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Senador de origen cubano y ex gobernador hermano de George W. Bush se oponen normalizar relaciones con La Habana

Senador de origen cubano y ex gobernador hermano de George W. Bush se oponen normalizar relaciones con La Habana

Marco Rubio legislador por el Estado Florida hará «todo lo posible» por bloquear las conversaciones, mientras Jeb Bush ex gobernador de la misma región y quien tiene aspiraciones presidenciales dijo que el acuerdo con la isla es el último «paso en falso» de la política exterior de Obama.


El senador republicano por Florida Marco Rubio anunció hoy su rechazo al levantamiento del embargo hacia Cuba y hará «todo lo posible» para bloquear en el Congreso las medidas tomadas por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama.

Marco Rubio, de origen cubano, calificó de «inexplicable» la decisión del presidente Obama de «premiar al régimen de Castro y comenzar el camino hacia la normalización de las relaciones con Cuba».

En un comunicado, el senador republicano de Florida anticipó que utilizará su puesto en el Comité de Relaciones Exteriores del Senado para intentar detener las acciones anunciadas por el presidente estadounidense.

Rubio declaró también a los medios de comunicación que la flexibilización del embargo «no traerá más democracia a Cuba, ni la liberación de los presos políticos», y se mostró convencido de que las medidas «no ayudarán en absoluto» a impulsar los derechos humanos en la isla.

Sin embargo, Rubio sí cree que el diálogo con Cuba servirá para darle al Gobierno de Raúl Castro «el impulso económico para ser una presencia permanente en Cuba durante varias futuras generaciones».

Los presidentes de EE.UU., Barack Obama, y de Cuba, Raúl Castro, anunciaron hoy el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre sus países y el levantamiento de parte de las restricciones económicas que pesan desde hace 53 años sobre la isla caribeña.

El anuncio permitirá normalizar las relaciones entre dos naciones enemistadas desde 1961, cuando comenzó a aplicarse un embargo económico a Cuba que, para ambos mandatarios, ha sido perjudicial.

Obama dijo que es hora de poner fin a una política hacia Cuba que está «obsoleta» y que «ha fracasado durante décadas», mientras Castro anunciaba también el «restablecimiento de las relaciones diplomáticas» y «medidas mutuas para mejorar el clima bilateral».

Paralelamente el exgobernador republicano de Florida  Jeb Bush, hijo y hermano de expresidentes de EE.UU., aseguró hoy que la restauración de los lazos diplomáticos con Cuba es el «último paso en falso» de la política exterior del presidente Barack Obama.
Bush, quien dejó entrever ayer su intención de competir por la candidatura presidencial, atacó a Obama por su decisión de reanudar inmediatamente las relaciones diplomáticas con la isla caribeña.

Bush consideró en su página de Facebook que este acercamiento supone «otra extralimitación de la autoridad ejecutiva» de Obama y de su Administración, y añadió que el acuerdo «mina la credibilidad de Estados Unidos y su apuesta por una Cuba libre y democrática».

A juicio de Jeb Bush los «beneficiarios» de esta decisión serán los «abyectos hermanos Castro, quienes han oprimido al pueblo cubano durante décadas».

Se mostró satisfecho por la liberación por «razones humanitarias» del subcontratista estadounidense Alan Gross, tras cinco años preso en las cárceles cubanas, un hombre «inocente que nunca debió haber sido encarcelado», ni mucho menos pasar cinco largos años con la salud mermada.

Sin embargo, Bush rechazó con firmeza la «desafortunada» decisión de Estados Unidos de liberar a cambio a tres «espías convictos», dijo en referencia a la liberación de los agentes cubanos del grupo de «Los Cinco» que cumplían condena en este país por espionaje.

Concluyó Bush con una contundente declaración en la que cargó contra Obama por «recompensar a los dictadores cubanos» que almacenan un «historial catastrófico» de violación de los derechos humanos.

En lugar de esto, Estados Unidos debería «fomentar los esfuerzos que realmente conducen» a la materialización de una «democracia legítima que finalmente prevalezca en Cuba».

 

 

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