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Gobernando «Contra Natura»

¿Por qué cree usted que este régimen socialista establece para el invierno horario de verano? Por la misma razón que en las fábricas soviéticas “cumplían el plan” de fabricar diez millones de zapatos, pero eran todos del pie izquierdo. Al socialismo no le interesa responder a lo que demanda la gente, la naturaleza humana, sino cumplir su plan, que es imponer y ejercer su poder.


Cuando el escorpión de la fábula clavó su cola ponzoñosa a la rana que había accedido a trasladarlo a través del río, y se ahogaban ambos, ella le pidió una explicación de tan insólita conducta, y el escorpión sólo alcanzó a decirle: “es que está en mi naturaleza…”

Todo lo que estamos viendo y viviendo, ahora que cargamos a la Nueva Mayoría sobre nuestras espaldas y nos estamos hundiendo, está en la naturaleza del socialismo. Éste es, por definición, opuesto a la naturaleza humana (cfr. mi blog anterior “El Socialismo y la Naturaleza Humana”, 06.04.14). Por eso el impulso primario del ser humano normal es huir del socialismo, aunque corra el riesgo de recibir una bala al atravesar un muro o de perecer ahogado cuando escapa por mar en una balsa.

¿Por qué cree usted que este régimen socialista establece para el invierno horario de verano? Por la misma razón que en las fábricas soviéticas “cumplían el plan” de fabricar diez millones de zapatos, pero eran todos del pie izquierdo. Al socialismo no le interesa responder a lo que demanda la gente, la naturaleza humana, sino cumplir su plan, que es imponer y ejercer su poder. Y, así, vamos a pasar parte de los días a oscuras en invierno porque ése es el plan socialista, y si a la gente no le gusta, que se vaya a otro huso horario, si para entonces todavía la dejan salir. Pues si los gobernantes estuvieran pendientes de lo que prefiere la gente, no serían socialistas, sino que se guiarían por las señales del mercado. Pero “ella y ellos” justamente están empeñados en suprimir el mercado.

¿No cree usted que un ser humano en gestación prefiere vivir? Por supuesto: está en su naturaleza. “No matarás” es un postulado básico de la ley humana ancestral, desde antes de que Caín matara a Abel. Hoy basta ver la filmación intrauterina de cómo se defiende el niño o niña en gestación cuando el abortista los agrede. Tiene las mismas ansias de vivir que cualquier ser humano de más edad. Y el mismo derecho. Salvo que estén bajo un régimen socialista como el chileno, que legisla para que al individuo en gestación puedan matarlo impunemente.

También es “contra natura” el matrimonio de dos personas del mismo sexo, pues el matrimonio de un hombre y una mujer nació de la experiencia humana ancestral, que induce a la pareja a reproducirse, cuidar de los hijos (madre) y proveer para el hogar (padre). Si dos personas de un mismo sexo quieren vivir juntas (o, si son de distinto sexo, pero no quieren casarse) dentro de la libertad contractual pueden acordar los términos para hacerlo y firmar una escritura pública que deba cumplirse, sin necesidad de ley nueva que lo autorice. ¿Por qué se dicta una ley de “Acuerdo de Unión Civil”? Porque el socialismo quiere dar un paso hacia matrimonios del mismo sexo, es decir, otro paso “contra natura”.

Una institución nacida de la experiencia humana ancestral y del matrimonio es la familia, que la naturaleza del hombre ha consagrado milenariamente como la base de la sociedad. Hoy esa familia está en extinción. ¿Por qué cree usted que estamos en presencia de tantos niños y adolescentes drogados, ebrios y delincuentes? Porque ellos no tienen una real “familia”. La última vez que pregunté, los nacidos fuera del matrimonio en Chile ya iban en setenta por ciento. Es decir, más de dos de cada tres menores chilenos no tienen un “hogar” propiamente tal. Serán “niños sueltos”. O algo peor: “hombres nuevos” a cargo del Estado, omnipotente y omnipresente. Pero, como todo lo que se haga “contra natura”, eso hará crisis y caerá igual que el Muro de Berlín, en el mejor de los casos, o Sodoma y Gomorra, en el peor.

Nuestro gobierno socialista contraría también la naturaleza humana al impedir que haya libertad de trabajo. Usted no puede contratar libremente el empleo de su capacidad. Eso está prohibido. Son tantas las trabas, que los más pobres se quedan en su mayoría sin trabajo, por el artificialmente alto costo de contratación. Vea la última encuesta CASEN, que ha costado tanto conocer: en el decil más pobre de la población sólo un 28,2 % tiene trabajo, siendo que lo que más necesita es encontrarlo. En el decil más rico, en cambio, el 61,2% tiene trabajo, y seguramente podría tenerlo el ciento por ciento, pero como son los más ricos más de un tercio no tiene necesidad de trabajar. Entonces ¿cómo no va a haber desigualdad de ingresos si menos de un tercio de los pobres encuentra trabajo en comparación con prácticamente todos los más ricos? ¿Quién ha provocado esa desigualdad? ¿El mercado? ¡No! El socialismo, con sus leyes intervencionistas.

¿Qué más contrario a la naturaleza humana que impedirle a uno producir y generar bienes que sirven a las necesidades de la gente? Bueno, eso es lo que se consagra en la reforma laboral. A usted, productor, los que no quieren trabajar pero quieren presionarlo para extraerle recursos más allá de la realidad del mercado laboral, le podrán paralizar su empresa, porque se le prohibirá contratar reemplazantes. O cede a la extorsión o quiebra. La bolsa o la vida. ¿Adónde va todo esto? A privarlo a usted de lo suyo, porque mediante la fuerza le exigirán más de lo que pueda pagar. Pérdida de lo que es suyo.

¿Y qué más propio de la naturaleza humana que enseñar, educar? La reforma socialista recién aprobada se lo está prohibiendo a usted, porque si desea ganarse la vida enseñando no podrá mantenerse, puesto que se penaliza el “lucro”, es decir, el margen por sobre sus costos que le permite a usted sobrevivir dignamente y ahorrar. Por supuesto, esto va hacia una sola parte: que el único que pueda enseñar sea el Estado, manejado por los socialistas. Y formará “hombres nuevos” socialistas, que no sabrán lo que es la libertad, porque eso no se lo van a enseñar, pierda cuidado. Es lo que buscan “ella y ellos”.

Otro derecho fundamental emanado de la naturaleza humana es el de propiedad. Desde sus orígenes el hombre libre se hizo dueño del fruto de su trabajo. Cuando perdió su libertad para ello, se convirtió en esclavo, nombre que se da al que no puede quedarse con el fruto de su trabajo. Pues bien, ese derecho es el principal blanco del gobierno socialista actual. Para eso y casi sólo para eso necesita hacer una reforma constitucional, porque la Carta actual garantiza sólidamente el derecho de propiedad. Pero ellos quieren expropiar mucho, y en lo posible todo, para manejarlo todo. Y con la Constitución actual no pueden. Ése es el propósito último de la reforma constitucional.

El cuadrienio que estamos viviendo en Chile es uno de lucha entre la naturaleza humana y el socialismo, entre la aspiración de quienes quieren vivir en una sociedad libre y “ella y ellos”, que pretenden imponernos un país como el de “La Granja de los Animales” de George Orwell, en que todos eran iguales, pero algunos eran “más iguales que los demás”. Y si quiere entender qué es ser “más igual que los demás”, lea el libro “La Vida Oculta de Fidel Castro”, escrito por quien fuera su hombre de confianza y guardia personal. Si lo encuentra…

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