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Venta de Chilevisión: ¿Y TVN?

Jorge González
Por : Jorge González Ph. D. Profesor Universidad Adolfo Ibáñez (Valparaiso, Chile)
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A consecuencia de las acusaciones de conflicto de interés hechas al Presidente por no haberse deshecho de Chilevisión, desde el gobierno se pidió mayor altura de miras para el debate. Sin duda la calidad del debate debe mejorar, pero en parte ha sido el propio gobierno quien ha contribuido a rebajarlo al no colocar en la agenda pública los temas más importantes. Esos son  aquellos que pueden dar sentido y épica a ser gobierno, mucho más allá de estar en el poder. La privatización de empresas públicas es sin duda uno de ellos. Las alzas de impuestos, no.

Si durante la competencia electoral del año pasado se propuso abrir a capitales privados las empresas públicas por razones de transparencia y eficiencia, las necesidades financieras causadas por el terremoto agregaron otro poderoso argumento respecto a la prioridad de enfocarse en ese debate. Debe recordarse, que fue el coraje con que planteó abrir a la participación privada del diez por ciento de TVN, Enap, Banco Estado, Enami, EFE, Correos, Metro y el cinco por ciento de Codelco, lo que catapultó la candidatura de Marco Enríquez-Ominami, el candidato no apoyado por la Alianza o la Concertación, más votado desde el regreso de la democracia.

[cita]Hoy, los votantes que tienen la posibilidad de darle la mayoría al gobierno, como lo hizo en enero pasado, es un votante más joven y educado, mucho más liberal en lo económico que el votante de la Concertación.[/cita]

Fue un gran aporte a nuestra democracia el que hizo esa campaña, toda vez que esa fue la primera vez en Chile que se planteó con la mayor nitidez y convicción, la privatización de las grandes empresas públicas en una competencia presidencial. Más aún, en esa misma oportunidad MEO planteó avanzar hacia una “estructura tributaria más neutra y simple”, destacándose, entre otras, la propuesta de reducir el impuesto máximo a la renta de personas del cuarenta al treinta por ciento. ¿Cuánto contribuyeron estas propuestas a que la “Coalición por el Cambio” también hiciera propuestas privatizadoras? No se puede ignorar que el economista liberal y arquitecto de la propuesta marquista, Paul Fontaine, fue recibido con publicidad cuando declaró su apoyo a Sebastian Piñera en el balotaje.

Debe recordarse que el grupo de votantes que definió la elección presidencial, esto es, el cinco, o más, por ciento que votó por MEO en primera vuelta y por el actual presidente en segunda, no es un votante “demócrata cristiano”. El centro político ya no está constituido como en el pasado, de grupos etáreos mayores y de bajos niveles de educación, que favorecen formulas estatistas en lo económico, pero conservadoras en las demás materias públicas. Hoy, los votantes que tienen la posibilidad de darle la mayoría al gobierno, como lo hizo en enero pasado, es un votante más joven y educado, mucho más liberal en lo económico que el votante de la Concertación.

Ese votante también es más liberal (o progresista) en materias sociales y políticas, que el votante tradicional de derecha y de Piñera en primera vuelta. Como se vio, por ejemplo, en el caso de los derechos de las minorías de opciones de género, donde también se puede argumentar que la campaña de MEO hizo un gran aporte al introducir el tema en la agenda y forzar a las otras candidaturas a adoptar posiciones similares.

Si la mayoría hubiese querido mantener la ambigüedad en materia económica, la Concertación habría ganado. Entonces; ¿Por qué no se propone ya la agenda liberal y progresista, incluyendo las privatizaciones? Lo mismo respecto a los otros temas de campaña. ¿Está dispuesto el Presidente a correr el riesgo de caer en la misma trampa que cayó la Concertación, esto es, actuar en forma vacilante en materia de liberalizaciones económicas? ¿De ser ambiguo respecto a la opción por la economía de mercado? ¿De no tener suficiente convicción respecto a sus propuestas hechas durante la campaña? Estos son los temas que deben enfrentarse ya, por cuanto de no hacerse, el nivel del debate decaerá aun más y seguiremos escuchando de la venta de Chilevisión y no de la de TVN.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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