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Procesado por homicidio único sospechoso de muerte de carabinero

Pistola que portaba Eduardo Espinoza fue la causante del deceso del cabo Cristián Vera, sostuvo el fiscal militar a cargo de las pesquisas, citando los primeros informes periciales. Abogado defensor admitió que »son pocos» los antecedentes para una eventual apelación ante un tribunal superior y familia insistió en su inocencia.


Sometido a proceso por el homicidio del cabo de Carabineros Cristián Vera, la pasada noche del 11 de septiembre, quedó este lunes el único detenido en relación a los hechos, Eduardo Espinoza Bórquez (18).



El individuo, que desde su aprehensión se encuentra recluido en la Cárcel de Alta Seguridad (CAS), fue notificado por el fiscal militar Roberto Reveco por presunta infracción al artículo 416 del Código de Justicia Militar.



«El estado de los informes periciales nos ha permitido sostener en este momento que la pistola que portaba el imputado es la que ha causado la muerte del cabo Vera», explicó el funcionario.



«Se van a continuar haciendo las diligencias que están pendientes y las que puede solicitar la defensa en aras de un racional y justo procedimiento, que es lo que hemos conversado con su abogado», añadió.



El abogado del joven, Sergio Herrera, recordó que todos los antecedentes periciales, como los evacuados por Labocar, son «preinformes no definitivos».



«De acuerdo a los antecedentes que tenía, unido a declaraciones de algunos testigos y el parte policial, (el fiscal) decidió que tenía presunciones fundadas para someterlo a procerso por este delito, quedando en prisión preventiva», dijo.



En declaraciones a Cooperativa, el profesional declinó entregar detalles de sus próximos pasos. «Nos reservamos el derecho a apelar, por cuanto los antecedentes que tenemos para una eventual defensa ante el tribunal superior son pocos», admitió.



«Vamos a esperar lo que sucede y, una vez que tengamos conocimiento del sumario, (habrá que) ver los antecedentes para pedir una eventual revocación de dicha resolución, que es eminenentemente revocable en el tiempo», agregó.



El padre del imputado, Eduardo Espinoza Correa, reafirmó la calidad de inocente de su hijo, que arriega una pena de 20 años hasta el presidio perpetuo.



«Es un cabro sano. Era primera vez. No ha caído ni en comisaría preso. En estos momentos estoy deshecho. Tengo una esperanza y confío en la justicia. Mi hijo es inocente. No tengo más palabras para decirle al medio público. Confío en la inocencia de él, que llora, llora y llora. No quiere que lo dejen solo», dijo entre sollozos.

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