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Royalty: El desafío de Sergio Diez de alinear a sus parlamentarios

Renovación Nacional convocó a una Comisión Política Ampliada para »aunar criterios» en torno al proyecto, pero tal como se ha dado el debate en los últimos días no parece probable que lo logre. Particularmente, porque Vilches estima que el royalty es necesario para el país y que el partido debe dejar en libertad de acción a la hora de votar.


El proyecto de royalty que el Gobierno pretende aplicar a las mineras inevitablemente se está cruzando con el tema electoral. Si bien el debate se veía venir desde hace mucho, lo cierto es que instalarlo por estos días ha generado todo tipo de especulaciones. Para terminar con ellas La Moneda decidió cambiarle la velocidad a la iniciativa, que de simple, como iba a ser tratada originalmente, pasó a suma urgencia, lo que provocó la molestia de la Alianza por Chile.



La decisión del Gobierno significa que la oposición, en particular Renovación Nacional, va a tener que ordenarse antes de lo que tenía presupuestado. La Comisión Política Ampliada -organismo cuyas definiciones son de carácter vinculante- convocada para el lunes 19 de julio, con el fin de "aunar criterios" sobre el proyecto de royalty, seguramente deberá adelantarse, ya que hoy se inicia la discusión en la Cámara Baja y según se ven las cosas será muy difícil conseguir el consenso.



Carlos Vilches, que pasó a convertirse en el parlamentario de derecha más representativo en materia de royalty, tiene las cosas claras. No está dispuesto a ceder en un tema que considera de trascendental importancia para el país y espera poder convencer a sus pares de ello. De no ser así, cree que las autoridades del partido deberán decretar "libertad de acción" en el Congreso.



En este escenario, se ve dura la tarea de la mesa de RN. Entre otras cosas, porque no se percibe posibilidad de acercar posiciones entre quienes están a favor de la iniciativa -una minoría- y quienes la rechazan. La confrontación entre ambos grupos va a ser dura, tanto que el diputado Nicolás Monckeberg está siendo mencionado -desde la semana pasada- como el principal "operador" en contra del royalty, en la Cámara de Diputados.



Quienes le otorgan esa calidad relatan que el legislador ha ejercido una fuerza inusitada para convencer a quienes estaban a favor de la iniciativa gubernamental, para que se retracten. Incluso mencionan que la semana pasada realizó una conferencia de prensa en la que dio los nombres de quienes, como él, no estaban de acuerdo con el proyecto. Las criticas surgen a partir del hecho de que, según confirman algunos legisladores, Monckeberg mencionó a un grupo de diputados primero y después se acercó a ellos para solicitarles que firmaran una carta de rechazo a la medida patrocinada por La Moneda.



A situaciones como ésta se suma el lobby que estarían ejerciendo personalidades como el ex presidente de RN, Andrés Allamand, y el ex senador de la colectividad Ignacio Pérez Walker. El rumor en el partido es que ambos han ejercido una importante presión sobre algunos diputados, lo que provoca mayor tensión al interior de la colectividad, a pesar de la defensa que su timonel, Sergio Diez, ya hizo sobre el derecho de ambos abogados a ejercer su "profesión".



No se podría negar que la conocida muñeca de Diez no podría haber encontrado mejor oportunidad para manifestarse. El dirigente deberá encontrar una fórmula para lograr que los parlamentarios no repitan la nefasta experiencia del año pasado, cuando legisladores duros se negaron a respetar la votación de la mayoría -en una comisión política ampliada-, desconociendo el acuerdo entre el entonces presidente de RN, Sebastián Piñera, y el gobierno en torno a las reformas constitucionales.



Ese episodio fue el que obligó al Tribunal Supremo del partido a manifestarse respecto de la calidad de "vinculante" que tienen las determinaciones que se adopten en una comisión política ampliada y que las minorías deben sumarse a las mayorías, a la hora de votar en el Congreso.



¿Orden de partido?



Para desgracia de todos los dirigentes de Renovación Nacional, que han encabezado y encabezarán la colectividad, la Constitución prohíbe las órdenes de partido. En esa disposición se han amparado históricamente las minorías de esta tienda para no tener que sumarse a las mayorías en materias significativas, con o sin razón.



