagdad, y que los militantes marcharan a la ciudad chiita sagrada de Karbala, al sur de la capital.

Eso sería una receta para una masacre sectaria y la guerra civil entre sunitas y chiitas, algo que la AMC rechaza absolutamente.

«Rechazamos los llamados a que los revolucionarios vayan a Karbala, Nayaf y otros lugares, como inaceptables e irresponsables», señala el comunicado.

«Agitaría la hostilidad hacia la revolución y provocaría su fracaso, desviando su meta de ayudar a los oprimidos para causar conflicto entre los hijos de un pueblo, aparte del hecho de que todos saben que la mayoría de iraquíes del sur rechazan a Maliki y su pandilla, y sufren su opresión como todos nosotros».

La AMC insiste en que el perdón y la tolerancia deberían ser la clave en administrar las áreas «liberadas» y que no se debe perjudicar el sustento del pueblo ni imponerle códigos de vestimenta, incluso si no están en línea con los estrictos preceptos islámicos.

En otra referencia al ISIS, dice que ningún grupo debe atribuirse la representación de toda la revuelta ni tomar decisiones estratégicas sin consultar.

También pidió la liberación inmediata de los 49 ciudadanos turcos secuestrados por el ISIS en el consulado en Mosul, diciendo que podría contrariar a un poderoso vecino y causar una intervención.

Pero incluso la AMC acogió la meta de llegar a Bagdad, «porque el régimen gobernante está allí, la fuente de la opresión y los crímenes contra el pueblo, así que no hay otra manera de levantar el yugo mientras el régimen no cuide a su pueblo».

Aquí están las semillas de una lucha incipiente dentro del movimiento rebelde, aunque la AMC subrayó la necesidad de evitar la clase de caos y peleas internas que afectan a grupos opositores en el levantamiento antigubernamental en Siria.

Está claro que la actual revuelta sunita va más allá de la intrusión de yihadistas «terroristas» extranjeros, como denuncia Maliki.

Los estadounidenses y otros actores son conscientes de que la agitación refleja el fracaso de Maliki en atraer a las principales fuerzas políticas sunitas al proceso político y darles una participación, uno de varios factores que las inhiben de producir una respuesta contundente y decidida a sus pedidos de ayuda.

Pese a sus visibles diferencias, los varios elementos en la revuelta sunita concuerdan en la necesidad de llegar a Bagdad, una campaña que probablemente vea movimiento desde el oeste -la provincia de Anbar- así como el norte.

Pero al igual que con los kurdos en el norte, el curso de los acontecimientos dependerá en gran medida de qué eslabón predomine dentro del movimiento rebelde.

Si prevalece el ISIS, se puede esperar una lucha sectaria abierta. Pero si los grupos más moderados se imponen, podría haber espacio para el compromiso y la reconciliación.

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