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Los escollos que puede enfrentar el proyecto de modernización de Cancillería

Ya se temen problemas con la creación de la Subsecretaría de Comercio, que es apetecida por Economía, y la creación de un escalafón de complemento para los mayores de 65 años. Sobre este punto, el presidente de los diplomáticos aclara que »los empleados públicos no tienen la obligación de jubilar».


Pese a que todavía La Moneda no envía al Parlamento la iniciativa que moderniza el Ministerio de Relaciones Exteriores, el ansiado proyecto podría tener serios tropiezos a raíz de la creación de la Subsecretaría de Comercio Exterior.



El nuevo organismo, anunciado por el propio canciller Alejandro Foxley en diciembre pasado, es apetecido también por el Ministerio de Economía, lo que provocaría una fuerte disputa en el Ejecutivo.



La modernización era un anhelo de los diplomáticos y una promesa de los gobiernos de la Concertación desde 1990 y en ella se señala que existirá concursabilidad para ascender dentro de la carrera y se fija un escalafón de complemento del Servicio Exterior, a la que serán destinados los diplomáticos con más de 65 años, para terminar con la falta de "tiraje a la chilenea" dentro de los profesionales del Servicio Exterior.



La iniciativa se espera que en los próximos meses ingrese al Congreso y Foxley aseguró, en su oportunidad, que "vamos a poner ojala algún tipo de urgencia", pero el Gobierno hasta el momento no ha dicho nada porque está concentrado en las reformas de tipo político.



El proyecto no entra al Parlamento y ya se vislumbran dificultades porque no sólo la subsecretaría causaría problemas, también provocará alguna reticencia, en el Congreso, la creación de un escalafón complementario para los diplomáticos que tengan más de 65 años, lo que para algunos legisladores como el diputado PPD Jaime Quintana, genera una suerte de "desigualdad" con el resto de los funcionarios que deben jubilar a los 60 o 65 años según corresponda.



Para el presidente de la Asociación de Diplomáticos de Carrera (Adica), Marco Aguayo, existe "un error estructural en tal afirmación y en tales críticas" que ha hecho el miembro de la comisión de Relaciones Exteriores.



A juicio del dirigente, "los empleados públicos en Chile hoy no tienen la obligación de jubilar. Este es un tema que va más allá de la cancillería y requiere que el Estado lo aborde holísticamente para toda la administración pública. El escalafón de complemento es una solución temporal a un problema mayor que afecta a todo el Estado y que la Cancillería por sí sola no puede resolver".



En lo personal, admite, "todo el mundo debería tener derecho a jubilar en condiciones dignas a los 65 años y eso no está ocurriendo hoy".



Alivia la carrera



El representante dice que el proyecto de modernización del Ministerio de Relaciones Exteriores "es parcial" y que el directorio de la Adica lo apoya en principio y que espera sea aprobado en el Congreso este año.



Además, señala que la iniciativa va "en la dirección correcta" aunque agrega que "lo cierto es que todas las democracias occidentales y varios países de nuestra región, cuentan con una diplomacia profesional, no por favorecer a los que trabajan en eso, sino porque los profesionales dan seguridad y prestigio a los países. Chile tiene una diplomacia no profesional en 100%, pues conviven diplomáticos seleccionados por complejos concursos públicos de oposición y antecedentes, con personas designadas por la autoridad, sin concurso y que no hacen carrera".



-El proyecto mejora la carrera diplomática
-Sólo puedo decir que la va a aliviar, pues se dará algo de tiraje a la chimenea hoy tapada. Una profesión sin expectativas de ascenso no es atractiva, por lo que no habrá buena gente y se pondrán en peligro los intereses nacionales. Con las cosas como están ahora, la gente está estancada en sus grados.



-Y diplomáticos políticos también existenÂ….
-Este fenómeno se produce por diversas razones: los funcionarios públicos en Chile no tienen la obligación de jubilar y, entonces, cuando la gente de la carrera llega a los 65 no jubila, entre otros motivos, porque las jubilaciones son deficientes. Entonces estos funcionarios mayores se quedan y traban las carreras de los más jóvenes que están más abajo, pues el número de vacantes en cada grado está limitado por ley. Otra razón por la que la gente de la profesión no ascienda es el nombramiento de embajadores políticos. La ecuación es muy simple: si alguien de un partido ocupa el máximo grado en una embajada, un profesional del servicio exterior pierde la opción de representar, profesionalmente, al país.



-¿Seguirán insistiendo con el nombramiento de embajadores diplomáticos?
-El establecimiento de un porcentaje acotado y menor de Embajadores políticos es una reivindicación permanente que seguiremos empujando, pero comprendemos que esto requiere de un cambio cultural por parte de nuestra clase política. Ese cambio cultural se ve aún lejano.



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