Publicidad

‘Educación técnico profesional chilena está bajo estándares internacionales’

Académico, que ha trabajado y realizado estudios en este ámbito por más de 30 años, sostiene que esta área es »el pariente pobre» de la educación en Chile. Asegura que esto tiene que ver con la historia de país y considera urgente la necesidad de un cambio de »paradigma», que logre desenredar la ‘confusión’ existente frente al tema.


La evaluación sobre la educación técnico profesional en Chile que hace el francés Jacques Mazeran, profesor y consultor internacional para el Banco Mundial, es tajante: existe un problema de calidad y el nivel existente está por debajo de los estándares internacionales.



Con más de 30 años de experiencia en este ámbito, este ex docente en gestión y contador, tiene una larga experiencia en la relación empresa-escuela en materia de formación continua, lo que lo llevó progresivamente hacia la ingeniería educativa internacional, a la que se ha dedicado exclusivamente desde 1995.



Pedagogo incansable, a sus 69 años está trabajando en el programa Eurosocial Educación, liderado por el Centro Internacional de Estudios Pedagógicos de Francia, donde actualmente se desempeña.



Como consultor del Banco Mundial, desarrolló varias misiones en el ámbito de la enseñanza tecnológica profesional secundaria y superior en Hungría, Túnez, Marruecos, Argentina, Venezuela, México y también en Chile, donde colaboró con el Ministerio de Educación (Mineduc) en el marco del programa Chile Califica. También ha trabajado en la Comisión Nacional de Acreditación de Pregrado (CNAP) y actualmente con la Comisión Nacional de Acreditación, donde entregó una evaluación institucional la semana pasada.



– Según su experiencia en el área técnico profesional, sumado a los trabajos realizados directamente en Chile, ¿cuál es su diagnóstico sobre esta área en el país?
-Hay un problema de calidad del nivel en la educación media técnico profesional, ya que el 40% de la matrícula secundaria total se encuentra dentro de la Enseñanza Media Técnico Profesional (EMTP), lo que es bastante y globalmente el nivel no llega al de los estándares internacionales, están muy abajo.



-¿Y a su juicio, qué gatilla esto?
– Esto tiene que ver con muchas cosas, yo diría bastante con la historia. Este tipo de educación es como el pariente pobre del sistema, no ha tenido respaldo suficiente, ni los docentes tampoco han tenido un respaldo apropiado en cuanto a ayuda y reconocimiento. Cuando todo un sistema se va desarrollando así a lo largo del tiempo, es muy difícil recuperarse. Si bien hay esfuerzo en este país para que la educación media técnico profesional mejore, es algo que necesita mucho tiempo, y por eso espero que las cosas estén revirtiéndose.



-Este año el Gobierno anunció un aumento en recursos y formación para esta área, que incluye tanto la educación media como superior. A su juicio, ¿esto podría mejorar el escenario?
– Los recursos seguro que son necesarios y con esto se puede mejorar mucho. Sin embargo, pienso que el problema es más cultural, tiene que ver con el vínculo con las empresas, por ejemplo, ya que la EMTP no tiene mucho vínculo con ellas, tampoco los docentes. Es decir, globalmente y en general no hay pasantías, excepto en el sistema dual -que contempla algo así como el 4% de la matrícula- que a pesar de ser una iniciativa excelente, es un porcentaje muy bajo, por lo que el nivel de reclutamiento no es suficiente.



Por otra parte, me parece que no hay una visión clara y suficientemente elevada de lo que debería ser una enseñanza técnica profesional que no sea solamente un sistema cerrado. Se necesita mucha más apertura institucional, apertura para los alumnos, profesores. Este sistema no es abierto, no es un sistema dinámico. No digo que la gente adentro no tenga valor, no se trata de eso. Es globalmente que el sistema es débil. Y hay que revertirlo, porque representa un potencial en capital humano considerable. Los alumnos que están dentro tienen las mismas capacidades que los otros, hay que desarrollar esta capacidad, revelarlas y el sistema no lo hace.



-¿Y cuál es el camino a nivel gubernamental y social para lograr cambiar esto?
-Cambiar el paradigma: pienso que actualmente Chile lo tiene más o menos como meta, cuando hablamos del sistema de formación permanente impulsado por Chile Califica, va en el buen sentido, ya que precisamente de eso se trata: crear un sistema educativo integrado, en el cual la formación inicial y la formación continua se consoliden, en el que exista un sistema flexible, abierto, donde las empresas realmente se comprometan, en el cual las pasantías son un medio potente para preparar los intercambios que se necesitan entre el mundo escolar y el sector productivo.



