Señor Director:
Diversas autoridades políticas y analistas internacionales han afirmado, en relación al fallo de la Corte de La Haya que Chile no habría perdido soberanía; incluso el Presidente de la República así lo ha expresado, recientemente. Semejantes afirmaciones constituyen un grave error de derecho y una desinformación a la opinión pública.
En efecto, Chile ha perdido en el norte, una parte de la Zona Económica Exclusiva. Esta última se encuentra conceptualizada en la Convención del Derecho del Mar de 1982 y recogida expresamente en el artículo 596 del Código Civil de la República de Chile, incorporado en virtud de la Ley 18565 del año 1986.
Tal precepto legal define la Zona Económica Exclusiva en los siguientes términos:
“El mar adyacente que se extiende hasta las 200 millas marinas contadas desde la línea base desde las cuales se mide la anchura del mar territorial, y más allá de este último, se denomina zona económica exclusiva. En ella el Estado ejerce derechos de soberanía para explorar, explotar, conservar y administrar los recursos naturales vivos y no vivos de las aguas suprayacentes al lecho, del lecho y el subsuelo del mar, y para desarrollar cualesquiera otras actividades con miras a la exploración y explotación económica de esta zona”.
“El Estado ejerce derechos de soberanía exclusivos sobre la plataforma continental para los fines de la conservación, exploración y exploración de sus recursos naturales”.
“Además, al Estado le corresponde toda otra jurisdicción y derechos previstos en el derecho internacional respecto de la zona económica exclusiva y de la plataforma continental”.
De esta manera conforme a esta normativa, la República de Chile, al ser privada ilegítimamente, por el fallo de La Haya, de una parte de la Zona Económica Exclusiva, lógica y naturalmente ha perdido los derechos de soberanía contemplados en el cuerpo legal mencionado y en la Convención del Derecho del Mar, sobre alrededor de 21.000 kilómetros cuadrados.
Lo que Chile no ha perdido, y no debe confundirse, es soberanía sobre una parte del territorio nacional entendido en términos simples como tierra firme; pero sí ha perdido la soberanía sobre la Zona Económica Exclusiva ya señalada.