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La constante evolución e influencias musicales de Babasónicos

Con siete placas discográficas en el mercado y con un indefinido pero característico estilo, Babasónicos se ha convertido en el grupo que mejor resume la cultura del rock argentino de los últimos años. Para algunos su nuevo álbum es un homenaje a su público y a su propia carrera musical. Para otros, el intento del grupo trasandino por superar el dilema de la fama.


Desde comienzos de los noventa en adelante, la escena rockera en Argentina perdió gran fuerza, siendo arrasada por los estilos y ritmos musicales de moda. Nadando contra la corriente, pero con una continua y sólida sucesión de discos, la banda trasandina Babasónicos, ha sabido hacerse un espacio y ganar miles de adeptos.



Babasónicos crecieron en los ’70, bajo las influencias de Pink Floyd, Led Zeppelín y algunos discos de música bailable. En los ’90 formaron el grupo, generando una interesante mezcla de rock alternativo y sonidos electrónicos que de inmediato causó interés en el mercado argentino.



Su nombre es derivado de dos mundos culturales diferentes. Por un lado (Baba), homenajean al líder espiritual hindú Sai Baba y por el otro (sónicos), establecen una referencia a Los Supersónicos, dibujos animados símbolo de la cultura pop de los años setenta. De esta mezcla se genera el origen de su música, que nace y se compone de un sinfín de influencias: retro, rock and roll, electrónica, funk y lógicamente, pop.



Con seis álbumes editados en su carrera, la banda trasandina lanza su nueva propuesta discográfica, Infame. Recopilando la historia del grupo -pasando por diversos estilos musicales-, el álbum entrega mediante sus canciones, todos los giros e influencias adoptadas por Babasónicos a lo largo de su carrera.



Indagando en el romanticismo pop de los años ’70, su reciente disco, pese a presentarse como una continuación del álbum Jessico (2001) con muchas baladas aparentemente ingenuas y sonidos de antaño, logra impregnar un tono retorcido y oscuro, que tiñe a todo el disco de una interesante capa de misterio e ironía. Putita, uno de los temas más destacados se muestra como una sátira a todos los que buscan la fama.



"Sin piedad dejás atrás un séquito de vana idolatría. Sos tan espectacular que no podés ser mía nada más. Tenés que ser de todos. Ya sé. El camino a la fama no significa nada si no hay una misión. ¿Cuál es? Hacerte muy putita, probar tu galletita con toda devoción", canta Adrián Dárgelos, su vocalista.



Sin bien la despreocupación y la irreverencia del grupo en placas anteriores, queda en segundo plano, Infame presenta cierto perfeccionamiento y madurez musical que se traduce en un conjunto de catorce canciones que trasforman, de gran manera, música popular en sustentos inconfundible y totalmente distintivos.



Dentro de este intenso conjunto de temas, Irresponsables con su historia de amor que avergüenza, Risa, canción de coqueteos y declaraciones, Estertor, armonía romántica con arreglos electrónicos, Y qué, donde habla de mirar novias ajenas, Sin mi diablo con potentes baterías y punteo de guitarra (sobre una alocada fiesta) y Once, donde se vuelve el estilo rockero, son algunos de sones que destacan dentro de su nueva producción.



Infame logra reunir todos los elementos que trasformaron Babasónicos en una de las mejores bandas de los ’90: rock añejo, pop, canciones románticas, onda disco, música electrónica, retro y mucho estilo.



Con siete placas discográficas en el mercado y con un indefinido pero característico estilo, Babasónicos se ha convertido en el grupo que mejor resume la cultura del rock de Argentina de los últimos años. Para algunos su nuevo álbum es un homenaje a su público y a su propia carrera musical. Para otros, el intento del grupo trasandino por superar el dilema de la fama.



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