Señor Director:
A raíz del asesinato de un guardia de seguridad en una tienda de la calle San Diego, y la posterior formalización del hechor en el Centro De Justicia , es pertinente preguntarse: ¿Son también culpables los familiares, vecinos y amigos que acompañan al presunto asesino? ¿Cúal es la idea de la prensa al filmarlos y fotografiarlos, si ellos en si, no son noticia? ¿Marcarlos para que la sociedad sepa que también ellos pueden delinquir?.
Esto se contrapone con aquella Fundación que quiere romper el círculo de la delincuencia entre padres e hijos y que afirma que la mayoría de los que delinquen, son hijos de personas que han violado la ley.
Cabe mencionar también las llamadas “ pasadas de Prensa “ donde los funcionarios policiales , después de acicalarse, exponen al escarnio público a presuntos delincuentes, que aún no han sido juzgados. Se han dado casos en que algunos imputados son sacados de la unidad policial, fotografiados y filmados por la prensa, subidos a un carro policial, recorren algunas cuadras y luego retornan al recinto policial. Una práctica cruel donde se viola, a lo menos, la presunción de inocencia de los acusados.
Sería bueno saber, quién da la orden y permite esta situación. ¿El Fiscal a cargo de investigación, para mostrar que esta trabajando?, ¿el jefe de la unidad policial para demostrar su eficiencia? ¿O acaso la prensa tiene tanto poder que obliga a las autoridades a estas prácticas?.
Situaciones como esta, solo resienten a los ciudadanos y abiertamente discriminan. La prensa en general, debe ayudar a que esto no suceda, sin embargo, su afán de hacer dinero les hace ver a las personas como mercadería y no les permite ser justos.