Publicidad

El retorno de lo cívico en la crisis de las AFP


Sin duda el tema más discutido al cierre de este primer semestre ha sido y continua siendo la crisis del sistema de pensiones, cuya discusión ha creado un espacio para que reflexionemos como sociedad sobre el bienestar de los adultos mayores, que representarán más del 23% de la población para el año 2030, según las proyecciones del INE.

Las diversas manifestaciones sociales, su cobertura mediática en la prensa, el debate público de expertos y las discusiones online de los ciudadanos “de a pie” deben ser leídas como un renacer de lo cívico en nuestro país pues no ha habido sector ni actor de ésta que se haya marginado de la discusión. Hoy no hay medio de comunicación nacional que no tenga al menos una columna de opinión y/o carta al director dedicada al tema, del mismo modo, abundan los reportajes que abordan la creación y funcionamiento de las AFP’s desde perspectivas económicas, políticas e históricas, contenidos que circulan en variadas plataformas, desde portales Tumblr hasta CNN Chile.

El “regreso” de José Piñera y el flujo ininterrumpido de opiniones ciudadanas gatilló la pronta reacción del mundo de la política: gobierno y oposición confluyeron el debate ciudadano con propuestas para la mejora de un sistema hoy insostenible. Tanta ha sido la presencia del debate en los medios, que la temática se instaló en nuestros hogares y lugares de trabajo. Así, la cotidianidad y transversalidad del debate es innegable y nos permite reconocer una discusión socio-política sin precedentes, en donde todos, chilenas y chilenos, ejercemos el más básico de nuestros deberes cívicos: participar libre y voluntariamente del debate público.

[cita tipo= «destaque»]De este modo, la sensación de descontento e insatisfacción que nos deja el constatar las míseras pensiones con las que deben sobrevivir miles de adultos mayores contrasta con la grata novedad de este momento: todos estamos siendo parte del mismo diálogo, el cual ha sido construido en base al intercambio de ideas y datos concretos que provienen tanto de la reflexión experta como de la propia experiencia cotidiana.[/cita]

De este modo, la sensación de descontento e insatisfacción que nos deja el constatar las míseras pensiones con las que deben sobrevivir miles de adultos mayores contrasta con la grata novedad de este momento: todos estamos siendo parte del mismo diálogo, el cual ha sido construido en base al intercambio de ideas y datos concretos que provienen tanto de la reflexión experta como de la propia experiencia cotidiana. Así, dentro de lo dramático que resulta el tema en sí mismo, este momento debe ser destacado como un hito positivo en nuestra historia reciente, pues sin duda nos acerca a un nivel de mayor madurez en nuestra joven democracia, un nivel en donde diversos sectores y representantes de nuestra sociedad realizan una reflexión pública acerca del colectivo, cuestionando sin miedo instituciones y sistemas por igual. Lo que hoy presenciamos es la desnaturalización de la política como una actividad reservada para un grupo de personas que a través de un pacto elitario controlan el devenir de los sistemas económicos y políticos, y esto creo es un hecho que no debemos minimizar.

Creo que la actividad política en la democracia contemporánea es una invitación a ser partícipe de la vida cívica. Impedir el acceso o restarse de ella es dejar la puerta abierta a la crisis de confianza, abusos y exclusiones, un caldo de cultivo para el descontento social. Por esto es que debemos celebrar este momento, pues sólo en el dialogo ciudadano podemos reconocer y validar las necesidades de ajustes y cambios a los sistemas que estructuran el contrato social entre el estado y sus ciudadanos, permitiendo entonces que la sociedad se produzca y reproduzca de manera saludable, como un colectivo unido más allá de nuestras diferencias, sean estas naturales o construidas, sin caer en populismo o caudillismos tan nefastos para nuestra región.

Con su expresión experta o experiencial, el ciudadano ejerce y cumple con su deber cívico.

Así, las personas pueden sentirse partícipes del diálogo cuando se percatan que desde diversos sectores aparecen respuestas e invitaciones a perseguir el “debate de ideas”, pues no somos una simple masa influenciable por los medios de comunicación como señaló José Piñera, sino personas preocupadas de su futuro que perciben las fallas del sistema en su vida cotidiana. Con todo, la discusión sobre las AFP es multidimensional pues cuestiona las bases de un modelo económico y creo que la apertura de esta caja de pandora está siendo llevada a cabo de una manera cívica, donde chilenas y chilenos se están comportando como verdaderos ciudadanos. Bien por nuestro país.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
Publicidad

Tendencias