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Orden público económico

Por: Joaquín Rodríguez Droguett, Consejero de Derecho Económico, Universidad de Chile


Señor Director:

El economista austriaco Carl Menger ya explicaba el «origen económico de nuestro actual sistema jurídico» en la defensa de la propiedad, la que, según decía, «no es una invención caprichosa, sino más bien la única solución práctica posible del problema con que nos enfrenta la naturaleza misma de las cosas, es decir, la defectuosa relación entre necesidad y masa de bienes disponibles».

Nuestra Constitución Política no tan solo se ha dedicado a la organización de los poderes públicos y la protección de los derechos fundamentales, sino que también, reconociendo esta inexorable relación entre Derecho y Economía, ha establecido un Orden Público Económico garante de la Propiedad privada y de amplias libertades económicas.

Resulta del todo provechoso reflexionar sobre la justicia y necesidad de este Orden en un contexto de proceso constituyente (en donde muchos proponen una revisión crítica del mismo) y mostrar esto al público, para no amenazar el sostén del progreso económico nacional, como ya se ha hecho en considerable medida con las reformas de la actual facción de gobierno.

Joaquín Rodríguez Droguett, Consejero de Derecho Económico, Universidad de Chile

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