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El daño a la marca Nueva Mayoría y el éxito del Partido Radical

Axel Callis
Por : Axel Callis Sociólogo. Analista político
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¿Cómo es posible que un partido dentro de un bloque que pierde más de medio millón de votos sea el único que suba su votación? ¿Cuál fue la razón de que como partido en la elección de alcaldes pierda votos y en la de concejales recaude votos como ninguno? ¿Cómo se explica este fenómeno? Mi hipótesis es muy simple: Fue el único de los partidos antiguos de la Nueva mayoría, junto al MAS y a la IC, que no usaron la marca Nueva Mayoría en el pacto a concejales como nombre de lista.

“Con la fuerza del futuro” se llamaba el pacto donde se ubicó el PRSD, mientras que la de sus socios PDC y PS: “Nueva Mayoría por Chile”, y el PC y PPDs: “Nueva Mayoría para Chile”. En total, las dos listas de nuevas mayorías perdieron 612 mil votos con respecto al 2012, mientras que la lista del PRSD y sus acompañantes aumentaron su votación en 120 mil votos. Esta gracia, con una abstención del 65% y con un universo de votantes que se reduce en casi 900 mil electores, es más que el “fenómeno Guillier”, es sin duda una proporción del castigo a todos los que representaron, dentro del voto a concejales, la marca Nueva Mayoría.

Siguiente pista. En otro escenario y estos mismos partidos, cuando se pusieron la marca en la espalda de Nueva Mayoría en el voto a alcaldes, se mimetizaron igual que el resto. En otras palabras, cuando el pacto único a alcaldes denominado a secas “Nueva Mayoría”, y que incluía a los siete partidos, entre ellos el PRSD, no se benefició en nada de la diferenciación de nombre, transformándose en uno más, con resultados de pérdidas de 35 mil votos con respecto al 2012.

En la última encuesta CEP, esta advierte que el daño a la marca es severo. En la pregunta “Pensando concretamente en las próximas elecciones municipales, su inclinación es a votar…”, la Nueva Mayoría pasa del 13% del 2012 al 5% de este año. Esta baja es más que significativa, pues alude a la proporción de votantes de ese conglomerado entre 2012 y el 2016. En otras, potencialmente los del 2016 eran más.

Por último, siempre cada partido encontrará un caballito de batalla para defender o explicar sus resultados. Pero resumiendo fríamente las cifras, para mí hubo dos claros ganadores: Renovación Nacional en Chile Vamos, que pasa a ser el principal partido del país, pues no solo logra contener la aguda abstención, sino que crece en la adversidad en electos, fruto de su apuesta de llevar lista propia en concejales, despegándose de la UDI, y por el lado de la Nueva Mayoría, el PRSD que crece en concejales y votos en un ambiente también adverso.

[cita tipo= «destaque»]En la última encuesta CEP, esta advierte que el daño a la marca es severo. En la pregunta “Pensando concretamente en las próximas elecciones municipales, su inclinación es a votar…”, la Nueva Mayoría pasa del 13% del 2012 al 5% de este año. Esta baja es más que significativa, pues alude a la proporción de votantes de ese conglomerado entre 2012 y el 2016. En otras, potencialmente los del 2016 eran más.[/cita]

Los grandes derrotados siempre son los que pierden más volumen de votos y no necesariamente porcentaje.

En la línea de los porcentajes, nítidamente el PRI es el partido que más paga por estar en Chile Vamos (casi 300 mil votos menos o el 75% de su capital con respecto al 2012). Pero a nivel de volumen de votos, sin duda es el PDC el que más pierde, pues pasa al tercer lugar de los partidos y sin duda no detiene una caída sistemática en porcentaje, que lo ha llevado de cerca de los 2 millones de votos hace 20 años a poco más de 500 mil.

La otra derrotada, pero camuflada en triunfos de alcaldes emblemáticos, es la UDI, la cual pierde menos que la DC, pero ya no es el partido más grande de Chile. 190 mil en concejales y casi 300 mil votos menos en alcaldes.

En resumen, ¿dónde castigaron los electores de la Nueva Mayoría a sus partidos? Esencialmente en alcaldes, los que fueron a votar (que según muchos se parece más a una presidencial), y que gracias al PRSD en concejales y el uso una vez más de un nombre de lista distinto a la Nueva Mayoría (Por un Chile justo), se benefició de algunos pulposos votantes de la NM del 2012, que le dieron su voto pensando tal vez que eran distintos a los que sostenían la marca ahora dañada de la ex Concertación.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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