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Dávalos: a propósito de hijos de famosos

Rafael Urriola U.
Por : Rafael Urriola U. Director Área Social Chile 21
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Carlos Altamirano, el último de los destacados secretarios generales del Partido Socialista, entre otras muchas certezas, acostumbraba a decir “que la democracia era mejor que la monarquía aunque solo fuese porque, si le sale un hijo tonto, hay la posibilidad de buscar alternativas”. Varios hijos de famosos en política no les llegan ni a los tobillos a sus progenitores. Con todo, algunos se empinan en envidiables pedestales únicamente por llevar el nombre de su padre. En un país elitista como Chile los ejemplos abundan, más bien sobran. La propia Presidenta es hija de…

Más allá de todo lo anterior, Sebastián Dávalos quiso explicar a toda la población que la política “es una mierda” y que el caso Caval que lo involucra a él y su esposa, no es más que una sofisticada manipulación que desplegó nada menos que el ex hombre de máxima confianza de su madre en el gobierno, el entonces ministro del Interior Rodrigo Peñailillo.

¿Estas declaraciones fueron dichas sin que nadie supiera? ¿O lo dijo, pese a que –obviamente los asesores y los aparatos de “inteligencia” del gobierno- sabían que lo diría? La primera alternativa implicaría que en La Moneda debiesen renunciar unos 20 personeros de confianza de la Presidenta. Como esto no ha pasado vamos por la segunda posibilidad.

[cita tipo=»destaque»]¿Estas declaraciones fueron dichas sin que nadie supiera? ¿O lo dijo, pese a que –obviamente los asesores y los aparatos de “inteligencia” del gobierno– sabían que lo diría? La primera alternativa implicaría que en La Moneda debiesen renunciar unos 20 personeros de confianza de la Presidenta. Como esto no ha pasado, vamos por la segunda posibilidad.[/cita]

Dávalos cree –sin duda ni arrepentimiento– que sus acciones son propias de los negocios en un país como Chile. Es cierto que solo en 2015 ha habido una decena de escándalos, fraudes y corrupciones muchísimo más claros que lo de Caval. El “coronel” de la UDI, Jovino Novoa, se deja ajusticiar para no caer preso y su partido lo reivindica sin ninguna explicación.

Lo que resulta sorprendente es que Dávalos apunta a varios políticos, especialmente del PPD, que, sin duda, lo dejaron botado cuando se abrió el llamado escándalo Caval. Ahora bien, seamos claros, ningún partido de la Nueva Mayoría ayudó a Dávalos.

Entonces, el entorno político-profesional de la Presidenta obviamente sabía que estas declaraciones serían hechas. Algunos no creyeron que las diría con tanta claridad. Pero de que serían dichas, no podía caber duda.

Ahora bien, lo que realmente sorprende es la absoluta incapacidad del equipo presidencial para entregar una opinión “oficial” de tales declaraciones. Esto merece críticas mayores hacia el “segundo piso”, es decir, el equipo de apoyo tecno-político de la Presidenta que, al parecer, “se enteró por la prensa” como dijo, desafortunadamente, su jefa hace un año.

Todo esto, como se ha visto en la prensa y en las presentaciones en televisión, ha provocado solo incomodidades en los ministros de La Moneda, salvo, por cierto, en el ministro Eyzaguirre, que nadie sabe cuál es su rol después de su lamentable paso por El Ministerio de Educación. Es decir, Eyzaguirre no aparece en público.

En definitiva, Sebastián Dávalos dijo algo de lo que nadie en el entorno de la Presidenta fue capaz de disuadirlo y ahora la Mandataria tiene que evaluar si el ex ministro Peñailillo le fue suficientemente fiel o tenía una agenda muy personalizada.

Con todo, el gobierno tiene muchos déficits de gestión que no es del caso enumerar, pero que se expresan en las opiniones de la población en todas las encuestas acerca de cómo se visualiza la gestión gubernamental. El “caso Dávalos” que inauguró y cerró el año 2015 es la prueba de una impericia del equipo gubernamental.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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