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Comisión Constituyente: El nuevo debate que plantea la Concertación

El hecho de que aún no se logre un acuerdo en torno a las reformas constitucionales, generó que se comiencen a buscar otras alternativas que permitan que la ciudadanía se sienta representada por la Carta Fundamental. No obstante, en la derecha estiman que esta discusión es »extemporánea».


Resulta paradójico que aún antes de cerrar el capítulo de las reformas constitucionales se comience a abrir un nuevo debate: el de la creación de una Comisión Constituyente para formular una nueva Carta Fundamental. La idea, lanzada al ruedo en el seminario que reunió a los Centros de Estudios de la Concertación, no parece atractiva para la derecha que percibe en ello un mecanismo para dar pie a la modificación, si no eliminación, del sistema binominal que la oposición continuará defendiendo en la línea de que éste le ha dado estabilidad política al país.



De hecho, en la misma mesa de la Cámara Alta existen diferencias respecto de una eventual Comisión Constituyente, ya que mientras el presidente, Hernán Larraín, estima que no es necesaria, el vicepresidente, Jaime Gazmuri, la ve con buenos ojos. Gazmuri considera que es un hecho que sea cual sea el acuerdo que se logre en torno al actual sistema electoral, en las negociaciones con miras a la aprobación de las reformas constitucionales, nunca será lo suficientemente bueno para el oficialismo.



Tanto así, que el senador Gazmuri señaló de antemano que con la aprobación de las polémicas reformas no se cierra el debate constitucional, ya que para la Concertación el tema del sistema binominal es esencial y no cejará hasta conseguir que se le dé una solución.



Debate inconcluso



"Desgraciadamente, con la propuesta del senador Larraín, no se terminará con el debate constitucional porque para nosotros, los senadores de la Concertación, el sistema binominal es un punto central y no vamos a retroceder hasta cambiarlo, pues tiene que ver con un principio básico de la democracia: que la mayoría se exprese en el Congreso", sentenció el vicepresidente del Senado.



Sin embargo, para el oficialismo también está claro que la posibilidad de hacer una nueva Constitución no es una labor a corto plazo. Por otra parte, también están conscientes de que la derecha "ha sido muy resistente a ello", lo que obliga a la Concertación a ver esta posibilidad en el mediano plazo. Entre otras cosas, porque también entienden que para la ciudadanía el tema de las reformas no es una prioridad, como sí lo son otras materias.



Pese a ello, Gazmuri plantea que "Chile va a necesitar una nueva Constitución", pues la actual "no tiene legitimidad". Lo que abre un debate que si bien no necesariamente comenzará antes de la votación de las reformas en el Senado, sí tendrá su origen en la aprobación o el rechazo de las mismas, porque -tal como lo dijo el senador Larraín- ello implicará que unos y otros tengan que ceder en aspectos que les parecen fundamentales.



En el caso de la Concertación, el traspasar el sistema binominal a la ley orgánica -conservando el quórum de reforma constitucional- no resuelve el tema, porque también hace muy difícil una eventual modificación.



Propuesta extemporánea



A este respecto, el presidente del Senado tiene una posición concluyente. A juicio de Hernán Larraín, la posibilidad de conformar una Comisión Constituyente no es una materia que se haya debatido y no está contemplada en la Constitución chilena. Por otra parte, expresó que iniciar otro proceso constitucional cuando se ha negociado por tanto tiempo la modificación a la actual Carta Fundamental resulta "extemporáneo".



Lo que permite advertir de antemano que la postura de la oposición ante esta posibilidad será, de lleno, la de rechazo, lo que se compadece con la inmutable postura de la derecha de negarse a reformar aspectos de la Constitución que les parecen fundamentales. El más infranqueable, el sistema electoral, razón por la cual en los últimos 14 años ha sido imposible llegar a un acuerdo que genere consenso en todos los sectores.



En este contexto, lo único claro en materia constitucional es que a pesar de los acuerdos alcanzados, es cada vez más difícil que los dos grandes conglomerados coincidan en lo que dice relación al sistema electoral y la Carta Fundamental, ya sea a través de modificaciones o de un intento por elaborar una nueva en la que todos los sectores se vean representados.



Así las cosas, este tema continuará vigente, aún cuando exista coincidencia en que no es una materia que esté entre las prioridades de los chilenos y a pesar también de que todas las encuestas en que el tema ha sido consultado a la ciudadanía indican que un porcentaje significativo del electorado nacional estima que el actual mecanismo binominal debe ser modificado.



Por su parte, el Presidente Lagos -muy a pesar de la derecha- ya puso en el tapete del debate público la posibilidad de elaborar una nueva Constitución, cosa que la Concertación no dejará pasar sin, al menos intentar, generar una inquietud en el electorado sobre el tema.







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