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Elección de defensor(a) de la Niñez Opinión

Elección de defensor(a) de la Niñez

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Marcelo Sánchez
Por : Marcelo Sánchez Gerente General Fundación San Carlos de Maipo.
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Es de suma relevancia que esta participación sea diversa, inclusiva e independiente, carente de conflictos de intereses políticos y económicos, ya que permitirá establecer las condiciones deseadas para hacer frente a los desafíos que debe enfrentar la institucionalidad, como la implementación de la Ley de Protección Integral de la Niñez, que ha tenido serios problemas para contar con la protección administrativa requerida operando en las Oficinas Locales, las que no han cumplido con el cronograma establecido, ni dispuesto el conjunto de oferta preventiva requerida.


En los próximos días se va a publicar el llamado a concurso para la nueva/nuevo defensora/defensor de la Niñez. El plazo de recepción de antecedentes se extenderá entre el 16 y el 27 de marzo. Durante ese periodo, se escuchará al comité directivo del INDH, a 2 académicos y 4 organizaciones de la sociedad civil, para entregar desafíos no menores que serán propuestos por los miembros de la Comisión de Derechos Humanos del Senado, que también durante estos días debiera tener cambios en su composición. Es claramente insuficiente el plazo que compromete este proceso para abrirse a una postulación amplia y que dé garantía del perfil que se requiere en esta nueva etapa de una institucionalidad tan joven como la Defensoría.

La misma convocatoria a organizarnos de la sociedad civil nos parece limitada. Es de suma relevancia que esta participación sea diversa, inclusiva e independiente, carente de conflictos de intereses políticos y económicos, ya que permitirá establecer las condiciones deseadas para hacer frente a los desafíos que debe enfrentar la institucionalidad, como la implementación de la Ley de Protección Integral de la Niñez, que ha tenido serios problemas para contar con la protección administrativa requerida operando en las Oficinas Locales, las que no han cumplido con el cronograma establecido, ni dispuesto el conjunto de oferta preventiva requerida. Asimismo, se han observado graves problemas de ejecución en el “Servicio Mejor Niñez” con listas de espera históricas, que se profundizan y ponen en serio riesgo la salud física y mental de cerca de 30.000 niños y niñas en grave vulnerabilidad. Por otro lado, a lo menos durante el primer año, va a tener un rol clave en el monitoreo y seguimiento de las acciones que se deriven del plan de emergencia de la Niñez en la zona de catástrofe de los incendios.

La infancia está permeada por un conjunto de factores de riesgo que crecen de manera significativa, como los que derivan en la exclusión educativa para más de 50.000 niños, niñas y adolescentes (NNA) y sobre un millón doscientos mil en grave riesgo de ausentismo crónico, o aquellos con los más altos índices de consumo de alcohol y otras drogas en población escolar en Latinoamérica, o los que dan muestra de la acción del narcotráfico y de las bandas organizadas en el reclutamiento delictivo de niños y jóvenes desde muy temprana edad.

La niñez está pasando por una situación extraordinariamente crítica, no obstante, es fundamental contar con una institucionalidad y leyes que garantizan su protección. El marco de la Ley de Protección Integral a la Infancia, hace inexcusable a los Garantes de no concurrir con las obligaciones definidas, y será rol del Defensor(a) de la Niñez hacer cumplir la ley a cabalidad. De allí la relevancia en la experiencia en temas de infancia y que haya trabajado en organizaciones o instituciones relacionadas con los derechos de niños y niñas. Así, también, debe tener un conocimiento profundo de la legislación y políticas que protegen sus derechos, acreditado compromiso y liderazgo, capacidad de articular y lograr acuerdos, que abra espacios a la participación de la Niñez, que comunique y trabaje en base a la evidencia, que promueva un alto estándar en la gestión de los Servicios, que conozca en profundidad el trabajo de los Jueces de Familia y del sistema en su conjunto.

No podemos improvisar, menos aún bajo las condiciones limitadas de convocatoria y concursabilidad, se deben observar trayectorias coherentes con estos y otros elementos y sobre todo buscar a quien se vuelque por entero a este rol, sin pensar en el próximo cargo, que haya demostrado en distintas instancias estar disponible para mejorar las condiciones de vidas de millones de niños y, en especial, los más vulnerados, incluso por el Estado, frente al cual, con autonomía, deberá actuar con firmeza y decisión. La Comisión debe considerar como esencial esta capacidad de situarse libre de intereses que coaccionen o limiten su actuar. Esperamos por el bien de la Niñez que así sea.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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