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Derecha se descuelga de Augusto Pinochet y lo tilda de carga

La restricción impuesta por los abogados de la defensa del ex jefe de Estado para que no se hagan declaraciones sobre el caso ha resultado ser un paraguas salvador que acomoda a la oposición. En el sector reconocen que existe »decepción y preocupación» al respecto y entienden que con esto se genera una »sombra de duda»sobre toda la »obra» del régimen militar.


La revelación de las cuentas que el general (R) Augusto Pinochet mantenía en el Riggs Bank de Estados Unidos está generando un terremoto silencioso en la derecha. Si bien es cierto que la defensa del ex gobernante ha paralizado cualquier intento de sus adherentes por blindar al ex comandante en jefe del Ejército, también lo es que las escasas aproximaciones al tema, desde la oposición, han sido débiles, con limitadas excepciones. Ello porque en la Alianza por Chile admiten estar perplejos ante el descubrimiento, tanto que plantean que esto fue "un golpe mortal para mucha gente" del sector.



Es evidente que para nadie pasó inadvertido el descubrimiento, que ha generado un clima de "decepción y preocupación", porque -según plantean en la derecha- con él se ha puesto en tela de juicio toda la "obra" del régimen militar, incluyendo los avances en materia económica que, eso sí, el sector continúa defendiendo como el principal logro de Pinochet y su equipo.



A pesar de la defensa que la derecha hace del aspecto referido a la economía, en el ámbito político el escenario es bastante diferente. Tanto, que no son pocos los que plantean que el tema de las cuentas de Pinochet es más grave aún que el de los atropellos a los derechos humanos durante su período.



La diferencia, para ellos, es sencilla y la reducen a que estos abusos siempre tuvieron una explicación para el régimen, aludiendo a la "lucha subversiva" que se habría enfrentado en la época. El argumento es que si bien hubo más afectados entre quienes se oponían a la situación imperante, también los hubo en las Fuerzas Armadas y que los derechos humanos son iguales para todos. Añadiendo que incluso algunos casos con referencia a los últimos incluso se mencionan en el Informe Rettig.



Aislamiento creciente



Sin embargo, cuando se habla de dineros que podrían tener un origen cuestionable, la situación varía radicalmente en un amplio sector de la derecha. Los más osados aseguran que eso no deja "espacio al debate político", ya que "significa sembrar un manto de duda sobre el comportamiento de todos quienes estuvieron en el gobierno", por lo que si Pinochet "no aclara esto se va a quedar muy solo". Lo que refleja que la silenciosa actitud del sector no es arbitraria y responde a un abierto alejamiento de la figura del ex jefe de Estado.



Tanto que los más molestos con la situación no trepidan en asegurar que Pinochet se ha convertido en una "carga" para la derecha, pues estiman que es impresentable, por ejemplo, que pocos días antes que estallara el caso de las cuentas, el ex comandante en jefe hubiera estado en condiciones físicas y mentales de mostrarse saliendo de compras a una librería y que, cuando había que enfrentar la acusación, cayera nuevamente enfermo.



Incluso entre los más cercanos al pinochetismo admiten que en la actual atmósfera "nadie se quiere quemar", ya que si se comprobara que los dineros que Pinochet tenía, en las polémicas cuentas bancarias, provienen de gastos reservados sería algo impresentable, tanto política como moralmente, aseguran. Los más pesimistas llegan a plantear que "si esas platas fueran transparentes, ya se habría explicado su procedencia".



Así las cosas, todo indica que lo que no se logró con el Informe Rettig, en orden a minar el fuerte respaldo de la derecha a lo que ellos llaman la "obra" del general ®, lo está consiguiendo el caso cuentas que alude a los recursos desconocidos de Pinochet. Esto queda de manifiesto cuando algunos de sus adherentes aclaran que "una cosa es la lealtad y otra la incondicionalidad". Y explican que ahora está ocurriendo lo mismo que cuando "se dijo que no se había matado a nadie" y después se conocieron los abusos cometidos por los servicios de seguridad del régimen militar.



No obstante, también se apresuran a indicar que de todos modos hay que esperar los resultados de las investigaciones judiciales y que "no hay un quiebre en el pinochetismo. Hay escepticismo y preocupación". Aunque también reconocen que algunos de los políticos que participaron en cargos de responsabilidad del régimen militar están "separando aguas".



"No me defienda, compadre"



Por otra parte, tanto los más cercanos a Pinochet como los que no lo son no tanto coinciden en que la defensa que hiciera del general ® Hermógenes Pérez de Arce resultó del todo contraproducente. Los primeros argumentan que el polémico columnista le hizo un flaco favor al ex jefe de Estado, porque a ojos de la opinión pública quedó la impresión -dicen- de que se estaba buscando un "empate moral" al sacar a colación presuntas irregularidades ocurridas durante los gobiernos de la Concertación.



"No me ayude usted, compadre" exclamó uno de los consultados al respecto. Esta misma fuente agregó que Pérez de Arce cometió un error, aunque reconocen que fue uno de los pocos, junto al senador gremialista Marco Cariola, que defendió abierta y directamente a Pinochet.



Quienes se niegan a cargar con el estigma de pinochetistas, en tanto, señalan que la actitud del columnistas linda con "defender lo indefendible" ya que "busca el empate moral". En este sentido, añaden que si a Pinochet se le comprobara alguna irregularidad en la obtención de los dineros cuestionados sería un "golpe mortal" para sus más férreos defensores y se generaría una "tremenda decepción". Una cosa es -dicen- que quienes fueron opositores a su régimen lo acusen de tener responsabilidad en los atropellos a los derechos humanos ocurridos y, otra muy distinta, es que se pruebe que "es ladrón", destacando que este calificativo es mucho peor.



En un análisis puramente político, sin embargo, desestiman que esta situación tenga resonancias negativas para la derecha en los futuros procesos eleccionarios. Por el contrario, creen que si al ex jefe de Estado se le comprueban irregularidades en la obtención de los dineros eso podría beneficiar al gobierno, ya que "se había visto muy complicado con el caso MOP-Gate".



Entre tanto, en el círculo de los generales en retiro desmienten absolutamente que exista una división en torno a la situación por la que atraviesa el ex comandante en jefe y a la forma de enfrentarla. Por otra parte, una fuente del sector castrense asegura que la actitud de los políticos de derecha que se han alejado del general ® "es absolutamente natural", ya que "andan detrás de los votos".

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