Tensa comenzó a desarrollarse la más importante Junta Nacional de la DC en los últimos 15 años. Estricto control de los asistentes revelaba el temor a posibles fraudes. El organismo, sin embargo, aprobó anoche que sea la propia Junta la que decida hoy, sin más trámites, quién será el abanderado de la Falange.
Después de todos los debates y dilaciones en que entraron los equipos políticos de Adolfo y Alvear anoche terminó aprobándose por unanimidad la reforma estatutaria que permitirá a esta Junta Nacional escoger hoy por la tarde el abanderado presidencial de la Democracia Cristiana entre Adolfo Zaldívar y la ex ministra, a menos que antes de este mediodía de sábado se inscriba algún otro postulante de última hora.
Esta fue la decisión más importante que se adoptó en la primera jornada de la Junta Nacional, máximo órgano resolutorio de la colectividad. Antes de esa definición, había sido aprobada sin mayor trámite la cuenta expuesta por el secretario nacional del partido, Jaime Mulet. Otras propuestas de carácter interno hechas por la JDC o el Frente de Trabajadores quedaron postergadas ante la presión del tema presidencial.
Lo crucial de este encuentro se evidenciaba en la gran actividad reinante -en comparación con otras Juntas Nacionales- entre los llamados "operadores" de Soledad Alvear y de Adolfo Zaldívar por amarrar la lealtad y el voto de los delegados presentes.
También era inusitada la tensión en torno al tema de las credenciales de los asistentes. En una situación inédita en la ritualidad DC, anoche había desplegados por los salones del Diego Portales, más de una docena de guardias vestidos de oscuro, con chapitas y transmisores en el oído que revisaban con una acuciosidad notable que los asistentes llevaran sus acreditaciones. Quien no exhibía su tarjetón, así fuera el intendente Marcelo Trivelli o el recién electo alcalde de Maipú Alberto Undurraga, tenía vedado el ingreso a la Junta de su partido.
Aunque ambos terminaron ingresando al salón de sesiones, previo encendido alegato, la actitud de los guardias de oscuro se interpretó como síntoma del nerviosismo de la mesa directiva de Zaldívar por impedir que ingresaran o votaran electores "colados" que distorsionen los resultados, fantasma, por lo demás nada estrambótico en un partido que tiene en su historia el episodio del "Carmengate".
La gente del equipo de Alvear reclamaba por las excesivas restricciones en la entrega de acreditaciones y, al mismo tiempo, denunciaba que la mesa directiva acreditó a sus "operadores" en calidad de funcionarios.
Gallito previo
La unanimidad para elegir candidato presidencial DC hoy mismo se consiguió gracias a que el diputado Waldo Mora retiró la propuesta de reforma que habían presentado con el abogado colorín Hernán Bosselin para llamar a una junta nacional ampliada para el 30 de enero, que decidiera el abanderado y además los mecanismos para nominar los candidatos a parlamentarios.
Así, sólo quedó vigente la reforma propuesta por el ex alcalde Gonzalo Duarte -pro Alvear- de hacer las cosas "aquí y ahora".
La aplaudida moción de Duarte, fue recogida de inmediato y hábilmente por el presidente del partido, quien la hizo propia. "Que sea la Junta Nacional la que elija el candidato y que así quede consagrado a futuro", dijo Zaldívar, al tiempo que sostuvo que la idea de llamar a primarias internas adoptada en Juntas anteriores había sido un error.
No estaba contemplado que Adolfo interviniera en la Junta en calidad de presidente del partido sino hasta hoy, cuando lo haría en calidad de precandidato presidencial, en igualdad de condiciones con Soledad Alvear. Sin embargo, después de su breve intervención se aprobó por aclamación y de inmediato que la definición se concrete hoy.
Los partidarios de la ex ministra se lo tomaron como un primer punto a favor, en la medida, explicaban, que si se hubiera ido a votación entre el diputado Mora, representante de los colorines y Duarte ya habría podido hacerse un apronte respecto a cuántos votos tiene cada precandidato presidencial. Adolfo evitó ese apronte, dicen.
Gestos y detalles
Como una novia se hizo esperar Soledad Alvear. La Junta Nacional empezó ayer sin ella. Hacía rato que se había abierto la sesión y estaba el vicepresidente de la DC, Patricio Rojas explicando las formalidades que los dos comandos habían acordado cuando la ex ministra irrumpió en el salón del Edificio Diego Portales donde se celebra el evento.
Desde antes de las 20 horas, en el acceso al lugar, estaban ordenadamente apostados varios grupos de seguidores, como las barras de los estadios, haciendo claque por la ex ministra. A pesar de este apoyo nada "espontáneo", Alvear hizo una entrada notoria, pero intentó que fuera más discreta que estelar.
Por su parte, Adolfo Zaldívar hizo su entrada apoteósica a los salones del centro de convenciones, pero al edificio entró por los estacionamientos, evitándose tener que caminar entre los tamborileros alvearistas.
La tensión del momento se reflejó también al momento de la cuenta anual que hizo Jaime Mulet. El secretario nacional se extendió ampliamente explicando las penosas condiciones en que habría estado la DC "antes" de que Adolfo Zaldivar asumiera la conducción. "Antes" de Adolfo, la conducción del partido estaba en manos de Gutenberg Martínez en alianza con el freísmo. Martínez escuchaba impertérrito la ruinosa situación que describía Mulet.
Otro incidente menor pero sabroso lo protagonizó, en ausencia, el senador Gabriel Valdés: la entrevista que concedió a La Segunda sosteniendo que la DC no estaba en momento propicio para tener candidato presidencial y que él hasta suscribiría la opción Bachelet, fue vivamente criticada entre los ilustres de la Democracia Cristiana, entre ellos, Andrés Zaldívar y el ex Presidente Patricio Aylwin.
En la sesión de hoy sábado se oirán los debates políticos a favor de Alvear o Zaldívar de todos aquellos que se inscriban para tener derecho a perorata. Se estableció un margen de 150 minutos para los adeptos de cada precandidato. Alvear y Zaldívar presentarán sus propuestas por la tarde y la votación clave se llevará a cabo por la noche.
