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Ciencia y Tecnología e innovación, pero para qué? Un debate necesario Opinión

Ciencia y Tecnología e innovación, pero para qué? Un debate necesario

Iván Ojeda Pereira
Por : Iván Ojeda Pereira Investigador del Centro Lithium I+d+i de la Universidad Católica del Norte
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Producto de la pandemia, múltiples colectivos de científicos y científicas de diferentes áreas -desde sociales hasta naturales- se han organizado y han problematizado las precarias condiciones en que suelen desarrollar su labor. En esta línea, el programa de becas de doctorado internacional fue uno de los primeros recortes, recursos que fueron reasignados para afrontar el COVID-19.  Muchos y muchas científicas que se encontraban en el extranjero terminando sus investigaciones, quedaron desprovistos y desprovistas de recursos. 

Desde mi perspectiva, a partir de esta situación se abre una discusión mucho más amplia hacia la sociedad, que hasta el día de hoy no ha sido suficientemente desplegada en la opinión pública. A grueso modo, el mundo chileno de la investigación a pesar de que se está expandiendo, suele ser un campo acotado y por tanto, las negociaciones entre el Ministerio de Ciencia y Tecnología, demandas del mundo científico y otros posibles actores queda una esfera muy específica de la sociedad. Ahora bien, más allá de las legítimas demandas científicas luego de las decisiones del ejecutivo en contexto de COVID-19, el interés de escribir esta columna es aportar en la discusión societaria respecto a la necesidad de fomentar la ciencia, tecnología e innovación, entendiendo que pueden aportar en solucionar las problemáticas que actualmente nos afectan. 

La sociedad contemporánea actualmente está enfrentando una serie de tensiones, si bien, al revisar la historia se podría sostener que la modernidad se ha tratado de crisis multinivel constantes, no obstante, la envergadura y posible impacto de las crisis que hoy en día observamos nos obligan a pensar sobre algunas de sus cualidades específicas. Por ejemplo, la crisis global de las democracias liberales, la crisis de la normatividad tradicional, la crisis socioambiental, entre otras. 

Lo que me interesa argumentar, es que el contexto que estamos observando es cada vez más complejo, diverso, riesgoso y poco alentador, por lo cual, es más importante que nunca fomentar modos de observación de la realidad basados en la evidencia. Pero no solo eso, sino que también se propongan vincularse con los problemas que observa y aportar en vías de solución. En palabras del académico chileno Luis Valenzuela, para qué sirve la ciencia si no contribuye a mejorar las condiciones de vida de las personas? 

Para lograr esto, también es imperativo asistir a un entendimiento amplio respecto a la ciencia, tecnología e innovación. Evidentemente existe el científico o la científica clásica que uno imagina en su laboratorio con un delantal blanco, pero también, hoy en día existen nuevos modos de hacer ciencia, como por ejemplo, las vinculaciones entre ciencias sociales y ciencias de datos para contribuir al desarrollo de inteligencia territorial y toma de decisiones en base a datos estadísticos, o iniciativas que a partir de proyectos de investigación, generan espacios que potencian el diálogo democrático en el país. 

En este sentido y a modo de ejemplificación práctica, el Índice de Bienestar Territorial (IBM) recolecta información estadística desde diferentes fuentes de información que generalmente se encuentran aisladas, y las unifica en una nueva forma de observar la ciudad. Así, explora distintas dimensiones que sus rendimientos pueden aportar a la misma ciudadanía, organizaciones sociales y a tomadores de decisiones para realizar diagnósticos complejos de los territorios. Otra iniciativa que me parece relevante es ProCivico, un proyecto de investigación acción que a partir del trabajo en escuelas fomenta el desarrollo de habilidades para mantener una ciudadanía activa y promotora de la cohesión social. 

¿Alguien podría negar que el IBT contribuye a la problemática de fragmentación de datos en el estado? ¿O que ProCivico contribuye a una sociedad más cohesionada y con mejores formas de gestionar el conflicto? Desde mi perspectiva, nadie podría negar el importante aporte que estas iniciativas poseen respecto a la solución de problemáticas actuales de la sociedad. En este sentido, la Ciencia, Tecnología e Innovación posee sentido en la medida de que se vincula en el debate y problemáticas de las políticas públicas, o cuando fomenta el desarrollo de mecanismo para que la propia comunidad resuelva algunas de sus problemáticas (innovación social), y esta es la vía en la que hay que avanzar.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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