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¿Des o no Des?: El dilema de la Educación Municipal

Roberto Sánchez Fuentes
Por : Roberto Sánchez Fuentes Coordinador Senior de Estudiantes por la Libertad Chile. @robersanfu
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Recientemente nos enteramos por la prensa que Gobierno y oposición pactan avance “gradual” de desmunicipalización. Con esto se busca destrabar el proyecto de ley titulado Nueva Educación Pública. Ésta entraría en vigencia de manera parcial en 2018 y el próximo gobierno podrá decidir la forma en que se completará el proceso a partir de una comisión de expertos.

Este tema se ha venido discutiendo con mucha fuerza en el último tiempo, aunque a mi juicio, sin siquiera tocar el fondo y lo importante: la modernización de la administración municipal y la calidad como el centro de cualquier reforma educativa.

En este sentido el proyecto que justifica des-municipalizar la educación, según la ministra Adriana Delpiano “no se trata de un proyecto contra los alcaldes o municipios … pero creemos que el municipio no es el organismo adecuado para administrar la educación. La pregunta, entonces, es ¿por qué no modernizar la administración municipal y de paso profesionalizar las corporaciones, los daem y las dem? La respuesta a esto la ha dado la propia presidenta, para ella el foco es “terminar con la municipalización de la educación que nos dejó como herencia la dictadura”. A esto también cabe agregar los preocupantes problemas financieros que tienen diferentes municipios a raíz de la mala administración de los recursos para la educación. Los casos emblemáticos han sido Valparaíso, San Fernando y Santiago, entre varios más, sin mencionar los descarados desvíos de recursos SEP en comunas vulnerables.

[cita tipo=»destaque»] Por lo tanto, cabe preguntarse ¿Cómo aporta en calidad la desmuncipalización? Hasta el momento no ha quedado claro, y ¿qué nos asegura que la institucionalidad vigente actuará oportunamente ante los problemas que enfrenta actualmente la educación municipal? Pues si la institucionalidad vigente no ha actuado oportunamente en el sistema de educación municipal, que es de público conocimiento que a nivel nacional enfrenta problemas de financiamiento, fraudes y malversación de fondos qué nos hace pensar que un sistema más centralizado evitará estos males. [/cita]

Todo parece indicar que efectivamente ha llegado el momento de des-municipalizar la educación. De hecho, no es extraño que quienes promueven esto se apoyen en los escandalosos problemas financieros de ciertos municipios y la cuña ganadora es decir que esto es “herencia de la dictadura”, como razón suficiente a la inmediata erradicación. Sin embargo, sería oportuno y conveniente agregar más calma al debate, junto con reflexionar en el fondo de real importancia; la calidad.

Por lo tanto, cabe preguntarse ¿Cómo aporta en calidad la desmuncipalización? Hasta el momento no ha quedado claro, y ¿qué nos asegura que la institucionalidad vigente actuará oportunamente ante los problemas que enfrenta actualmente la educación municipal? Pues si la institucionalidad vigente no ha actuado oportunamente en el sistema de educación municipal, que es de público conocimiento que a nivel nacional enfrenta problemas de financiamiento, fraudes y malversación de fondos qué nos hace pensar que un sistema más centralizado evitará estos males. Al menos, en el sistema municipal existe una focalización del problema que permite saber dónde está el punto crítico, y por ende, dónde se deben aplicar las remediales. Asimismo, existe una responsabilidad concreta, puesto que, la máxima autoridad comunal junto al director(a) de educación asumen, a favor o en perjuicio, la responsabilidad por el estado de la educación. Sobre esto último, ejemplo virtuoso ha sido la comuna de Santiago puesto que su alcalde Felipe Alessandri asumió plena responsabilidad con la educación, liderando un plan de recuperación del déficit financiero, de infraestructura, de matrícula y con foco en la mejora de los resultados de aprendizaje.
Es menester aprovechar esta contingencia para poner el foco en lo que debe ser el centro de cualquier reforma educativa; la calidad en los aprendizajes. No pueden ser justificaciones suficientes las pugnas ideológicas (si nació o no nació en dictadura), tampoco puede ser meramente una discusión financiera bajo el enfoque de tirarle dinero al problema. Y por último, se debe prestar atención a las rígidas estructuras internas de la actual de educación municipal, las que este proyecto no se hace cargo de modernizar o renovar, solo traspasa. Finalmente, transparentando el tema para algunos municipios será un dolor de cabeza menos. Pero para otros, será la perdida de una oportunidad de relacionarse directamente con la comunidad y de contribuir en lo que más impacto puede provocar en las familias; la movilidad social de las personas a través de una educación de calidad y de oportunidades.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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