Por lo que, inevitablemente, el fantasma de un nuevo enfrentamiento ronda la tienda de Antonio Varas. La diferencia, en esta oportunidad, la hace la figura de su presidente, Sergio Diez, que en contraposición a lo ocurrido cuando Piñera lideraba el partido, tiene una relación más estrecha con los parlamentarios y genera en ellos un fuerte sentimiento de respeto. Su experiencia y bagaje legislativo le podrían facilitar la tarea de alinear a las bancadas, aún cuando parece difícil convencer al más férreo defensor del royalty en el partido, Carlos Vilches.



Uno de los principales argumentos de Diez para aprobar el proyecto de La Moneda es que aunque haya parlamentarios que apoyan el royalty, eso no significa que estén de acuerdo con la iniciativa del gobierno y que es necesario precisar, entre otras cosas, el destino que tendrán los recursos.



El diputado, por su parte, está tranquilo y basándose en que no existen las órdenes de partido, estima que en caso de no aunar criterios, la directiva optará a lo menos por dejar libertad de acción. El representante del distrito cinco -Chañaral, Copiapó, Diego de Almagro- no está dispuesto a tranzar algo que para él es de vital importancia para Chile. En su opinión el proyecto de royalty sólo repara una situación que ha permitido que las mineras no paguen impuestos.



Su postura es que la mitad de los recursos que el Estado recabe por este concepto sean asignados a las regiones donde se explotan los yacimientos y que el resto sea destinados a las otras zonas del país. Tan importante es para Vilches la aprobación del proyecto, que estima que si lo forzaran a adoptar una posición distinta a la que siempre ha manifestado, ya no tendría nada que hacer en Renovación Nacional.



Cifras favorecen aprobación



Pese a todo, el proyecto podría ser aprobado en la Cámara de Diputados. Según los cálculos de Vilches, en Renovación Nacional seis diputados -incluido él- se mantienen en la posición de respaldar la iniciativa -Germán Becker, Alfonso Vargas, Osvaldo Palma, Francisco Bayo y Lily Pérez-, mientras que otros aún la estarían estudiando, pese a las presiones para que la rechacen. A ello suma tres diputados de la UDI -Rosa González, Manuel Rojas y Ramón Pérez-.



Estos votos, unidos a los de la Concertación, darían los 66 necesarios para que el proyecto sea aprobado, considerando que el quórum requerido es de cuatro séptimos.



Los senadores de RN en su mayoría rechazan la iniciativa. Quienes están a favor son Baldo Prokurica, Antonio Horvath y Mario Ríos, lo que también daría espacio para que el royalty fuera aprobado en el Senado. A pesar que es casi un hecho que la UDI la rechazará, en ambas Cámaras. Lo que salvaría el proyecto en esta instancia es que habría algunos senadores designados que lo respaldan, como Fernando Cordero y Ramón Vega.



Comenzó debate interno



En tanto, en la Comisión Política de anoche, tal como se esperaba, se abordó este tema. En la oportunidad, expusieron personalidades como el ex presidente del partido Sebastián Piñera, el diputado Carlos Vilches, el senador Baldo Prokurica y el ex senador Miguel Otero, entre otros.



El presidente de RN manifestó que existe un «acuerdo general» en orden a que el proyecto no es bueno, y que necesita de importantes modificaciones. En ese sentido, consideró que lo más probable es que de la discusión que se dará en el Congreso surja un proyecto corregido, y que para ello el partido solicitó un informe al Instituto Libertad y al vicepresidente Osvaldo Carvajal para hacer un análisis interno en profundidad.



El dirigente precisó que por el momento la Comisión Política no tomará ninguna determinación y que, en cambio, se abocará al estudio de la iniciativa presentada por el Gobierno que, insistió, es percibida como «un mal proyecto».



Por su parte, Carlos Vilches señaló que está satisfecho que se haya iniciado el debate interno y coincidió con Diez en que la iniciativa del Ejecutivo requiere algunos cambios, aunque recalcó que «nadie va impedir que podamos actuar como nuestra conciencia lo dice», aludiendo a la votación que se dará en el Congreso.



El parlamentario agregó que en el debate al interior del partido se espera corregir algunos aspectos del texto legal que lo vuelven inconstitucional.





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