Señor Director:
El oncólogo Manuel Álvarez ha sido declarado culpable de abuso sexual contra una paciente, en el contexto de una atención médica domiciliaria, en 2019 en Punta Arenas. La víctima padecía de cáncer en etapa 4, y falleció dos meses después de hacer la denuncia.
En ese tiempo, la Fiscalía Oriente ya había iniciado en Santiago una investigación por denuncias de abusos sexuales contra otras dos pacientes, razón por la que fue despedido de Clínica Las Condes en 2016, y reintegrado en 2022, donde siguió atendiendo, primero de manera presencial y luego por telemedicina hasta hace apenas unos días, pese a las solicitudes que hicimos a los directivos de la Clínica para que se resguardara la seguridad física y emocional de las pacientes, y se apartara al médico de sus funciones.
Valoramos la condena y que se haya reconocido el relato de la víctima, y esperamos que marque un precedente para la investigación que aún se sigue en Santiago, donde otra de las denunciantes falleció hace algunas semanas esperando justicia. Pero, es indignante saber que este crimen se habría podido evitar si se hubiera impedido que el médico siguiera atendiendo en Punta Arenas (cuando ya estaba siendo investigado en Stgo. por graves denuncias) si contáramos con mecanismos para la tuición ética del ejercicio médico, que hubieran permitido congelar su licencia.
Los abusos cometidos por un profesional que ha utilizado sus conocimientos y posición para dañar a mujeres gravemente enfermas nos remece e interpela, pero no sólo por las responsabilidades individuales, sino también por la indiferencia y complicidad de una institución que puso la defensa corporativa por sobre la seguridad de sus pacientes, y por la falta de avances en los cambios legales que necesitamos para resguardar el ejercicio ético de la profesión médica.
Dra. Francisca Crispi, presidenta Colmed Santiago
Dra. Gisela Viveros, presidenta Depto. Género Colmed Stgo.
