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Caso Frei: comienzan interrogatorios judiciales a más de 50 personas

Dentro del grupo de personas también estaría incluído personal de la clínica Santa María, donde falleció a principios de 1982 el ex presidente Eduardo Frei Montalva. La ubicación de estas personas fue un largo trabajo de análisis del equipo diligenciador de Interpol, a cargo del detective Nelson Jofré.


El ministro en visita Alejandro Madrid Crohare iniciará en pocos días más una fase crucial en la investigación que sustancia por la misteriosa muerte del ex Presidente de la República Eduardo Frei Montalva, ocurrida a principios de 1982, en la Clínica Santa María. Se trata de los interrogatorios judiciales a más de 50 personas que estuvieron, de una u otra forma, vinculados al deceso del mandatario, como también a quienes manejaron información sensible y que durante más de 20 años jamás fue conocida.



Averiguaciones hechas por El Mostrador.cl dan cuenta de que en dependencias de Investigaciones, donde labora el equipo diligenciador de Interpol, a cargo de Nelson Jofré, ha declarado hasta ahora personal del otrora Bacteriológico (ahora Instituto de Salud Pública, ISP), que tuvieron a su cargo manejo de toxinas altamente contagiosas que, de acuerdo a las declaraciones de Michael Townley, fueron testeadas por la DINA, para ser usadas como veneno y en usos de guerra química.



Estas mismas personas, cuyas identidades aparecen en un informe reservado y oficioso que preparó el mismo Jofré, el 2000, en el Bacteriológico a petición del Ministerio del Interior y la familia Frei, entregaron valiosos antecedentes que deberán ser ahora aportados al tribunal.



Este informe fue publicado en exclusiva por este diario a principios de 2002, como adelanto del libro Crimen Imperfecto y da cuenta del posible uso de la toxina botulínica en la muerte de reos comunes de la cárcel pública, como también de la intoxicación de los militantes del MIR, Elizardo Aguilera, Guillermo Rodríguez Morales, «El Ronco», junto a Adalberto Muñoz Jara.



Los testimonios entregarán al magistrado mayores convicciones de que detrás del fallecimiento de Frei hubo la actuación de teceras personas, cuando el país (año 1982) enfrentaba su momento más álgido contra la dictadura militar. Sobre todo porque Frei, Tucapel Jiménez y el ex general de la FACH, Gustavo Leigh, junto al abogado Jorge Ovalle, preparaban un paro nacional. Después de la muerte del mandatario, le siguió Tucapel Jiménez, la madrugada del 25 de frebrero de 1982.



Culpemos al muerto



Pero no sólo el personal del Bacteriológico ha llegado a prestar declaraciones, también lo han hecho varias personas que laboraban en la clínica Santa María a la fecha.



Por ejemplo, se indicó en fuentes cercanas a la causa, que los detectives lograron dar con el paradero de una serie de paramédicos, doctores y enfermeras, cuyas identidades se mantendrán en reserva mientras no testimonien. También lo hicieron los médicos que, además de trabajar otrora en la DINA, lo hacían al momento de la muerte de Frei en el centro asistencial.



Estos nombres aparecieron en un informe entregado por la policía civil al magistrado y publicado por este diario en agosto de 2003. Las identidades de los profesionales también aparecieron el pasado viernes por la periodista Mónica González en la revista Siete + 7.



También estarían dentro de la lista de citados los doctores de la Universidad Católica, los patólogos Herman Rosemberg y Sergio González Bombardiere.



Hay que recordar que ambos médicos realizaron una sui generis autopsia al mandatario, una vez que éste falleció. La existencia de ese informe se mantuvo oculta por más de 20 años,
salvo porque este medio publicó sus existencia en marzo de 2003, como también el nombre de los profesionales.



Lo extraño de las declaraciones de ambos profesionales es que culpan de haber dado la orden precisamente al otrora jefe del departemento, Roberto Barahona, quien falleció casi dos años después de haber hecho el testeo al ex Mandatario.





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