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¡Vivan los programas!


A propósito de la candidatura de Alejandro Guillier, se suscitó una interesante polémica con sus dichos en cuanto a que su programa de gobierno no sería presentado sino hasta después de la primera vuelta. De manera bastante transversal se reaccionó criticando la postura del candidato Guillier y valorando la importancia esencial de mostrar a la ciudadanía las ideas con que se pretende gobernar. Uno no vota (o no debería hacerlo, al menos) sólo por la persona, sino fundamentalmente por las ideas y proyectos que esa persona propone para el país.

Este fenómeno de relevar la importancia de las ideas en política es especialmente interesante luego de décadas de omnipresencia de “las personas” o la “técnica”. Sin perjuicio de la crítica tantas veces hecha desde el candidato Piñera y su sector a la calidad de la gestión de la Presidenta Bachelet, qué importante es volver a reflexionar y proponer objetivos, fines y no sólo medios huérfanos de ideas que les den coherencia.

Volviendo a la contingencia, quisiera abusar de la paciencia del lector, destacando la propuesta programática de Carolina Goic. No es la única por cierto, pero se debe reconocer que Carolina Goic ha desarrollado un exitoso esfuerzo por articular una propuesta programática comprehensiva y coherente. Es particularmente interesante identificar conceptos transversalmente presentes en su programa.

El esfuerzo de coherencia se identifica, por un lado, en los temas abordados, como también en las claves desde las cuales se construyen las propuestas en cada área. En lo primero, por ejemplo, Carolina Goic incluye propuestas en salud mental, para las personas en situación de calle y de discapacidad, para la diversidad, salud dental, organización comunitaria, cooperativas y sociedad civil, emprendimiento, campamentos, envejecimiento, equidad territorial, infancia, entre otros. Por supuesto, se incluyen otros temas interesantes, pero llama la atención la presencia que ocupan las materias señaladas y la originalidad de varias de ellas, no siendo habitual encontrarlas en programas presidenciales. Lo normal es que estos programas se limiten a reiterar las clásicas y, por cierto, relevantes áreas tradicionales, como seguridad ciudadana, salud, educación, etc. Pero junto a los temas considerados, es original y revelador de un esfuerzo de coherencia la manera concreta en que esas áreas son abordadas por Carolina Goic.

[cita tipo=»destaque»]En las propuestas de Goic se lee una valoración del rol de la comunidad, de la sociedad civil organizada, del emprendimiento, pero ojalá asociativos. También aparece como central en Goic la dignidad de la persona humana. Pero no la dignidad desde la lógica tradicional del aborto o los mal llamados “temas valóricos”, sino que en general desde la empatía con el otro, con el sufrir no ajeno del otro, con el sentido de corresponsabilidad social. En tercer lugar, se observa una propuesta vanguardista, no reaccionaria, sino que cree en la necesidad de más justicia, en el acceso a ciertos derechos sociales, en la organización del territorio, sus áreas verdes y servicios, etc. Por último, se destaca un reconocimiento al emprendimiento, a la iniciativa individual y a la importancia del crecimiento económico.[/cita]

En las propuestas de Goic se lee una valoración del rol de la comunidad, de la sociedad civil organizada, del emprendimiento, pero ojalá asociativos. También aparece como central en Goic la dignidad de la persona humana. Pero no la dignidad desde la lógica tradicional del aborto o los mal llamados “temas valóricos”, sino que en general desde la empatía con el otro, con el sufrir no ajeno del otro, con el sentido de corresponsabilidad social. En tercer lugar, se observa una propuesta vanguardista, no reaccionaria, sino que cree en la necesidad de más justicia, en el acceso a ciertos derechos sociales, en la organización del territorio, sus áreas verdes y servicios, etc. Por último, se destaca un reconocimiento al emprendimiento, a la iniciativa individual y a la importancia del crecimiento económico.

Puede que mi lectura del programa señalada adolezca de parcialidad, omitiendo temas ahí presentes que parezcan relevantes para otros, pero he querido destacar los aspectos anteriores por considerarlos particularmente pertinentes en el actual contexto de ideas en oferta. Con una izquierda que eleva el rol del Estado en la economía y la satisfacción de los llamados derechos sociales (de los individuos) y una derecha también individualista, pero que se inhibe de intervenir las estructuras eventualmente abusivas o injustas, la propuesta de Goic es novedosa al reivindicar una ética de la comunidad y la dignidad de las personas.

Independiente de los resultados electorales concretos el próximo 19 de noviembre, el esfuerzo de Carolina Goic y otras candidaturas parece muy necesario en la línea de desterrar de la política el dañino cosismo, reponiendo el diálogo enriquecedor de miradas de sociedad coherentes y con mayor densidad reflexiva.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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