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Caso Antártica: Testimonios de subalternos comprometen a comandante Toro

Días después de que fallecieran tres militares al interior de una grieta, el coronel Miguel Santibañez presentó al segundo comandante de Base, Mauricio Toro, como un »héroe» ante las familias de las víctimas. Sin embargo, declaraciones de sus subalternos dan cuenta de una personalidad impulsiva y agresiva, llegando a afirmar incluso que este accidente ocurrió por su culpa.


Pese a que de los dos procesados por las responsabilidades que desencadenaron el accidente donde fallecieron tres miembros del Ejército, integrantes de la dotación Antártica, el único que ha obtenido la libertad bajo fianza es el teniente coronel Mauricio Toro, los querellantes en el caso preparan una nueva arremetida judicial en su contra, debido a los nuevos antecedentes que han surgido en el proceso judicial instruido por el fiscal Marcos Ibacache.



El mencionado uniformado fue el segundo comandante de la Base O`Higgins cuando ocurrió la tragedia, mientras que el jefe de la dotación, el comandante Armando Ibañez, aún permanece privado de libertad por decisión de la Corte Marcial, instancia que le ha denegado en reiteradas ocasiones el beneficio de la libertad provisional.



Según los testimonios más recientes recogidos en el sumario, luego del accidente ocurrido el 28 de septiembre del año pasado, el coronel Miguel Santibañez viajó al continente blanco para prestar apoyo a los miembros de esta unidad.



«Al presentarse y presentar a su vez al grupo de personas que lo acompañaban ante la dotación completa de la Base formada en el hall de dichas dependencias, el coronel Santibañez manifestó que nuestra misión era de apoyo al personal y, entre otros, destacó el proceder de los comandantes de Base y la actitud heroica del comandante Toro, dado su valerosa actitud (sic) ante lo ocurrido», señaló uno de los oficiales que viajaron a la Antártica después del accidente.



«Además, estando aún en Punta Arenas, antes del viaje, reunidos con los familiares de los muertos, durante el almuerzo en el comedor del Cuartel General, el coronel Santibañez les señaló a los familiares que el comandante Toro y el personal que lo acompañaba habían agotado todos los medios para rescatar los cuerpos de sus familiares, resaltando la actitud de dicho oficial (ante la crisis)», añadió.



Los "desatinos" del oficial



Según las últimas declaraciones de los miembros de la dotación Antártica, durante el año 2005, "las actitudes temerarias del tcl. Toro fueron comunes en él desde principios del período". Al respecto, mencionó algunos ejemplos: "En el mes de febrero (2005) y tratando de subir por el muelle mecano desde un bote zodiac, como un acto de arrojo, cae al agua, comprometiendo en esta acción insegura al patrón del bote. En otra ocasión y cuando andaba en un bote zodiac, trató de escalar un hielo flotante, cayendo al agua comprometiendo su vida y la de los dos hombres que lo acompañaban".



"Inicialmente ordenó efectuar marchas sobre el mar congelado, las que posteriormente, ante la negativa del personal por lo arriesgado, fueron voluntarias. En una ocasión, con motivo de una exploración al paso Mackenna, una vez llegado al lugar quería continuar, lo que no fue aceptado por el capitán (Enrique) Encina -actualmente fallecido-, por ser un terreno con grietas y la orden disponía solamente hasta ese punto, para regresar a la base con luz de día. Sin embargo, como el tcl. Toro quería llegar de noche, atrasó la patrulla desplazando la moto en círculos y alejándose de los carros, logrando con esto su objetivo", sostuvo el uniformado.



Junto a ello, también afirmó que "cada vez que se efectuaban trabajos con maquinaria pesada, el tcl. Toro siempre estaba presente y se ubicaba en el lugar de más riesgo. Incluso, en una ocasión fue golpeado por el cucharón de la escavadora, a pesar que en varias oportunidades se le dijo que saliera del lugar"



Sobre los "desatinos" del mencionado oficial, otro de los ex integrantes de la Base recordó que "El tcl. Toro hizo un comentario respecto a la situación ocurrida en Antuco, con el personal del regimiento Los Ángeles. Él dijo que ante ese accidente apoyaba totalmente al mayor (Patricio) Cereceda y que él, en ese caso, haría exactamente lo mismo respecto a la marcha de los soldados conscriptos, lo que me pareció extraño y que, luego, con el accidente del mes de septiembre, confirmó que era un oficial que arriesgaba la vida de su personal innecesariamente".



El verdadero comandante



En cuanto a la convivencia al interior de esta unidad, otro de los suboficiales interrogados comentó que "lamentablemente los hechos que ocurrieron en el período se deben a que el tcl. Ibáñez nunca pudo imponerse jerárquicamente al tcl. Toro, quien con su personalidad fuerte y avasalladora lo fue disminuyendo, a tal punto que prácticamente las resoluciones del cmdte. de Base eran cambiadas por el tcl. Toro, imponiendo éste su voluntad"



Otro testigo y miembro de la dotación coincidió con aquella opinión, señalando que "casi desde el principio me di cuenta que el tcl. Toro, por su personalidad fuerte, no aceptaba ser el segundo comandante de Base, porque, según él, había postulado para ser el primer comandante. El tcl. Ibáñez, como era de una personalidad más pasiva, no se impuso a esta actitud del tcl. Toro, quien casi siempre cambiaba las órdenes".



El día de la tragedia



Uno de los integrantes de la patrulla accidentada, también recordó cuál fue el comportamiento del cuestionado oficial, tras la caída a la grieta en la nieve del carro snow cat. "Subí, le informé al tcl. Toro que para sacar a los atrapados -capitán Encina y suboficiales Burboa y Basualto- se debía tener algún elemento para cortar fierros (…) El tcl. Toro no verificó mis dichos, ni hizo nada por ayudar a los tres que habían quedado en el interior del carro".



"Concordamos en que no se podía hacer nada sin material y que se debía dar aviso lo antes posible. Alguien tenía que ir a la Base con el tte. coronel Toro, nadie quería acompañarlo porque nos queríamos quedar en el lugar y porque estábamos molestos con él por ser el causante de esta situación, ya que él ordenó innecesariamente esta actividad", añadió.



Por otra parte, otro de los subalternos del oficial Toro afirmó que, luego de enterarse del accidente, el personal de la Base no tuvo órdenes explícitas de cómo actuar. "Nos organizamos sin voz de mando, ni instrucción por parte de los mandos", aseguró.



Además explicó que "la patrulla accidentada salió de la Base sin una planificación adecuada, no había orden alguna, ya que si la hubiera habido, mi capitán Encina tenía la precaución de dejar personal y medos para el rescate, en caso de ser necesario, lo que en la situación del 28 de septiembre no sucedió, tomándonos por sorpresa".





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