Aún cuando pocos están dispuestos a hablar abiertamente de la difícil situación del líder opositor, muchos coinciden en que su largo período de candidato ha ido desgastando su imagen y que es necesario modernizar su discurso. No obstante, al interior de los partidos, nadie osa esbozar siquiera la idea de reemplazarlo, entre otras cosas, porque no existen otros liderazgos.
Aunque la carrera hacia La Moneda aún tiene un solo participante, desde ya se vaticina que la llegada será muy estrecha y si bien los silogismos que respaldan este pronóstico son múltiples, el más concurrente dice relación con el hecho de que el candidato presidencial de la derecha, Joaquín Lavín, lleva demasiado tiempo corriendo sin un competidor definido.
El que la Concertación se niegue a entrar en la pugna hasta después de las municipales no sólo retarda la nominación de su representante, sino que además impide que el alcalde de Santiago se mida frente a un interlocutor válido.
En la derecha están concientes de que será difícil "revertir el proceso" de bajada en que está Lavín, según lo revela una serie de encuestas del Centro de Estudios Públicos (CEP), pero ello no significa -dicen- que su candidatura esté en peligro, entre otras consideraciones porque la mayoría de los estudios de opinión demuestran que la brecha electoral entre la Concertación y la Alianza por Chile es ínfima.
Sin embargo, los votos necesarios para traspasar la frontera entre ambos conglomerados serán los que definirán la contienda presidencial. De allí que la fórmula para obtenerlos cobre especial importancia y es respecto de lo cual ya existen algunas especulaciones al interior de la Alianza por Chile.
Liberalización de Lavín
Uno de los mecanismos que se manejan en la derecha es que el alcalde se rodee de un equipo con definidos rasgos liberales. De esta manera, explican, se "blinda" frente a quienes ven en él a una figura demasiado conservadora. Esto contribuiría a facilitar el avance de Lavín hacia sectores de la Concertación más moderados, señalan, traspasando la frontera entre ambos conglomerados. Así, atraería a aquel porcentaje de votantes que para el candidato opositor es más difícil de conquistar y que podrían hacer la diferencia para acceder, finalmente, a La Moneda.
Quienes respaldan esta idea estiman que sería una buena fórmula para revertir el proceso de caída en que se encuentra el presidenciable de la derecha, ya que bajo ninguna circunstancia existe la posibilidad, ni siquiera remota, de que Lavín fuera reemplazado por otro liderazgo.
Ese es un tema que en la derecha no se plantea -dicen enfáticamente-, nadie se cuestiona tal eventualidad. Uno de los argumentos para ello es precisamente que Lavín es el único liderazgo significativo en la derecha, por lo que es necesario abocarse a encontrar el sistema más adecuado para impedir que esta fase de bajada, que muestra la encuesta CEP, se estanque. Buscar un reemplazante de última hora, destacan categóricamente, "sería un suicidio político".
Si bien con la intervención de Lavín en el conflicto entre el ex timonel de Renovación Nacional, Sebastián Piñera, y el ex presidente de la UDI, Pablo Longueira, la Alianza por Chile "ganó en orden, en ambos partidos se perdió en liderazgos" aventuran fuentes del sector, lo que habría resultado en desmedro de la candidatura presidencial del alcalde capitalino, por cuanto los líderes constituían una "plataforma sólida" para su candidatura.
Los que expresan esta posición añaden que cuando existen figuras fuertes capaces de aportar a un mismo objetivo, lo más indicado es sumar y no restar.
Por otra parte, también señalan que en la caída de Lavín tiene que ver el hecho de que la "tendencia" muestra que el país va hacia una "campaña de ideas más que de imágenes" y que al candidato del sector le ha costado "adecuarse" a esta nueva forma de mostrase. En ello, reconocen una cierta responsabilidad de la propia alianza, pero también del postulante a La Moneda.
"La UDI es un lastre para Lavín"
Mientras tanto, el analista político del CEP Oscar Godoy tiene un análisis bastante más inclemente respecto a la situación que atraviesa el candidato presidencial de la derecha. En este contexto, explica que la "baja constante, regular y sistemática" de Joaquín Lavín llega al 20 por ciento, considerando no un estudio de opinión, sino una "serie de cinco" -que es en base a lo cual se puede hacer un diagnóstico más serio, dice-.
En este período, explica, el alcalde ha bajado en la valoración positiva que el electorado tiene de él, del primer al quinto lugar con un 54 por ciento; lo mismo ha sucedido en cuanto a quién creen los votantes que efectivamente será el próximo Presidente de Chile, donde ha bajado drásticamente de un 56 a un 38 por ciento -entre diciembre del 2002 y julio del 2004-; y, la tendencia se repite cuando se pregunta quién quiere que sea el próximo Presidente, donde cae de 40 a 31 por ciento en igual ciclo.
