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Senadores oficialistas preocupados por temas pendientes de la Constitución

El reconocimiento de los pueblos originarios y la eliminación del sistema binominal de elecciones son dos de las materias que no fueron ratificadas ayer por el Congreso Nacional. Parlamentarios de la Concertación esperan que en un eventual gobierno de Michelle Bachelet tales materias sean prioridad para -según ellos-alcanzar una democracia plena.


Para la mayoría del espectro político chileno ayer fue un día histórico: por 150 votos a favor, tres en contra y una abstención, el Congreso Nacional aprobó un paquete de reformas constitucionales, que termina con la mayor parte de las normas impuestas durante el régimen de Augusto Pinochet.



Tales cambios, en lo sustancial, contemplan reducir a cuatro años el periodo presidencial, eliminan la figura de los senadores designados y vitalicios, terminan con la inamovilidad de los comandantes en jefes de las Fuerzas Armadas y director de Carabineros e introducen modificaciones en el funcionamiento de órganos como el Consejo de Seguridad Nacional y el Tribunal Constitucional.



Sin embargo, quedaron importantes temas pendientes, tales como la eliminación del sistema electoral binominal -que fue sacado de la Carta Magna, pero quedó con categoría de ley orgánica constitucional- y el reconocimiento a los pueblos originarios. Para los senadores de la Concertación, José Antonio Viera-Gallo y Andrés Zaldívar, estas materias deberían quedar finiquitadas a más tardar durante el gobierno de la candidata presidencial, Michelle Bachelet.



Respecto a si la transición quedó cerrada con estas reformas, los parlamentarios expresaron sus respectivas opiniones, dejando en claro que, no obstante, este es un gran paso para potenciar aun más la democracia chilena.



Viera-Gallo:"Binominal se va a zanjar más temprano que tarde"



-¿Cuál es su impresión sobre esta votación, que para muchos fue histórica?
-Fueron muchos años de trabajo, pues los proyectos se presentaron en el 2000, y la verdad es que es satisfactorio poder llegar al final de un camino. Ahora, evidentemente este es un paso trascendente que libera al sistema político chileno de los enclaves autoritarios del período de Pinochet, pero quedaron temas pendientes. A mi juicio, una de las materias importantes por votar fue el reconocimiento de los pueblos originarios y espero que nosotros podamos llegar a una solución, pues tal esfuerzo lo han hecho varios países de América Latina, además de Canadá y Nueva Zelandia, y no veo por qué nosotros no podamos dar un paso en ese sentido.



-Pero también quedó pendiente el sistema binominal, que en estos días ha salido a la palestra por lo complicado que se han tornado las negociaciones parlamentarias en la Concertación.
-Yo creo que es un tema que se va a zanjar más temprano que tarde y quizás ésta sea la última elección parlamentaria bajo ese sistema.



-Hace algunas semanas el Presidente de la República, Ricardo Lagos, dijo que la transición había terminado. ¿Usted comparte esas expresiones ahora?
-Esto se podrá discutir, pero lo principal es que con estas reformas a la Constitución se consolidó la democracia chilena. Hemos establecido un estatuto coherente para las Fuerzas Armadas, se terminaron los enclaves autoritarios, se democratizaron los estados de excepción; es decir, cuando se promulgue esto las libertades estarán más garantizadas en Chile y las autoridades funcionarán con mayor coherencia con los principios democráticos. Ahora, sobre cuándo se cerró la transición, se podrá escribir una biblioteca entera.



-¿Cuáles son los temas pendientes en un eventual cuarto gobierno de la Concertación?



-El reconocimiento de los pueblos originarios, abrir más la participación ciudadana a través de la iniciativa popular de ley con firmas suficientes de la gente, ampliar los mecanismos plebiscitarios sin alterar el equilibrio de poderes y la adhesión de Chile a la Corte Penal Internacional.



-¿Qué le parece la actitud de la derecha en esta materia?



-Más vale tarde que nunca. Igual ellos hicieron un esfuerzo por mantener sus argumentos; sin embargo, al final se dieron cuenta que la sociedad chilena había madurado. Aquí, de parte de ellos, también hubo una evolución.



Zaldívar: «Para mí la transición se cerró»



-¿Fue dificil convencer a la derecha que era necesario modificar la Carta Fundamental?
-Más vale tarde que nunca. Yo creo que nos hemos demorado un largo tiempo para terminar con todos los enclaves autoritarios que quedaron en la Constitución de Pinochet, y las reformas aprobadas son trascendentales porque eliminan todas aquellas normas por las cuales estaba en el fondo interdicto el poder político en relación con el poder militar, y un ejemplo claro de esto fueron los cambios intorudicos al Consejo de Seguridad Nacional.



-Respecto a los pueblos originarios ¿cuál es su opinión respecto a que el oficialismo nuevamente no haya podido llegar a un acuerdo con la derecha por este tema?
-Creo que fue un error de la oposición tener esa actitud porque el reconocimiento de los pueblos originarios se hace en todos los países del mundo. Aquí hubo un temor en orden a que con esto se podría atentar contra la unidad en la nación. En cuanto al sistema binominal, estamos claros que es un mecanismo colapsado y perverso porque no permite la representación de las mayorías y tampoco de las minorías.



-¿En un eventual gobierno de Bachelet estos temas podrán tener un cambio?
-Yo creo que sí y eso dependerá mucho de si en las elecciones parlamentarias de fin de año logramos mayoría en el Senado y en la Cámara de Diputados. Además, dentro de Renovación Nacional y su candidato presidencial, Sebastián Piñera, hay interés en modificar estas materias.



-¿Para usted con la aprobación de estas reformas se cerró la transición democrática?
-Yo creo que eso ya es una discusión académica. A mi juicio, ha terminado la transición y hay un hecho que es histórico en el sentido de que la nueva Constitución, de acuerdo con las facultades que le otorgamos, será promulgada y firmada por un Presidente elegido democráticamente como es Ricardo Lagos, y desaparece la firma de Pinochet y todos sus ministros de la dictadura.



sjaramillo@elmostrador.cl



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