Esta formación permanente requiere docentes de otro tipo, con un nivel de reclutamiento muy alto, con una carrera que realmente sea una carrera, que les permita competir en el mundo laboral con los otros, que no sean el pariente pobre del sistema. Pero que al mismo tiempo sean evaluados, que haya apertura en relaciones internacionales, por eso he usado la palabra cambio de paradigma, hay que ver las cosas de otra manera. Pero queda mucho por hacer.



-¿Y cuál es el método más recomendable, en el sentido de la forma en que se imparte y presenta la educación técnico profesional?
-No es relevante lo que se elige como método, lo importante es que se tengan claros los objetivos y metas. Podemos elegir una formación tecnológica como en Francia, que está dirigida a continuar estudios, pero que en ningún modo está preparando a jóvenes para el trabajo. O podemos elegir la otra vía que es el liceo profesional, claramente dirigida a la inserción laboral o un sistema de formación profesional, dependiendo de un ministerio como el que tienen ustedes.



Lo que sí es necesario establecer, es que el sistema sea productivo, fructífero. Es decir, que los técnicos que se forman a ese nivel encuentren empleo porque son adecuados a las necesidades del mundo laboral, lo que en Chile no es seguro.



Y por supuesto que en sus estudios reciban suficiente información y recursos, para insertarse en una formación superior. Lo que pasa en Chile, por ejemplo con los Centros de Formación Técnica (CFT), es que existen muchas diferencias entre ellos, pero en promedio lo que están formando son técnicos, no técnicos de nivel superior: el técnico de nivel superior que está formando México, en sus universidades tecnológicas, o Francia, en sus institutos universitarios y tecnológicos, son realmente técnicos de nivel superior que cumplen los estándares internacionales, pero no aquí.



Hay confusión en este país, me he encontrado con muchos empresarios que me preguntan ¿qué es un técnico?, ya que ellos lo encuentran a veces saliendo de una escuela técnica dependiente de una corporación profesional, otras lo van a buscar en un Centro de Formación Técnica y a veces reclutan a un profesional, es decir que no es claro el panorama. Y eso a mi juicio es una lástima para el país, porque de los que conozco, es el único que está enfrentando esta realidad tan dura. En otros lados no hay una confusión tan grave.



Aquí es muy difícil saber a qué nivel se forma en CFT, hay demasiadas diferencias y eso no sirve para el desarrollo, ya que lo importante de tener claro el panorama es que crea un sistema que facilita considerablemente el trabajo de reclutamiento de las empresas. Ahora, las empresas chilenas están acostumbradas a este fenómeno, en comparación de lo que pasa en otras partes, no saben el valor de lo que sale del sistema.



-¿Cuál es la tendencia con respecto a la formación técnica a nivel mundial?
-Actualmente, la tendencia general en el mundo es ampliar la cobertura a nivel de secundaria en la formación general en el área científica y humanista, pero sin olvidar que se requieren y siempre se requerirán técnicos. Cambian los oficios, pero necesitaremos carpinteros, cocineros y el área de los servicios que se va a desarrollar mucho, por lo que se necesitarán montón de técnicos y hay que formarlos.



-¿Específicamente, cuál debe ser el rol del Estado?
-¡Esa es una pegunta muy chilena! lo vemos en todas partes del mundo, desde Corea a Europa, Canadá, Chile, Brasil: cuando el Estado no tiene un papel protagónico, es decir, que fija la dirección, que decide, que propone a la sociedad el camino adonde vamos y por qué, además de cuáles son las prioridades nacionales y por supuesto las personas elegidas por esa sociedad, cuál es la visión al futuro, se nota. Esto porque el papel del Estado es imprescindible y debe tener un rol protagónico muy fuerte -y no hablo de financiamiento, eso es otra cosa-, ya que es finalmente el que trae y lleva con él las esperanzas de la sociedad. Pienso que en Chile empieza de nuevo a jugar su papel, que hay esfuerzos en este sentido. De hecho, conozco a varios políticos que están convencidos desde hace mucho tiempo de que hay que ir en este sentido, pero es un poco difícil básicamente por su historia.



_____________





Artículos relacionados:



Encuesta refleja desinformación de estudiantes sobre educación superior (23-10-2007)

Publicidad

Tendencias