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Sistema binominal y exclusión

Por: Jorge Insunza Becker


Señor Director:

Comparto varias de las consideraciones expuestas en el editorial del jueves 17  y en especial la afirmación que “el sistema electoral (binominal) propugna una deformación creciente de las reglas sanas y equilibradas de representación política. El sistema estructuralmente está orientado a la exclusión, la que no sólo es un producto seco de la ley, sino también de la manipulación desde posiciones corporativas, especialmente el Estado o el poder económico.”

A la exclusión hay que agregar otro vicio igualmente grave: el sistema opera simultáneamente con el sistema de quorums especiales de 4/7 y 3/5 para toda reforma significativa de las leyes y normas constitucionales, quorums que la derecha puede impedir con un tercio de los votos.

Los resultados del domingo son contundentes para poner de nuevo de relieve la  distorsión de la voluntad ciudadana.

La UDI obtuvo un 23,3% de los votos pero eligió 40 diputados que equivale al 33,3% de la Cámara. Eso significa 12 diputados más que los que les correspondería en un sistema proporcional. Con ello deformó no sólo la representación de las fuerzas políticas no de derecha sino también la de su aliado, RN. Estos, con 17,78 % de los votos debieron obtener 21 y solo consiguieron 18. Con su sistema (es bien conocido que Jaime Guzmán fue artífice de la constitución del 80) la UDI le robó 3 diputados a RN y 9 al pacto instrumental de la Concertación y Juntos Podemos.

En su nota editorial, Ud. expresa con cierta razón que “en estricto rigor lo de los comunistas no es un triunfo de la democracia sino de la prudencia política y de los acuerdos de cúpula. Pero puede tener el efecto negativo de fortalecer el binominalismo”.

Lo que para Ud. y también para nosotros es una correcta preocupación, para un vocero de la derecha el ingreso de tres diputados comunistas  a la Cámara es la consolidación del sistema binominal. Según el señor Cavallo, ese número de diputados es lo que corresponde a la votación del Juntos Podemos. El escribiente no sabe multiplicar. En cada elección parlamentaria hemos obtenido desde 5,2% hasta 7,4 % de votos. Eso significa que debiésemos elegir entre seis y nueve diputados si hubiese un sistema aproximadamente proporcional.

Para nosotros, el cambio del sistema binominal impuesto por la dictadura continúa siendo una tarea democrática pendiente y urgente. En realidad, el pacto instrumental perseguía como objetivo central poner fin al derecho de veto de la derecha pinochetista y estaba concebido con el afán de obtener un número de doblajes suficiente como para conseguir la eliminación de esa traba reaccionaria.

Eliminado el derecho de veto se haría posible la convocatoria de una Asamblea Constituyente para generar un régimen efectivamente democrático. La dispersión de las fuerzas democráticas sea en el plano de la elección presidencial como de las parlamentarias no permitió lograr ese objetivo.

De hecho, el pinochetismo logró mantener su “derecho” de veto para sostener su constitución y paralizar modificaciones a la Constitución y por cierto no sólo en los cuestiones electorales. Asuntos como la reposición del artículo 10, número 10 de la Constitución vigente a 1973 que establece: “Cuando el interés de la comunidad lo exija la ley podrá reservar al Estado el dominio exclusivo de recursos naturales, bienes de producción u otros que declare de importancia preeminente para la vida económica, social o cultural del país…La ley podrá reservar al dominio nacional de uso público todas las aguas existentes en el territorio nacional y expropiar para incorporarlas a dicho dominio, las que sean de propiedad particular” y la anulación consiguiente de la norma dictatorial contenida en el artículo 19, número 21 que limita el rol empresario del estado.

Hay gran vanagloria por el ingreso de nuestro país a la OCDE. Y será gloria vana si el gobierno tomara ejemplo de esos países para convertir el crecimiento económico en efectivo desarrollo social. Eso solo será posible con ingresos mas altos del Estado Los ingresos del Estado como % del Producto Interno Bruto son de 51% en Noruega, 43% en Francia, 38% en Inglaterra, 36% en Italia. En Chile solo 24%. Ello explica las graves deficiencias de la educación pública, la insuficiente atención de salud, la inepcia de la lucha contra la delincuencia asentada esencialmente en la represión y tantos otros problemas que no tienen solución en los marcos de las políticas neoliberales.

El sistema político que se funda en el sistema binominal estuvo concebido para sostener esos intereses y la lucha por echarlo abajo continuará hasta conseguir ponerle fin. Los parlamentarios comunistas electos llegan al Congreso para eso, concientes que su fuerza será siempre la que provenga de la lucha y la movilización del movimiento social. Esa es y será siempre la base de todo cambio de fondo.

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