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Intensas gestiones para sellar acuerdo por mesas de Congreso antes de receso

Presencia del ministro del Interior en la sede del Legislativo, sosteniendo reuniones con representantes de la Concertación y la Alianza, puso en alerta a los independientes, que esperan llegar a un pacto con la derecha. Fórmulas analizadas van desde que la partes compartan la testera del Senado, hasta adjudicársela a la sólo a la oposición por los próximos dos años.


Cuando casi termina la semana lo único claro en el Congreso en relación con las negociaciones por las mesas de ambas cámaras es que, en su mayoría, los parlamentarios de la Alianza no quieren dejar el tema para marzo e incluso se están haciendo todas las gestiones posibles para que el acuerdo sea sellado a más tardar los últimos días de enero. Al punto de que el ministro del Interior, Edmundo Pérez Yoma, habría realizado personalmente gestiones para alcanzar un pacto entre la Concertación y la derecha.



Si bien en el Senado la postura de la derecha apunta mayoritariamente a negociar con los independientes, en la cámara baja el escenario está mucho más dividido, particularmente, porque todo indica que los intereses de Renovación Nacional y de la UDI apuntan a distintos objetivos y para el sector es prioritario hacer la negociación en conjunto.



Durante la jornada de ayer miércoles se sucedieron múltiples negociaciones o -como sus protagonistas las llaman- conversaciones informales entre todas las partes interesadas. Pero no salió humo blanco. Y si se insiste en amarrar la negociación del Senado a la de la Cámara, el proceso va a ser lento. Aunque en el comité de independientes tienen la convicción de que el acuerdo es inminente.



De hecho, la propuesta que los independientes plantearon a la Alianza en el Senado apunta a compartir la presidencia y vicepresidencia alternadamente. Es decir, el primer año encabezaría la mesa un UDI y lo secundaría un independiente y al año siguiente sería a la inversa. En esta fórmula se está dando por descontado que la figura será del gremialismo. Y si en el Senado hay un UDI el primer año, entonces en la cámara tendría que haber un independiente. Se menciona a la diputada colorina Alejandra Sepúlveda (ex DC), quien debería haber asumido este año, según el acuerdo al interior de la Concertación.



Lo bueno de este mecanismo para los independientes es que si asumieran el segundo año la presidencia del Senado, al menos se descomprime por un tiempo la urgencia de definir el nombre que los representará. Todo porque la propuesta que se les hizo anteriormente, en que la Alianza le entregaba por dos años la vicepresidencia a los independientes, mientras que se quedaba con la presidencia en ambos periodos, fue inmediatamente descartada por el nuevo comité. En tal sentido, el jefe del grupo parlamentario, senador Carlos Bianchi, sostuvo que eso es definitivamente «inaceptable».



Y aunque en RN el martes en la noche se tomó el acuerdo de «abrirnos a conversar con los independientes», la mayoría de los senadores están dispuestos a negociar con este comité, pese a las aprensiones que tiene a este respecto el nuevo jefe de los senadores RN, Sergio Romero. En la tienda explican que para el parlamentario lo más importante, dado el actual escenario, es mantener las mayorías ya existentes y que negociar con los independientes genera una cierta inestabilidad.



Pero -sostienen en el comité- si los senadores deciden optar por llegar a un acuerdo con los independientes, Romero se sumará disciplinadamente al mismo.



Entre quienes apuestan por los independientes, en RN, están los que creen que si más adelante la Alianza va a pedirle el apoyo a estos parlamentarios en determinados proyectos, «sería un gesto» nada menor que ahora se les considere para llegar a un acuerdo en torno a la mesa de la cámara alta, incluso cediéndoles la presidencia un año.



Por otra parte, está el elemento adicional de que en la reunión del Comité de la UDI del martes, según fuentes del partido, el senador Pablo Longueira no sólo defendió la necesidad de negociar con los independientes, sino que propuso el nombre de su compañero de bancada, el senador Jovino Novoa, para que ocupe la testera de la cámara alta uno de los dos años que restan y el otro se lo entreguen a Fernando Flores (ex PPD).



