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ONG en picada contra informe que respalda el crecimiento de salmoneros

Aunque Terram condicionó apoyo a expansión a mejoras laborales y ambientales, director de Ecoceanos se mostró sorprendido, pues planteamiento no está en la línea de la Pure Salmon Campaign, de la que ambas entidades forman parte. Pescadores artesanales pidieron una moratoria a la entrega de nuevas concesiones.


Para nada de acuerdo con el apoyo expresado por la Fundación Terram al crecimiento económico de la industria salmonera, exigiendo eso sí mejoras laborales y ambientales, se manifestó el director ejecutivo de Ecoceanos, Juan Carlos Cárdenas.

El ambientalista se declaró «extremadamente sorprendido» por la postura de la organización con la que comparte la Pure Salmon Campaign (PSC) en Chile, junto a Oceana y Canelo de Nos.

Cárdenas aseguró que históricamente las organizaciones no gubernamentales del medio ambiente, de los pescadores artesanales, y las comunidades costeras «han señalado su férrea oposición a la expansión de esta industria de monocultivo transnacional en el área de Chiloé, Aisén y Magallanes».

La polémica se desató luego de que Terram, como parte de un proyecto conjunto con Oxfam, presentara un informe sobre la situación y desarrollo de la industria salmonera, que reflejaba las malas condiciones laborales y medioambientales, además de las proyecciones de crecimiento de la producción, que al 2013 podría llegar a duplicarse.

En este contexto, el economista del Departamento de Estudios de Fundación Terram y autor del documento, Francisco Pinto, aseguró que no buscaban «satanizar la industria», ya que ha generado crecimiento y empleo para las zonas, pero que esperaban que esto se diera en el marco de una sustancial mejora de las condiciones laborales y ambientales.

Frente a esto, Cárdenas aseguró que «es imposible apoyar el proceso de expansión de esta industria la cual al día de hoy evidencia los peores indicadores de la industria global de salmonicultura», y agregó que «no ha ganado ni el medioambiente ni la seguridad alimentaria del país, ni los derechos de los trabajadores ni la pesca artesanal que está siendo cada vez mas excluida de su áreas tradicionales de actividad. Tampoco han ganado los consumidores, ya que 98% de lo que produce la industria del salmón se exporta. En cierta forma, la industria es una especie de enclave económico en el corazón del sur de Chile, que tiene muy poco impacto sobre la calidad y condiciones de vida de la población local, entonces rechazamos esta aseveración que hace Terram».

Explicó que «en este momento estamos llevando una discusión al interior del Pure Salmon Campaign porque la declaración de Terram significa que se expresan dos visiones absolutamente opuestas frente a la situación en Chile. Y lo importante es señalar que su posición no representa la de las organizaciones de medio ambiente». En todo caso, desestimó que se produjera un quiebre al interior de la campaña.

Por su parte, el coordinador de PSC Chile, Cristián Pérez, aseguró que «no apoyamos el crecimiento de la industria mientras no se resuelvan los problemas que enfrenta», y que en el escenario actual no pueden adelantar una eventual luz verde a su crecimiento en el caso de que se solucionaran las graves falencias que se le atribuyen.

Sin embargo, aclaró que la campaña actúa como un «bloque político», donde cada organización que la compone tiene el derecho y la libertad de presentar su visión particular, por lo que no cuestionó la postura presentada por Terram.

Una visión similar manifestó Cristián Gutiérrez, economista y jefe de la campaña de salmonicultura de Oceana, ya que no considera que el planteamiento de la organización influya en el objetivo de la campaña, que busca denunciar y mejorar las condiciones del sector.

Conapach se suma a rechazo

En la misma línea de Ecoceanos está Cosme Caracciola, presidente de la Confederación Nacional de Pescadores Artesanales de Chile (Conapach), que considera que la industria salmonera ya agotó las oportunidades que ha tenido para mejorar sus condiciones.

«Ha tenido todas las oportunidades, todo el tiempo del mundo y todas las posibilidades de que mejore ambiental y laboralmente las condiciones de producción y hasta acá no ha cumplido absolutamente nada. Por lo que nos parece fuera de lugar que nuevamente un grupo de ambientalistas apoyen el crecimiento exigiendo nuevamente mejoras laborales y ambientales».

«No es que seamos enemigos de la acuicultura, somos enemigos de la acuicultura de la forma en que la han hecho estos empresarios, donde les importa solamente el beneficio económico en el corto plazo, sin mirar los efectos negativos que esa actividad está produciendo», enfatizó.

Por eso, el gremio que representa, junto a Ecoceanos, impulsa una moratoria inmediata a la entrega de nuevas concesiones para centros de cultivo de salmón, recalcando que durante las elecciones hubo un compromiso de Michelle Bachelet para exigir a los salmoneros que detuvieran su crecimiento, mientras no cumplieran con las normas sanitarias, medioambientales y laborales necesarias. «Y hasta el momento no ha ocurrido nada y la industria sigue expandiéndose».

El dirigente, asegura que «ya que en nuestro país no se nos escucha, hemos hecho la denuncia a nivel internacional y estamos trabajando ya en los mercados que consumen salmón».

Presión internacional y eleccionarias

Al ser Chile el único lugar a nivel mundial donde se está desarrollando un proceso de expansión geográfica y productiva, sería clave a nivel global, por lo que el próximo año planean una presión desde los mercados internacionales, los consumidores vinculados con la pesca artesanasal y ONG, para exigir la moratoria.

Dentro de los actores internacionales que se prevé colaborarán con esto, se encuentra el Colectivo Internacional de Apoyo a los Pescadores (ISCF), con base en Bruselas y que tiene «fuerte influencia en el parlamento europeo», según explica Cárdenas.

Detalla que han mantenido conversaciones con Greenpeace, Oceana y con OCDE Watch, coalición de organizaciones que actúan como observadores en la Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo, instancia donde Chile pretende entrar como miembro en 2008. Por eso, la idea es que sea la propia OCDE la que presione para que la industria tenga estándares similares acordes a los marcos internacionales.

El ecologista se manifiesta optimista, y más frente al escenario eleccionario que se vivirá los próximos dos años. «Internamente es un año de elecciones, por lo tanto todas estas demandas son muchos mas receptivas y la pesca artesanal representa casi 100 mil votos. Por lo que va usar el elemento del voto como presión para lograr regulaciones».

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