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Reciclaje de plásticos en Chile: una carrera de largo aliento Opinión

Reciclaje de plásticos en Chile: una carrera de largo aliento

Magdalena Balcells
Por : Magdalena Balcells Gerenta general de la Asociación Gremial de Industriales del Plástico, ASIPLA
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El Estado debe tomar un papel relevante y asegurar que se generen nuevos mercados para colocar plástico reciclado. Para ello, es fundamental que exista coordinación legislativa y se garantice que las distintas normativas sanitarias, de comercio exterior, decretos municipales, entre otros, sean coherentes entre sí y permitan incorporar cada vez más material reciclado en todo tipo de productos.


Un estudio publicado por la Asociación Gremial de Industriales del Plástico (Asipla), concluyó que en Chile se reciclan solamente 83.679 toneladas de plástico al año, que corresponden a un 8.5% de lo que se consume en el país (990.000 tons/año). Esta cifra va en línea con el 9% de reciclaje a nivel mundial que dio a conocer la Organización de Naciones Unidas (ONU) en 2018.

Aunque los datos no se ven del todo alentadores, el estudio de Asipla también invita a ver el vaso medio lleno, pues la industria de reciclaje de plásticos en Chile dispone de capacidad instalada para incrementar su tasa significativamente en los próximos años.

En la actualidad, solamente se ocupa el 48% de la capacidad instalada de molienda y el 57% en el caso de la peletización, que corresponden a los dos procesos productivos en el reciclaje de plásticos. Lo anterior, permite proyectar que una vez que se implemente en su totalidad el Reglamento de Envases y Embalajes de la Ley 20.920, conocida como Ley de Responsabilidad Extendida del Productor (REP), el volumen podría incluso duplicarse en los próximos 7 a 10 años.

El Estado debe tomar un papel relevante y asegurar que se generen nuevos mercados para colocar plástico reciclado. Para ello, es fundamental que exista coordinación legislativa y se garantice que las distintas normativas sanitarias, de comercio exterior, decretos municipales, entre otros, sean coherentes entre sí y permitan incorporar cada vez más material reciclado en todo tipo de productos.

El buen desempeño, en tanto, queda en manos de la ciudadanía y la industria, con roles claves para asegurar el éxito. Por un lado, tenemos a los consumidores de plástico, que deben incorporar hábitos de reciclaje, como lavar y separar los residuos en origen, para que lleguen segregados y lo más limpios posible a las plantas. En este punto, preocupa el dato del estudio que da cuenta del bajo porcentaje de plástico reciclado de origen domiciliario, que alcanza solamente las 14.281 tons/año, es decir, un 17% del total a nivel país.

Por otro lado, la industria (fabricantes y productores) se encuentra desde hace varios años trabajando activamente en el desarrollo de innovaciones, aplicando ecodiseño con un decidido enfoque en la monomaterialidad, entre otras acciones, con el fin de facilitar la separación de residuos plásticos en los hogares.

El plástico es un recurso útil y versátil, 100% reciclable, muchas veces reutilizable y con menos huella de carbono que otros productos alternativos. Por lo tanto, la invitación es a tomar la posta en esta carrera de largo aliento, asumiendo la responsabilidad que tiene cada uno de nosotros –como ciudadanos y consumidores– de hacerse cargo de los residuos que generamos y comenzar a ver al plástico como materia prima y no como basura.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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