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Anuncios del Gobierno sobre delincuencia fueron reacción a hecho puntual

En el marco de una conferencia internacional sobre seguridad ciudadana y democracia en las Américas, especialistas no lograban explicarse cómo el Ejecutivo se vio sobrepasado comunicacionalmente por la violencia del 11, determinando sólo una reposición de medidas ya aplicadas.


Sobre reacción es el concepto que mejor podría definir la actitud del Gobierno al dictar las 14 medidas antidelincuencia luego de los hechos de violencia del pasado 11 de septiembre.



Y es que un hecho puntual -como fue la muerte de un carabinero a manos de un joven delincuente- hizo que el Ejecutivo prometiera que la Presidenta Michelle Bachelet hablaría el pasado fin de semana antes de dirigirse a Nueva York, donde entregaría nuevas herramientas a los servicios de inteligencia policial, hecho que finalmente no ocurrió.



Por eso es que cuando el fin de semana el ministro (s) del Interior, Felipe Harboe, dio a conocer la iniciativa, que sólo se tradujo en la profundización de políticas ya existentes, los sectores ligados a la seguridad ciudadana quedaron insatisfechos.



Así, al menos, opinaban algunos especialistas latinoamericanos que se reunieron en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) en el marco de la conferencia internacional sobre seguridad y democracia, oportunidad en la cual se analizaron las herramientas metodológicas con las que cuentan los gobiernos para hacer frente a la criminalidad.



Básicamente, algunos que fueron consultados por este diario coincidieron en que el anuncio del Ejecutivo fue una mala señal a la ciudadanía, una sobre reacción que, en los hechos no se vio refrendada en el anuncio.



Concentración política



Uno de los expertos que tuvo esa postura fue la criminóloga Patricia Arias, subdirectora del programa de seguridad ciudadana de Flacso.



En conversación con El Mostrador.cl, la especialista explicó su postura sobre los anuncios de La Moneda, que van desde la entrega de mayores recursos hasta el nuevo control del armamento que estará en manos de Carabineros, lo cual no es más que un recordatorio de lo que ya está.



– ¿Cómo inciden las estadísticas en la toma de decisiones del Gobierno, particularmente para estas medidas que lanzó el Ejecutivo mediadas por los hechos de violencia del 11 de septiembre?



– Hay que dejar claro que en Chile se consideran para las estadísticas sólo cinco delitos y que parecieran que son los únicos que ocurren en el país: homicidios, lesiones, violaciones, los robos con violencia y fuerza en las cosas. Esto me parece, un error porque concentra demasiado políticamente la tensión del público en los delitos que más le asustan y lo atemorizan y desdeña delitos que son de suma importancia que impactan la vida de los ciudadanos por el costo que implican al país, como los delitos de cuello blanco y la corrupción, entre otros. Pero lo que más determina estas decisiones son ciertos hechos puntuales que ocurren y que generan mucho revuelo a nivel político y ciudadano como la muerte del carabinero el 11 de septiembre. Por eso no creo, como criminóloga, que sea bueno mostrar una conducta de revuelo nacional frente a un hecho puntual, porque si uno mira las estadísticas no es que no haya muerto un carabinero en procedimientos policiales. El tema es que murió un 11 de septiembre y da la sensación de que el país es un caos y no es así.



– Es decir, se reacciona a partir de hechos. ¿Hay una tendencia de la autoridad a actuar así?



– Mucho de esta reacción es para el público. Hay mucho de esta sobre reacción que tiene un objetivo de mostrarle a la ciudadanía un mensaje de preocupación. Pero en realidad no hay muchas cosas nuevas. Por eso coincido con el ministro (s) del Interior, Felipe Harboe, en el sentido de que no se están tomando nuevas medidas, sino enfatizando algunas que ya estaban tomadas.



-Como la entrega de armasÂ…



– Claro. La de entregar armas no es nueva, por ejemplo. Sabemos que los delincuentes no las van a entregar ni validar su tenencia. Entonces, actuamos sobre la población que no es peligrosa. Lo que pasa aquí es el Gobierno reacciona y le da respuesta a la derecha y, por otro lado, enfatiza ante la ciudadanía que en Chile no se va a aceptar que muera ningún carabinero, no obstante nunca se haya aceptado. Encuentro riesgoso, eso sí, que a la ciudadanía le quede la imagen de que las autoridades se movilizan sólo cuando hay hechos específicos.



– ¿Cómo se ubica Chile en el contexto regional?



– En el contexto latinoamericano Chile es el país más ordenado. Tenemos los niveles más bajos de violencia, pero la tasa más alta de lesiones, más que Argentina, Brasil y Colombia. Somos un país ordenado y sólido, con respeto a las instituciones y altos niveles de confianza en las policías, por lo que en Chile sólo falta por integrar factores de análisis.

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