Para adentrarse en el análisis, Godoy parte del precepto de que "no se puede ser candidato presidencial permanentemente", ya que esa situación es negativa tanto para el propio aspirante como para el pacto que sustenta su opción -dice- y, por otra parte, este escenario "veta el surgimiento de otros liderazgos" en el conglomerado. Lo que coincide con lo planteado por personalidades del sector que aseguran que actualmente no hay un liderazgo capaz de reemplazar el del alcalde.
A juicio de Godoy, a estas alturas Joaquín Lavín "perdió el encanto original", cual era la diferencia con el político clásico, cuando se "enroló en la clase política tradicional", lo que habría ocurrido en las pasadas parlamentarias -2001-.
El analista agrega que en el extenso período desde que emerge como candidato presidencial, Lavín "no ha dado prueba de rendimiento en el ámbito de las propuestas país y prefiere reaccionar a las circunstancias", como ocurrió en el caso del debate sobre el royalty -dice-, donde se vio presionado a presentar una propuesta alternativa a la del Gobierno. Respecto de este episodio en particular, Godoy recuerda que el candidato además se contradice con la posición permanente de su sector de no aumentar impuestos.
El experto estima que "difícilmente" Lavín pueda superar el peak de votación alcanzado en las pasadas elecciones presidenciales, ya que la derecha y "en particular la UDI, no ha mostrado una apertura democrática muy amplia".
En su opinión la tienda encabezada por el senador Jovino Novoa "es un lastre para Lavín, un partido extremadamente conservador, con enclaves autoritarios", lo que no le habría permitido remontar en la valoración positiva del electorado -añade-, ya que "su dirigencia está en los últimos lugares", dice aludiendo al sondeo CEP.
Tan radical es en su análisis que incluso se atreve a plantear que a pesar del tiempo que ha pasado desde el retorno a la democracia "la UDI no sintoniza aún con el proceso democrático, factor crucial para Lavín", por lo que "es posible que el candidato de la derecha "pierda y los responsables -asegura- serán los dirigentes de la UDI".
Su percepción se debe a que en su mejor momento, el presidenciable logró -según los cálculos de Godoy- "penetrar débilmente" a la Concertación a través de la Democracia Cristiana, restándole a la tienda oficialista el seis por ciento de su electorado más conservador.
Sin embargo, precisa que esa votación no fue traspasada a los partidos de la Alianza por Chile y que el "trasvasije" de votos que coloca a la UDI como el partido más grande de Chile se produce entre el gremialismo y Renovación Nacional, ya que la derecha en conjunto siempre ha ostentado entre un 30 y un 35 por ciento del electorado nacional.
Se reedita caminata por Chile
La ansiedad ante la participación del presidenciable del sector, Joaquín Lavín, en las actividades de los candidatos de la Alianza por Chile para las elecciones municipales del 31 de octubre, va en aumento en la medida que pasan los días. De allí que los encargados de organizar el trabajo en terreno y el calendario del líder opositor estén tratando de comenzar lo antes posible. Lo que ya está claro es que para octubre se prepara la parte más fuerte de la campaña, período en el que se reeditará la "caminata por Chile".
Fuentes de la Alianza por Chile aseguran que el jueves recién pasado el equipo que prepara las giras de Lavín se reunió para concretar la agenda que, más bien, apunta a las localidades que estarían y no tanto a las fechas en que éstas serán visitadas. La explicación para esta fórmula es que el candidato a La Moneda prefiere que su llegada, a las comunas elegidas, sea más o menos sorpresiva, por lo que las fechas se irán definiendo paso a paso.
Dirigentes del sector explican que la impaciencia de los candidatos por la participación de Lavín en sus respectivas campañas es entendible, pero aclaran que a esta altura es difícil que el alcalde pueda responder a todos los requerimientos, ya que debe cumplir con su labor edilicia en la municipalidad de Santiago. Por lo que sólo en octubre, el líder opositor se dedicará de lleno a recorrer el país "de Arica a Punta Arenas" reeditando, así, la caminata por Chile, período que coincide con la época oficial de campaña, que se inicia el 1 de octubre. Para lo cual, podría -dicen en la alianza- pedir permiso sin goce de sueldo.
A partir de esta realidad ineludible es que se acordó que Joaquín Lavín inicie su recorrido en las comunas que presentan algún grado de inseguridad, debido a que cargan con candidatos descolgados del pacto, los que optaron por presentarse aún cuando los dirigentes del conglomerado sellaron un acuerdo en el que no estaban considerados.
En este contexto, algunas de las comunas que resultarían favorecidas son Los Ángeles, donde Joel Rosales, ex UDI, decidió postular de todas maneras con lo que podría disgregar los votos de la alianza para el postulante RN, Daniel Badilla. Lo que también podría ocurrir en comunas tales como Osorno, La Unión, Tocopilla, Constitución, Villa Alemana, Angol y San Ramón, entre otras.
__________________
Artículos relacionados:
Ciudadanía cada vez cree menos que Lavín será presidente (08 enero 2004)
Crudo análisis a bravatas de Lavín: «Camino propio no es viable» (09 de diciembre 2003)