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¡Elección de Intendentes ya!

Por: Genaro Cuadros, Director Laboratorio Ciudad y Territorio, Universidad Diego Portales


Señor Director: 

Los debates y trámites parlamentarios sobre la elección de intendentes están en sus momentos definitorios, y hay algo que es fundamental entender: no habrá proceso sin elección de autoridad. Es verdad que sería óptimo hacer esta discusión en el marco de un proceso constituyente que aborde de forma integral el rediseño institucional que se requiere para el Chile del futuro, como dice el senador Montes. También es cierto que lo ideal sería traspasar competencias, recursos humanos y financieros de forma simultánea, como dice el senador Harboe y los ex presidentes Lagos y Piñera; debate al que yo agregaría la necesidad de que tan relevantes trasformaciones que requieren altos niveles de legitimidad, solo pueden alcanzarse en un proceso constituyente a través de una asamblea.

Sin embargo, si realmente existe voluntad por abordar un proceso de descentralización serio, éste debe ser a través de una política de Estado que resuelva la instalación de un proceso que se inicia con la elección de una autoridad regional –en lo que está el gobierno-, continúa con el traspaso de competencias según las capacidades y problemáticas territoriales de cada región –en lo que están algunos senadores-, y sigue con la definición de los nuevos instrumentos públicos que se requieren para los niveles nacionales y comunales, –en lo que no está nadie. También es necesario un nuevo trato fiscal para las regiones, una recomendación OCDE.

Un proceso adecuado de descentralización no solo debe resolver las dudas sobre los servicios regionales que serán traspasados, también se requiere definir qué atribuciones y potestades deberán ser de nivel nacional para garantizar coherencia territorial. Un debate sobre desconcentrar y descentralizar va necesariamente de la mano de uno de ordenamiento del territorio y sus recursos nacionales. Sin importar cuántas atribuciones, competencias y dependencia de servicios se definan en el transcurso de este proceso, lo fundamental es hacer responsable en lo político y administrativo de nuestros territorios a una autoridad, y al mismo tiempo definir un mecanismo de traspaso de competencias y un marco institucional.

Un intendente electo que no planifica, organiza e invierte, no gobierna su territorio. Y esto al menos en áreas metropolitanas consiste en tener las competencias de planificación e inversión en vivienda social, transporte, urbanismo y medio ambiente. En Santiago eso es DPTM y SERVIU. A ello hay que sumar los instrumentos de planificación vinculantes y programación de inversiones multisectoriales que los acompañarán. Llegó el momento de mojarse y cruzar el río. No habrá un cambio perfecto y cómodo, por definición nunca lo son, tendremos que acoplar, ajustar y adaptar mecanismos e instituciones. Elegir intendentes, es lo único que desatará este proceso.

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