Señor Director:
El Ranking de Pagadores, medición trimestral que realiza la Bolsa de Productos de Chile (BPC) en conjunto con la Asociación de Emprendedores de Chile (Asech), mostró, para el ítem indicador de plazos de pago a proveedores pyme, una reducción de 60 a 47 días en comparación con el primer trimestre del año, atribuida a la reciente inyección de liquidez del Gobierno por su nuevo procedimiento de pago centralizado vía TGR.
Lamentablemente, al parecer, el sector salud se encuentra en un universo paralelo al de los beneficiados por esta disminución. En efecto, nuestra industria sigue enfrentando plazos de pago -por parte de las entidades públicas de salud- que alcanzan los 120 días y más. Así, el monto adeudado a los socios que integran nuestra entidad supera los $27 mil millones solo en el primer semestre de 2020, sin considerar los $5 mil millones aún pendientes de los años 2017, 2018 y 2019.
Este mal comportamiento de pago se produce ya sea porque los hospitales no contabilizan y devengan las facturas en forma oportuna, o porque la recepción de los productos se realiza con lentitud y no es informada a tiempo a Tesorería. Otra práctica habitual es el constante rechazo de facturas por parte de los servicios de salud bajo el pretexto de “reclama contenido del documento”, a pesar de que la factura se encuentra perfectamente emitida. Esto muchas veces obliga a hacer tres o cuatro veces la factura, ganando días y plazo para el pago. Lo cierto es que estamos a años luz de los 47 días mencionados.
Nos parece grave que el Estado -que debe dar el ejemplo- siga postergando a los sectores vinculados a la salud de las personas, en especial en época de pandemia y en el marco de una Ley de Pago a 30 días aún al debe. En este complejo panorama, nuestras empresas seguirán haciendo un esfuerzo titánico para cumplir, como siempre, con los pacientes y su seguridad.
Eduardo del Solar
Director ejecutivo
Asociación de Proveedores de la Industria de la Salud (APIS)
