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Derecha estaría «disponible» para postergar votación de reformas

Para la oposición no es un problema continuar dilatando una situación que se ha mantenido sin grandes contrapesos por más de diez años. En este contexto, explican que un mes más o menos no afectará significativamente el resultado de la votación.


Como mera espectadora, la derecha ha tomado palco en el debate generado por el presidente de la Democracia Cristiana, Adolfo Zaldívar, en orden a postergar la votación de las reformas constitucionales para después del proceso eleccionario del 31 de octubre. La polémica está en la cancha oficialista a la que el Gobierno está intentando alinear para definir en septiembre un tema que se arrastra por más de diez años. En este contexto, la oposición, sin mucha controversia interna, habría decidido acceder al planteamiento del colorín.



Tras una reunión realizada el martes 24 entre el presidente del Senado y un grupo de parlamentarios de la Alianza por Chile, se resolvió que Hernán Larraín le hará saber a la Concertación que los senadores del pacto opositor están disponibles para postergar la polémica votación. Todo, bajo la premisa de que si hubiera que votar en septiembre, como está agendado en primera instancia, también están en condiciones de hacerlo.



Esta decisión conlleva, por una parte, el costo electoral que podría significar para el oficialismo continuar dilatando un debate que impide -según un sector de la derecha- abocarse a temas más urgentes y que merecen mayor atención, sumando a ello el hecho de que en ambos conglomerados admiten que ésta es una oportunidad propicia para llegar a acuerdos. Por otro lado, nada indica que tras las elecciones municipales la derecha esté abierta a avances más significativos que los que ya se han logrado, tanto en materia de sistema electoral como en lo que dice relación con la remoción de los comandantes en jefe.



Aunque el sistema electoral ha sido históricamente el mayor atolladero que ha impedido los consensos, para destrabar las reformas constitucionales, la derecha terminó aceptando la propuesta de traspasarlo a la Ley Orgánica y aumentar el quórum a tres quintos. Con ello, se eliminaría la principal dificultad para conseguir un acuerdo en torno a esta materia; no obstante, todo indica que se volverá a postergar.



La paradoja de la Concertación



Para la derecha no deja de ser paradójico que sea la Concertación la que haya promovido la idea de postergar la votación, pero aseguran que no les afectan los vaivenes a los que el oficialismo está sometiendo a las reformas constitucionales. Por el contrario, los más osados incluso plantean que, finalmente, para el sector lo mejor es mantener el statu quo en torno al sistema electoral y tanto mejor si es la Concertación la que, de una u otra manera, lo genera.



Por otra parte, el traspaso del sistema electoral a Ley Orgánica también favorece a la derecha -según reconocen algunos parlamentarios-, porque al elevar el quórum a tres quintos al oficialismo se le hace difícil conseguir los votos necesarios para modificar el mecanismo binominal. Esto, porque incluso sumando los senadores designados que se alinean con el oficialismo -como es el caso de Edgardo Boeninger (DC) o Enrique Silva Cimma (PRSD)- a la Concertación no le alcanzarían los votos para modificar el sistema, con la actual conformación de la Cámara Alta.



Designados en la mira



En este escenario, el oficialismo necesitaría 28,8 votos y en una rápida mirada, incluyendo al senador Nelson Ávila, sólo podría contar con 24. Para atraer más votos a su canasta tendría que convencer a, por lo menos, otros cuatro senadores designados, lo que no parece muy probable. Así las cosas, este acuerdo sería beneficioso sólo si en las parlamentarias del 2005 la Concertación logra sacarle ventaja a la derecha, lo que también es complicado si se considera que para ello tendrían que producirse varios doblajes a favor del oficialismo.



Tal como están las cosas, todo indica que, con acuerdo o sin él, la Concertación está metida en una camisa de once varas, lo que justificaría la decisión del timonel de la DC de jugársela por postergar la votación. Lo que está por verse es qué consigue el ministro del Interior, José Miguel Insulza, en la reunión a la que convocó a los senadores oficialistas para el próximo lunes, con el fin de convencerlos de votar ahora las reformas constitucionales.



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