La UDI le advirtió al gobierno que la reunión entre el ministro del Interior y tres jueces de la Corte de Apelaciones constituye una señal de alerta, pues podría afectar ‘gravemente’ la independencia del Poder Judicial.
La reunión ‘social’ en que coincidieron el ministro del Interior, José Miguel Insulza, y tres magistrados del Poder Judicial provocó una dura reacción de la derecha cuya molestia no dejó pasar desapercibido el polémico encuentro. Tanto es así que la UDI no sólo abordó el tema en su habitual reunión de mesa, sino que además lo llevó a la comisión política que evacuó una declaración en la que condenó "enérgicamente" los hechos.
De este modo, la tienda de Pablo Longueira le pasó una "tarjeta amarilla" al gobierno, con la que de algún modo pretende advertirle que el apoyo que la colectividad le ha dado no es incondicional.
En este contexto, la comisión política de la UDI acordó por unanimidad no sólo "condenar enérgicamente que el gobierno del Presidente (Ricardo) Lagos, a través de su ministro del Interior, haya incurrido en una conducta que puede afectar gravemente la independencia del Poder Judicial", sino que además resolvió "deplorar que estos hechos ocurran, precisamente, en circunstancias en que los Tribunales de Justicia investigan graves hechos delictivos ocurridos en distintas reparticiones de la administración pública y en variados organismos y empresas del Estado".
Para los dirigentes gremialistas la reunión entre el ministro y los tres jueces de la corte de apelaciones de Santiago constituyó "la peor y la más imprudente señal que el gobierno de la Concertación puede dar al país, cuando lo que la ciudadanía reclama es un compromiso efectivo con la erradicación de la corrupción".
Asimismo, respaldaron la actitud asumida por el presidente de la Corte Suprema, Mario Garrido Montt, y el pleno del tribunal "ante tan lamentables hechos".
No conformes con los anteriores planteamientos, los dirigentes y parlamentarios instaron al Presidente de la República a asumir "un inmediato cambio de actitud que en vez de pretender justificarlas, garantice que este tipo de situaciones no se repita en el futuro", considerando que tanto el gobierno como la Concertación en su conjunto "deben permitir que las instituciones funcionen y no interferir en las decisiones de los Tribunales de Justicia. Sólo así resguardaremos a nuestro país de la corrupción".
Finalmente, el acuerdo de la comisión política, a modo de advertencia, concluye que el compromiso de la UDI de trabajar en la Agenda de Modernización y Probidad del Estado le "impone el deber de impedir resueltamente que el gobierno de la Concertación pretenda inhibir o coartar la labor de los Tribunales de Justicia frente a los graves hechos de corrupción que lo afectan y que se están investigando".
Por su parte, Renovación Nacional también expresó su molestia menos formalmente que sus aliados, pero igualmente fuerte. En la Jornada de Planificación, realizada ayer en el balneario de Marbella en la Quinta Región, en que se analizó la relación del partido con el gobierno, el presidente de la colectividad Sebastián Piñera señaló que no se debe confundir la labor de la oposición, que continuará colaborando con la autoridad en lo que sea necesario, pero que no por ello abandonará su labor fiscalizadora.
Por lo que, según señaló el secretario general del partido, Renato Sepúlveda, en la reunión agendada entre el gobierno y los partidos políticos para hoy en la mañana, Piñera representará a los ministros del Interior y secretaría general de Gobierno, Francisco Vidal, la molestia de la colectividad por el polémico encuentro entre el primero y los jueces de la Corte de Apelaciones, pues al igual que en la UDI en RN consideran el hecho como una abierta intervención hacia el Poder Judicial.
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