El Gobierno y la Concertación pecarían de »irresponsabilidad» si intentaran despejar sus diferencias generando »conflictos artificiales», como ya lo estaría haciendo el ministro del Trabajo, Osvaldo Andrade, advierte el dirigente gremialista, que atribuye a Francisco Vidal la crisis en el gabinete detonada por la renuncia de Belisario Velasco a Interior.
Hacía semanas que el secretario general de la UDI, Darío Paya, venía pidiendo un cambio de gabinete, por lo que la renuncia de Belisario Velasco al Ministerio del Interior no lo tomó por sorpresa.
Pero una dimisión no es nada para el dirigente, pues la Alianza ha puesto en tela de juicio a la mayor parte del equipo asesor presidencial. El diputado coincide con el parecer de su sector: el principal responsable de la crisis en que colocó al Gobierno el éxodo de Velasco es el vocero de La Moneda, Francisco Vidal.
Enorme poder es el que le atribuye la derecha al portavoz, pero está por verse si la Alianza le tiene demasiada fe o de verdad maneja los hilos en el palacio. Mientras tanto, Paya no sólo atribuye al ministro lo ocurrido, sino que además señala que Vidal llegó al gabinete para reforzarlo y terminó generando una crisis.
A partir de los últimos acontecimientos, en conversación con El Mostrador.cl, el dirigente de la UDI describe un devastador panorama para la Concertación y asegura que el pacto oficialista "padece una enfermedad terminal" y que el actual gobierno "no tiene arreglo", entre otras muchas críticas.
– ¿Qué proyección haría para los próximos dos años del gobierno de Michelle Bachelet dados los últimos acontecimientos en el gabinete, que en la Alianza califican como crisis?
Creo que van a seguir pasando episodios como éstos. La Concertación y el Gobierno tienen problemas que no son solucionables. La actual Concertación no tiene nada que ver con la que llegó al poder hace 17 años. No tiene una visión ni común ni clara de lo que quiere para el país, no tiene cohesión, los partidos están fracturados, la única manera de resolver los problemas políticos al interior de los partidos de la Concertación hoy día es que se vaya gente… Así lo hicieron (Fernando) Flores y (Jorge) Schaulsohn desde el PPD y todos estos son rebotes son síntomas. La Concertación padece de una enfermedad terminal: perdió la capacidad de gobernar. Lo único que le va a dar orden es la definición de su candidato presidencial, pero yo creo que este gobierno no tiene arreglo.
– ¿La UDI atribuye esto sólo a una falta de liderazgo de Bachelet o cree que es un problema de equipo?
Es un problema constante. Si tú no tienes una Concertación ordenada, lo que necesitas es un Presidente con el liderazgo que Michelle Bachelet no tiene y a eso se le agregan irritantes que detonan las crisis, como (Francisco) Vidal.
– ¿Usted diría que Vidal es el responsable de lo que denomina "crisis"?
Todas las crisis tienen razones de fondo y elementos irritantes, catalizadores, y en esta crisis claramente es Vidal.
– De persistir el actual escenario político, ¿es factible pensar que la Concertación le está haciendo la pega a la Alianza?
Lo que pasa es que, de verdad y sin ironías, la coalición de gobierno le tiene que hacer la pega a los chilenos y no la está haciendo y por eso está mal. O sea, todos los gobiernos tienen problemas políticos, dificultades, qué sé yo, pero si están gobernando bien y la gente está contenta, da lo mismo, los problemas políticos se quedan en las páginas políticas de los diarios y no pasan de ahí… No le están haciendo la pega a los chilenos y por eso van a perder (las presidenciales de 2009).
– Bajo estas condiciones, ¿ustedes tienen más posibilidades de llegar a La Moneda que en elecciones anteriores?
Hoy día da lo mismo, porque la elección es en dos años más.
– ¿Y esto podría cambiar o encontrar solución en dos años?
Yo creo que la Concertación no tiene cómo arreglar los problemas que tiene y que son terminales y la Presidenta es como es. Por eso, creo que esto va a seguir igual, las manifestaciones van a ser distintas… Pero mientras no tenga un candidato, no dé vuelta la página de este gobierno y no se ordene para la próxima elección, la Concertación va a seguir entre una parálisis y la fractura.
Andrade y el ambiente laboral nefasto
– ¿Se podría especular que la situación del Gobierno va a derivar, por ejemplo, en agitación social más severa que en años anteriores ?
Espero que no, porque eso sería nefasto para el país.
– ¿De qué dependería?
Por lo pronto, de que el Gobierno no actúe con la irresponsabilidad con que, por ejemplo, han actuado ministros como Osvaldo Andrade, a los que hemos visto no en un rol de atenuar, morigerar o prevenir conflictos sociales, sino que estimularlos. Hace mucho rato que yo vengo diciendo que a un ministro como él se lo pone a cargo del gabinete o se lo saca, porque ha jugado un rol central en generar un ambiente laboral nefasto para el país, su desarrollo y la gente. Ha importando el modelo argentino de relaciones sindicales, la conflictividad laboral, y, al final, eso pasa por la responsabilidad de la Presidenta.
– ¿O sea?
Los problemas son políticos y de la Concertación, internos de ellos, pretender solucionarlos polarizando al país, generando conflictos sociales artificiales sería la guinda de la torta de la irresponsabilidad.
– ¿De qué manera el actual escenario modifica la estrategia asumida por la Alianza para enfrentar los próximos dos años?
Nosotros tenemos que seguir haciendo lo que estamos haciendo mientras no cambien las circunstancias. Ahora, lo puedes llamar ‘estrategia’ o lo puedes llamar como ‘lo que hay que hacer’. Con un gobierno malo ¿qué haces tú? Si no denunciar lo que está mal, enfrentar las torpezas, tratar de que no se produzcan… En definitiva, es hacer la pega. Alguien lo puede llamar una buena estrategia, será o no será, pero si el Gobierno no hace bien las cosas tenemos que seguir ejerciendo la oposición que hemos hecho…
– ¿Hasta ahora, lo que está pasando no cambia nada?
No hay ninguna razón para cambiarla, lamentablemente.
– ¿Y cómo quedan los acuerdos?
Si el gobierno los cumple habrá espacio para explorar acuerdos nuevos en el futuro. Pero ya tenemos un precedente grave, en la ley de Presupuesto, y de una amenaza grave en el acuerdo de educación. La palabra la tiene la Presidenta.
– O sea que no hay buenos augurios en este aspectoÂ…
Nosotros esperamos que resulte bien. No hay buenos augurios, pero mientras no se termine esta administración esperamos que se cumplan los acuerdos.