Sectores del gremialismo precisan que si bien Longueira hizo tal planteamiento en la reunión de la bancada, lo cierto «es que es evidente que de quedarnos con la jefatura de la mesa un año, por lógica ésta debe corresponderle a Jovino».



Otro hecho insoslayable es la posibilidad vigente aún de que el actual presidente del Senado, Eduardo Frei (DC), decida repostular, cosa que no se ha cerrado totalmente, según fuentes de la DC, a pesar de que el acuerdo de la Concertación indica que el candidato debería ser Ricardo Núñez (PS).



Cita Novoa-Pérez Yoma



En medio del debate del día otro elemento vino a alborotar las ya complicadas negociaciones. Poco antes de las 16:00 horas, cuando debía comenzar a sesionar la Sala del Senado, el ministro del Interior, Edmundo Pérez Yoma, llegó hasta el piso 8 a la oficina de Novoa.



Allí permaneció cerca de 20 minutos, lo que dura un café conversado entre «amigos», según señalaron testigos del encuentro, pues el titular de Interior llegó al octavo piso asegurando que «vengo a saludar a un amigo», cosa que Novoa confirmó, aclarando que la cita sólo había sido un encuentro entre dos viejos amigos y nada más.



No obstante, quienes conocieron de la reunión señalaron que Pérez Yoma aprovechó la visita a Novoa para reiterarle su interés por llegar a grandes acuerdos que incluyan a todos los sectores. Y si bien en la UDI hacen todo lo posible por bajarle el perfil a la cita, lo cierto es que Novoa no es un parlamentario más del partido, por lo que no se puede descartar que durante el "cafecito" no se hayan abordado temas más contingentes.



Ello porque en el Senado circuló fuertemente el rumor de que el jefe del gabinete de Michelle Bachelet llegó al Congreso mandatado para buscar acuerdos de todo tipo con la Alianza para evitar que la derecha negocie con los independientes. En la UDI, en todo caso, niegan que Pérez Yoma haya hablado siquiera del tema.



Y aunque en la Alianza aseguran que no recibieron ninguna oferta del titular de Interior, en el Comité Independiente sostienen que durante la tarde de ayer miércoles dirigentes de la oposición les confidenciaron que Pérez Yoma les ofreció un tentador acuerdo con la Concertación, asegurándoles que les entregarían la mesa del Senado por los dos años que restan del mandato de Bachelet.



No obstante, según las mismas fuentes, los mismos dirigentes de la Alianza habrían señalado que "lo barato cuesta caro" y dado que tienen conciencia de que otros acuerdos a los que se ha llegado con el Gobierno no han sido finalmente respetados, prefieren seguir conversando con los independientes.



En este aspecto, el jefe del comité independiente, Carlos Bianchi, visiblemente molesto por las gestiones de Pérez Yoma, manifestó que aparentemente la definición de las mesas del Congreso es más importante que, por ejemplo, resolver los problemas de seguridad ciudadana.



En todo caso, en sectores de la Alianza aseguran que el ministro no se va a inmiscuir en esta negociación.



Disyuntiva de la Alianza en la Cámara



Entre los diputados de la derecha la situación es aún más compleja. En la UDI, el objetivo es aprovechar la instancia de negociación por la mesa para llegar a un pacto de gobernabilidad con la Concertación. Esto apunta al hecho de que, además de la constitución de la mesa de la Corporación, al gremialismo le interesa sobre manera obtener la presidencia de nueve comisiones.



De allí que un amplio sector del gremialismo vea con más entusiasmo negociar con la Concertación que con los independientes, quien además de todo no han mostrado -se quejan en la UDI- un lineamiento claro respecto de sus pasos a seguir.



En RN, en cambio, se inclinan por un acuerdo con los independientes, entre otras cosas, porque creen que no sería bien visto por la ciudadanía un pacto entre la Alianza y la Concertación después de todo lo que ha pasado los últimos meses.



Pero además está el hecho de que no pierden la esperanza de que en conjunto con los independientes pudieran formar una nueva mayoría, que les permitiera tomar la manija de la agenda legislativa.



Las diferencias de objetivos entre RN y la UDI en la Cámara es algo que habrá que resolver, como paso previo para llegar a un acuerdo con quien finalmente decidan hacerlo.

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