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Polémica destitución del director del Montercamelo por «rasca»

Después de más de diez años de trabajo, René Silva fue despedido por "mala gestión" y por considerarse «bajo» el nivel de las actividades. Ambas críticas son descartadas por el presidente de la comisión de cultura del Concejo Municipal, Rodrigo García Márquez, y por el dramaturgo Alejandro Sieveking, quienes atribuyen la salida a los celos y envidia del director del Instituto Cultural de la comuna.


Hace poco más de un mes, René Silva fue notificado que dejaría de ejercer el cargo de director del Centro Cultural Montecarmelo. El mensajero fue el jefe de presupuestos del municipio y no Osvaldo Rivera, director del Instituto Cultural de la comuna y vicepresidente la Corporación Municipal, a quien correspondía hacerle saber a Silva que se le cesaba de sus funciones.



Los reclamos de varios concejales, encabezados por el presidente de la Comisión de Cultura, Rodrigo García Márquez (PPD), sirvieron sólo para anular y rehacer la destitución, lo que implicó que la salida de René Silva se atrasara por un mes y trabajara hasta el pasado 31 de julio.



Aún afectado por alejarse del que fuera su trabajo por más de 12 años, Silva comentó a El Mostrador.cl que sólo puede explicar su despido por "celos y envidias" de parte de Osvaldo Rivera.



"El Montecarmelo estaba siendo un lugar demasiado potente en comparación con el Instituto Cultural de Providencia. Hay, en el fondo, una cuestión de envidia y celos. No quiero más guerra, porque el último mes que estuve trabajando fue muy complicado", confiesa.



Y agrega: "Lo único a lo que me he dedicado es a trabajar. Ya me habían advertido que tratara de bajarle el perfil al Montecarmelo, porque estaba despertando envidias y problemas con las autoridades, lo que me parecía bastante raro".



Similar juicio comparte García Márquez, quien cree que "Rivera vio amenazada su posición por el crecimiento que estaba adquiriendo el Montecarmelo y el posicionamiento público que ha adquirido con la magnifica gestión de René Silva".



Bastante más crítico y ciertamente molesto se muestra el dramaturgo Alejandro Sieveking, que participó en algunas actividades en el centro que dirigía Silva: "¿Y quién es Osvaldo Rivera? ¿Qué ha hecho él como para juzgarlo por su gestión? Que alguien que prácticamente no es nadie evalúe a una persona que sí es alguien es impresentable", alega .



Rascas versus finos



Las verdaderas razones que le costaron la salida a René Silva aún no están del todo claras. Hubo quienes, los menos por lo demás, plantearon que el nivel de las actividades en el Centro Cultural Montercarmelo estaba decayendo y que se estaba poniendo "rasca", como le comentaron a Silva, cuestión que hacía imperioso cambiarle el perfil.



"No sé quien es tan fino ahí, pero lo grave es que no puede ser alguien tan bruto para decir algo tan bárbaro. Si hay personas que piensan eso no pueden estar en cultura. A mi me hubiera gustado encontrarme con la gente que echó a René Silva, pero no conozco a nadie en la Municipalidad porque, seguramente, yo debo ser considerado rasca y no conozco a gente fina, y después de esto no tengo ningún interés en conocerlos", dice Sieveking.



Las críticas a la supuesta "rasquería" que estaba inundando al Montecarmelo fueron refutadas por el propio Silva en su debido momento manifestando a las autoridades que el Centro Cultural que él dirigía era muy distinto al Instituto Cultural de Providencia, y que mientras a uno la gente iba con "mochilas", al otro lo hacían con "abrigo de pieles", dice con no poca ironía René Silva.



"Hay una pugna entre quienes tienen una visión más conservadora del arte y los que queremos un centro abierto y pluralista. A mí me interesaba llegar más al público interesado en la cultura en sí y no transformar el Montecarmelo en un lugar de eventos y de mucho brillo. Con mi salida, lo que se busca es cambiarle esa impronta que se le dio durante mi gestión", apunta.



La gestión cultural del alcalde Cristián Labbé ha estado fuertemente marcada por conciertos masivos en Navidad y por los recitales de los Huasos Quincheros en septiembre, así como por vistosas colecciones de museos europeos que salen en giras.



El concejal PPD asegura que les será "muy difícil" a quienes quieran cambiarle el perfil, porque, como anticipa, "vamos a estar encima para que se cuide lo que hasta ahora se ha conseguido".



La acefalia



La repentina y aún "injustificada" salida de Silva, según Rodrigo García Márquez, motivaron al Concejo Municipal discutir ayer la necesidad de que en las organizaciones donde la Municipalidad forma parte se incorporen dos representantes del Concejo que participen en la toma de decisiones.



La moción fue aprobada, pero para que se cambien y entren en vigencia las modificaciones a los estatutos de la Corporación Municipal, pasarán "por lo menos cinco meses", explica García Márquez, asumiendo de forma interina un nuevo director hasta que se vuelva a elegir "con todas las de la ley" al sucesor de René Silva.



Por ahora, el Centro Cultural Montecarmelo está acéfalo y a pesar de que los principales dardos apuntan a Osvaldo Rivera, García Márquez afirma que el alcalde Cristián Labbé "cohonestó lo que se hizo con René Silva. Él está detrás de todo esto porque fue demasiado obsecuente con la determinación de Rivera ".



"Estoy algo deprimido. Formé un equipo muy bueno y ahora están súper asustados porque temen que puedan despedirlos. Lamentablemente, esas aprensiones tienen asidero, puesto que a mí me echaron junto con mi secretaria, algo muy abusivo. Lo encuentro todo muy turbio, la verdad", se lamenta René Silva.



Alejandro Sieveking nota además con suspicacia que puede ser "un anticipo del comportamiento de un potencial gobierno de Lavín respecto a su política cultura, lo cual me parece bastante patético".



El Mostrador.cl intentó comunicarse con Osvaldo Rivera en reiteradas oportunidades en la tarde de ayer. Como única respuesta, obtuvimos el mensaje que nos envió con su secretaria, informado que, según el cuestionado director del Instituto Cultural de Providencia, las políticas culturales del Montercarmelo seguirán igual que hasta antes de la salida de René Silva.

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