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Los malls y el COVID-19, ¿qué hemos dejado de lado? Opinión

Los malls y el COVID-19, ¿qué hemos dejado de lado?


Los últimos años, pero sobre todo en los últimos meses, nos habíamos acostumbrado a la protesta en los malls del país. Y ya cuando la pandemia arribó, distintas movilizaciones de trabajadores se incrementaron exigiendo su total cierre. Los malls chilenos se han mantenido cerrados durante las últimas semanas, pero los últimos días hemos visto que desde la Cámara Nacional de Comercio han impulsado su paulatina apertura, generando una serie de críticas desde las oposiciones, gremios de trabajadores, del Colegio Médico o incluso hasta el mismo Horst Paulmann.

Estos espacios criticados y admirados por muchos, se han convertido en una importante fuente laboral para miles de personas. Sus gigantes infraestructuras de concreto, estacionamientos, espejos, pantallas, luces, vidrios, y que constantemente parecen remodelarse para tener lo último en tendencia, se fueron convirtiendo en un espacio cotidiano fundamental para los habitantes, de encuentro y socialización.

La encrucijada del mall en Chile

La llegada del mall a Chile, a comienzos de los 80 con el Parque Arauco, representaba el cambio en el país. Hizo que muchas representaciones sociales y de lo urbano se reconfiguraran por completo. Desde ese momento y con potencia en los 2000, su oferta se ha diversificado, ofreciendo espacios abiertos, cines, teatros, parques y otros. Han llegado a cada rincón de la ciudad chilena.

Es un lugar que está lleno de vida y que con las prácticas cotidianas de sus trabajadores y habitantes, lo han hecho uno de los lugares más relevantes para la sociedad. Allí se produce un entramado de relaciones y conexiones que hoy, con su cierre o paulatina apertura, nos deben generar una serie de preguntas.

Si bien los malls no son un espacio público propiamente, debido a que su propósito es vender productos y servicios, o de hipervigilancia, se han adaptado a las mismas realidades y necesidades populares del país. Con sus defectos o virtudes, los malls son reflejo de nuestra sociedad.

La encrucijada que vive el mall hoy en Chile nos abre a nuevos escenarios, no solo a partir de la creciente movilización social y el cuestionamiento general de nuestras prácticas de consumo, sino que cuando nacen los malls en el país, tuvieron que enfrentar la crisis económica del 83, misma situación que deberán enfrentar en los próximos meses. En ese contexto nació el mall.

¿Qué queremos de los malls?

El cierre temporal o su apertura temporal, hace que el mall en Chile cruce un nuevo momento y, por supuesto, sumado al creciente movimiento social que ha venido empujando críticas a los patrones de consumo de esta sociedad, nos debe hacer detener para poder repensar estos espacios que no volverán a ser los mismos. Por eso debemos abrirnos a las legítimas preguntas que ya se hacía Rodrigo Salcedo: ¿qué hemos dejado de lado?, ¿qué hemos dejado de hacer o de visitar?, ¿cómo habitamos estos espacios?, ¿cómo modificamos sus reglas dentro y fuera? Finalmente, qué queremos de los malls.

Aunque a algunos les cargan todos los males de la sociedad, los malls se han transformado de la mano con la sociedad. Este espacio relevante deberá enfrentar a la nueva sociedad que surja a partir del reciente movimiento social y la crisis económica que se avecina. Por eso, ¿qué queremos de los malls? Si queremos una sociedad más democrática y participativa, estos espacios deberán ser reflejo de esos anhelos.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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