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Más medidas «parche» para La Araucanía

Diego Ancalao Gavilán
Por : Diego Ancalao Gavilán Profesor, politico y dirigente Mapuche
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Para nadie es desconocido que la Región de La Araucanía es la más pobre de nuestro país, y así lo dejó estipulado la última encuesta Casen de 2015, estudio que cifró en un 23,6% el porcentaje de habitantes de la Novena Región que viven bajo la línea de la pobreza. Sin embargo, teniendo conocimiento del problema, hasta ahora nadie ha sido capaz de mejorar la situación de los habitantes de la zona y los pueblos originarios de Chile.

En junio, la Presidenta Michelle Bachelet anunció el “Plan de Reconocimiento y Desarrollo Araucanía”, que contempla medidas para enfrentar la situación y buscar soluciones, no obstante, no es suficiente para dar fin a un conflicto de larga data. Ahora, fue el subsecretario del Interior, Mahmud Aleuy, quien en una minuta de cinco carillas, entregó las ideas matrices de la ley de fomento para lograr el surgimiento de la región.

[cita tipo=»destaque»]Lo que propone Aleuy sobre los proyectos de invernaderos subsidiarios, para ejemplificar una de las medidas presentadas, no sacan a nadie de la pobreza, sólo es una producción para el autoconsumo de subsistencia familiar para el día a día, pero no es una medida a largo plazo.[/cita]

Ambas propuestas contienen subsidios, formación de puestos de trabajo y capacitación en oficios, y están compuestas por programas que se hacen en todo el país, por ende, ninguno de éstos ha logrado impedir que La Araucanía sea la región más pobre de Chile.

No hay que ser economista para comprender que estos planes de trabajo que ofrece Mahmud Aleuy no resolverán el problema de subdesarrollo y pobreza de la zona, pues son medidas parche, aspirinas para administrar la pobreza que no resuelven el problema de fondo, que necesita cirugía mayor para poder cambiar la matriz productiva de la región. Por ejemplo, ¿por qué no transformar el turismo en una herramienta de progreso de primera necesidad? ¿O que el SII cobre a las forestales el impuesto territorial que deben? Esas serían medidas reales para que las comunas den pleno empleo y resuelvan la falta de material y profesionales, por ejemplo, de los departamentos de salud municipal rural.

Lo que propone Aleuy sobre los proyectos de invernaderos subsidiarios, para ejemplificar una de las medidas presentadas, no sacan a nadie de la pobreza, sólo es una producción para el autoconsumo de subsistencia familiar para el día a día, pero no es una medida a largo plazo. En este sentido, se debe crear una “Corfo Mapuche” para que aporten al desarrollo económico de verdad, con un fondo de desarrollo indígena como el fondo de desarrollo que tiene Nueva Zelanda para el Maorí.

Asimismo, tener un centro educacional de alto nivel para el pueblo mapuche que permita perfeccionar y profesional a los estudiantes de la zona, ya que la Ufro y la Uct no dan el ancho y no cumplen su rol, pues siguen dictando clases de lo que sucedió en Europa el siglo pasado y no proponen lo que se necesita aquí. Debemos crear un centro de estudios y pensamientos indígenas, así como la Universidad Maorí de Waikato.

Si nos comparamos con otros países y su experiencia internacional en cuanto al desarrollo económico, nos quedamos “pobres”. Por lo mismo, una buena instancia es el Foro Mundial de Negocios Indígenas, donde Chile será un aporte y que lamentablemente funcionarios del Estado se niegan, como el Intendente de la Región Metropolitana.

Por último, la minuta de Aleuy habla de creación de incentivos a la inversión y que el Estado avale créditos y un sistema de subsidios para personas con calidad indígena, pero este no es un modelo exitoso para Chile, y por lo mismo, no hay forma de comprobar que pueda ser exitoso para La Araucanía. Además, carece totalmente de coherencia, especialmente en lo relacionado con el programa de desarrollo tecnológico indígena de Indap, que apunta a un presupuesto por familias y que lo decidan en comunidad el que se invertirá, ese modelo tenía una pisca de éxito, y en vez de fortalecer los instrumentos de inversión con ese método para incorporar tierras indígenas a un proceso productivo, proponen programas a medias y sistemas probadamente fracasados. Así, no se logrará nunca sacar adelante a La Araucanía.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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